Juré que -como máximo- iba a trabajar cuatro años después de graduarme y que luego haría mi maestría. Me mentí igual que en otros casos, como cuando dije que nunca me pondría una corbata, o que me iría de la casa a los 21 años, o que dejaría de ver porno. Pero no,...
Continuar leyendoEl Tiempo
Por: AgomosoHola. Mi nombre es Fanny. Soy la señorita Vichada. Participé en el Concurso Nacional de Belleza y acabo de volver a mi querido Puerto Carreño. No gané, pero espero algún día trabajar en ‘Estilo RCN’ o, al menos, en ‘Sweet’ para decir cosas como:...
Continuar leyendoTodo empezó en el bachillerato, en una exposición sobre la Masacre de las Bananeras. Mis compañeros reían a carcajadas durante mi intervención sin que yo entendiera el motivo. El profesor había mantenido un silencio cómplice y sólo al final se tomó la molestia de...
Continuar leyendoHe tocado fondo. Uso expresiones que juré nunca pronunciar. Cuando la gente me pregunta cómo estoy, respondo con palabras tan lamentables como ridículas: «Bien, para no preocuparlo» (¡pfff!). También he acudido a frases de mártir: «Pues… ahí, en la lucha». Yo...
Continuar leyendoSi le dice que tiene los ojos bonitos -y en efecto ella los tiene- se convertirá en el idiota número 1.265 que le ha hecho la misma observación. En cambio, esa mujer se va a acordar de usted por el resto de la semana si le hace un comentario sobre su nariz aguileña. Ojo: no...
Continuar leyendoEs simple: tienen una lista de gastos adicionales que limitan su presupuesto. Ser mujer es caro, muy caro. La sociedad demanda mucho de ellas… y de su bolsillo. No es una conclusión sacada a la ligera; es resultado de una exhaustiva encuesta que hice. Lo invito, querido...
Continuar leyendoSe despertó a la 1 de la mañana, asustada, con la respiración agitada. Yo abrí los ojos, percibiendo la rareza en el ambiente. «Andrés -me dijo con la voz entrecortada y los ojos llorosos-, acabo de soñar que fuiste a comer con tu exnovia». Su angustia era tan grande que...
Continuar leyendoViajé con mi novia, ‘la Negrita’, quien actuó como mi intérprete personal. Iba siempre detrás de ella, como un hijo bobo, escuchándola hablar en su fluido inglés. La miraba boquiabierto, admirando su seguridad a la hora de preguntar direcciones. Ella asentía...
Continuar leyendoFue asombroso ver cómo se achicaban las casas durante el despegue. Fue rara la sensación de vacío en el estómago. También fue vergonzosa mi cara de bobo cuando la azafata se estaba acercando con la comida, fila por fila. Yo pensaba que debía estar atento o de lo contrario...
Continuar leyendoPertenezco a un club de gordos deportistas. Es dirigido por mi primo, a quien le pagamos por ser nuestro entrenador físico. Estoy obligado a usar lycra, y algunos amigos se burlan de mi atuendo: «Uy, Andrés, yo no sabía que a usted le gustaba andar en chicles». Varios...
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