Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

betoF2Por: Alberto Diaz

Ahora se le ocurre hacer una marcha por la vida, cuando ya había desistido de volver a participar en actividades que le requirieran algún esfuerzo físico o mental, aparece el profe Antanas,  convocando a la ciudadanía a que nos unamos a su marcha, bajo el lema “la vida es sagrada”, pero ¿qué sentido tiene una marcha?, marché en el 4F, me puse una blanca camiseta y al final Ingrid fue rescatada en la Operación Jaque, participé en el plantón en contra del carrusel de contratación, y solo recibí golpes con el megáfono de aquellos extremistas polistas, que apoyaban a Samuel Moreno, y luego de ver la “rápida” acción de la justicia, decidí que no ocuparía más mi tiempo en causas perdidas, marcho pero me inmovilizo en un sin sentido, amo pero no hay a quien amar, voto pero siempre gana otro candidato.

Un pariente cercano insiste en que está barrigón y yo le insisto que el obeso y deslucido es este anodino escritor, sin embargo él insta en que corramos y demos una vuelta a la montaña de Suba. Tengo un espíritu entrañable y no puedo decir no a quienes quiero, por ello salgo a correr a pesar de que seguramente llegaré de último a la loma, y lo más seguro es que estaré marchando el 8 de marzo al lado de quienes apoyan la causa del profe Antanas, ojalá podamos ver juntos en esta marcha por la vida a Iván Cepeda, Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, y por qué no a estos dos últimos materializando en la realidad, la edición 95 de la portada de la revista Don Juan “los besos que todos queremos ver”.

Debo reconocer que nunca aprendí a marchar, en el colegio militar donde estudié siempre fui el menos aventajado en el tema, casi siempre iba descoordinado, debe ser por el vigor díscolo que me caracteriza, allí aprendí a seguir ordenes a regañadientes, ahora con el mismo coraje se asumen las diferencias con aquellas personas que piensan diferente a mí o que han decidido alejarme de sus vidas, debemos respetar por encima de todas las cosas, las acciones y  las perspectivas de cada ser, pues cada uno de nosotros tiene sus propias pretensiones para actuar como mejor le complazca, en últimas por qué no marchar y hacerle un tributo a la vida, después de todo es muy complicado vivir.

Por lo general cuando las relaciones terminan mal se censura la conducta del otro, cada quien piensa y cree que tiene la razón y saca lo peor de cada uno, creemos inocentemente que a aquel que nos hizo daño le va a ir mal y que la vida le pasará factura. Mentira, podemos quedarnos como Pastrana y Samper peleando de por vida, o por el contrario marchar y en cada paso dejar atrás aquellas heridas que nos han infligido nuestros adversarios, porque qué sentido tiene la vida sin aquellas experiencias que nos roban lágrimas y tristezas, es fácil y cómodo culpar a los demás, responsabilizar a los otros, juzgar y criticar las zonas de confort sin ni siquiera ver las propias, a mis enemigos les deseo la vida en vez de la muerte.

Espero esta sea esta la última vez que asista a una marcha, prefiero al igual que muchos de ustedes quedarme en casa, enamorarme, ver una película, tomarme un café con una amiga, irme fuera de la ciudad, pero ante todo disfrutar de la vida que es corta, acompañaré al profe Antanas por la marcha de la vida, seguramente no cambiaremos la visión de los de izquierda o derecha que al final son lo mismo, pero como no apoyar a un hombre impoluto que busca que los colombianos no nos matemos más, quien nos enseña que las vidas son sagradísimas, incluso las de aquellos que nos han hecho daño, porque siempre será mejor dar que recibir.

T.@betodiazb

Compartir post