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Por: Lorena Castañeda
“Viento de libertad, sangre combativa
en los bolsillos del pueblo la vieja herida
de pronto el día se me hace de noche
Murmullos, corridas, aquel golpe en la puerta
llegó la fuerza policial”
Los Fabulosos Cadillacs
En esta ocasión, empiezo mi columna de opinión con esta canción de vieja data. Del álbum Chau, en el año 2001, la banda argentina llamada Los Fabulosos Cadillacs lanza este sencillo denominado “Matador”. Una canción que resultó ser la más representativa de esta banda y que logró transmitir un sentido mensaje sobre un revolucionario perseguido por la justicia.
“Matador”, es una canción que conquistó con su letra a muchos jóvenes que además inspiraban su lucha social en los ritmos que imponía para esa época Los Fabulosos Cadillacs. La traigo como referencia porque quizá este tipo de protesta musical ayuda a que entendamos el significado de una marcha para el reconocimiento de las víctimas del conflicto armado que vive nuestro país.
El pasado 9 de abril marché por esta causa. Varias personas me decían que marchar no sirve de nada y que lo que se hizo ese día era una perdedera de tiempo, así que usaré este espacio para comentarles el porqué considero que marchar es bastante útil en medio de la coyuntura que vivimos los colombianos.
“Si alguien dice que hay que olvidar es mala persona. Ninguna persona buena puede aconsejar el olvido de semejante dolor en este o en cualquier país. Donde hay olvido la historia se repite” esto dijo Estela de Carlotto (presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo) cuya hija, Laura Carlotto, fue desaparecida por la dictadura argentina en 1977. Lo anterior en el marco de la Cumbre de Arte, Cultura y Paz que se llevó a cabo en Bogotá la semana pasada. Y es que es así, olvidarnos de lo mucho que ha sufrido este país, es condenarnos a volver a vivir un futuro negro y violento.
Marchar el jueves no significó solamente respaldar la negociación de paz, significó conmemorar a todas las víctimas del conflicto armado y cuando digo todas, también incluyo a los desaparecidos por parte del brazo armado del Estado, a quienes han muerto con un fusil en la mano defendiendo la libertad de nosotros, a los niños que han muerto por culpa de una mina antipersonal, a los que han muerto en cautiverio y a los que siguen privados de su libertad, a los más de 220.00 civiles que se han ido pidiendo paz para las futuras generaciones.
Los que marchamos logramos visibilizar a todas estas víctimas, porque para hacer la paz en nuestro país, consiste también en crear memoria a las generaciones venideras, mostrarles que no somos indiferentes con los efectos de la guerra de nuestros compatriotas. Además que son muy pocos los que han salido ilesos en este conflicto, la mayoría de nosotros de alguna manera hemos sentido los rigores de la guerra, así que ¿por qué no dar muchos pasos recordando a los que ya no están? ¿Por qué no ser solidarios?
En palabras de alguien que admiro mucho, también creo que la paz no es solo de los guerreros, es un compromiso de todos los colombianos, porque es nuestra responsabilidad acabar con un conflicto del cual no quiero que mis hijos y los hijos de los que me leen, tengan que seguir viviendo. Basta de caminar con miedo, basta de acabar con nuestros recursos naturales, basta de recordar nuestro pasado con dolor y sufrimiento.
¡Cada paso valió la pena!
La canción “Matador” es del año 1993, publicada en el álbum Vasos Vacíos.
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