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La semana pasada les hablaba de una amiga que dejó de fumar y nos sorprendió a todos, porque ella era básicamente una chimenea con piernas. Y piernas largas porque es altísima. Ella empezó a usar dispositivos electrónicos y dice que se siente mucho mejor por salud, por el olor y varias cosas más. En esa entrada les prometí publicar cifras concretas y reales de los dispositivos, por lo que me fui a hablar con un amigo que trabaja en Phillip Morris, para tener información de primera mano. Como debe ser.
Yo no soy fumador y aunque tendía a ser tolerante al humo y eso, cuando vi cifras del impacto en la salud, empecé a cambiar de actitud. Afortunadamente, en mi familia nadie fuma y en la oficina solo fuma Alexandra, aunque cada vez menos. Lo bueno es que en WeWork está prohibido y eso ayuda mucho. Ni en el balcón de mi oficina se puede. ¡Ja!
Finalmente nos vimos con mi amigo y nos tomamos un café. Sin cigarrillo, obvio. Al principio charlamos normal, mi intención era que me contara cosas (sin que supiera que era para escribirlo en el blog), pero el man empezó a apasionarse con la conversación y me hablaba con tal convicción que me empezó a dar cifras importantes. Ahí me tocó sacar el celular y tomar nota para que no se me escapara nada. Les voy a compartir lo que me pareció más llamativo. Ya ustedes, los que son fumadores, decidirán si se cambian o no (aunque ojalá que sí).
Los datos que anoté:
Yo no sabía, pero Colombia fue el primer país en Latinoamérica en lanzar IQOS (el dispositivo que calienta tabaco, en vez de quemarlo). O sea, somos importantes, jajaja.
Más de 6 millones de personas en el mundo ya han dejado el cigarrillo (tabaco quemado) por el tabaco calentado en dispositivos. Eso es un cojonal de gente, y obvio mucho menos humo en el ambiente. Según estudios, en promedio el 70% – 80% de las personas que prueban IQOS resultan dejando totalmente el cigarrillo y se cambian a este dispositivo (bravooooo).
Algo que me pareció muy bacano es que vienen con Bluetooth, que permite conectarlos con una App que brinda info sobre el uso. Se me olvidó preguntarle esto, pero sería buenísimo que la App le diga a uno cuánto tiempo ha usado el dispositivo, por ejemplo.
Lo más importante es que reemplazan el humo por vapor, porque calientan el tabaco en lugar de quemarlo. Eso es clave porque significa que IQOS genera un 90% menos de químicos nocivos, en comparación con el humo del cigarrillo.
Según mi amigo, se siente diferente usar IQOS porque no genera humo -es con vapor- aunque sabe parecido porque tiene tabaco en láminas. Pero que con todo y eso el olor no queda impregnado en la ropa, ni en el pelo (¡Aleluya!). Ojo ahí, digo “usar” IQOS, en vez de “fumar” IQOS (mi amigo me corrigió como 100 mil veces) porque esto ya no es fumar, pues no hay combustión, ni humo.
Como no libera humo, cuando se consume es mucho menos visible (no sé si esto sea bueno o malo, porque sé que hay personas a las que les gusta que los vean, vaya uno a saber por qué).
Cierro con un dato de esos de cultura general para que cuenten en los cocteles y para que vean que sí investigué. La tecnología fue desarrollada en Suiza por un equipo de más de 400 personas. Y le han invertido como 4 mil millones de dólares.
En fin, creo que vale la pena que los fumadores se cambien a esto. Yo ya les estoy diciendo a mis amigos fumadores, en gran parte por mi salud, y varios se han cambiado. Ahora el reto es mi papá porque bien terco sí es. Y como que se lo heredé, jajajaja.
* Con datos proporcionados por Coltabaco S.A.S. con la intención de comunicar información factual y objetiva sobre innovación tecnológica del dispositivo electrónico IQOS. El texto se construyó a partir de la experiencia personal de usuarios con IQOS.
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Algunas entradas anteriores: “Le pasó a una amigo: La Tenista“, “¿Rato o Amanecida?“, “La falta de palabra“.
