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“Y el filósofo le preguntó a un hombre Moreno y al Santo: ¿en verdad? Y el público no entendió”. Anónimo
Fui el que más tarde aprendió a caminar de mis hermanos, ellos han obtenido los mejores resultados, honores y premios académicos y son los más estudiosos de la familia. Mi madre Glorita, en un acto de cariño por mis bajas notas, y por mi amenaza de dejar el colegio, imploró a mi profesora de tercero de primaria Stella, que se solidarizara con ella e inmerecidamente me condecoraran en pro de impedir que abandonara los estudios, pero en la izada de bandera no me nombraron y en cambio fue entonado el himno con los mejores estudiantes del plantel. Antes de salir de clase Stella me regaló una bandera y me la puso en el pecho. Hay personas que hoy en día aún piensan como mi madre: que yo icé bandera y que la profesora oyó sus súplicas, mi hermana tal vez piensa: ¿de dónde sacó este idiota una bandera? y la profesora tal vez piensa: “qué más dio regalarle a este niño mofletudo y despistado una bandera”.
Para pasar a séptimo grado tenía que habilitar la materia de religión, ya que habíamos tenido ciertas diferencias conceptuales con el fraile agustino y con la vida del santo al que él venera. Lo que decidió el fraile en su inmensa ‘sabiduría’ fue dejarme habilitando, y dejando como literatura para mis vacaciones, el Catecismo de la iglesia católica y Agustinismo en 20 lecciones, haciendo un ensayo por capítulo. En confabulación con Glorita y en venganza al fraile, decidimos hacer un trabajo igual al número de hojas que tiene el Catecismo de la iglesia católica. Con ella nos turnábamos la máquina de escribir y tachábamos con corrector, al final, pudimos entregar satisfactoriamente el mega ensayo. De aquello Glorita tal vez piensa que ya ha sido liberada de todos sus pecados con esa penitencia de tan largo ensayo, mi hermana tal vez piensa cuál fue el espíritu que me tuvo poseído, y el fraile tal vez piensa que no leyó el tal ensayo ya que era muy largo y prefirió dejarme pasar al siguiente grado.
Mi hermano se graduó con una tesis laureada de la universidad, pero antes de que diera inicio la ceremonia mi padre me invitó un café y torpemente terminé echándomelo encima del pantalón. Con astucia ingresé al salón de ceremonias sin que nadie lo notara, al terminar salimos a la sección de fotografía y le pedí el favor al fotógrafo que las fotos fueran de medio cuerpo para que nadie notara mi torpeza, incluso devolvía la sonrisa con la que me saludan los compañeros de mi hermano. De aquella situación, quizás el fotógrafo piensa que me oriné y por eso accedió a tomar las fotos con las indicaciones que le he solicitado, los compañeros de mi hermano pensarán que miccioné ya que no conozco las instalaciones de la universidad, por tanto no encontré un baño a tiempo, y mi padre probablemente pensará que en hora buena a quien se le derramó el café fue a mí, sino el meón sería él.
Estando en la casa de mi abuela me cuenta que votó en el pueblo por el candidato que conoció desde que aquel era niño, y que esperaba que este hiciera algo por el ‘pueblito’. Me preguntó por Petro y Peñalosa, yo le dije que cuando voté por Petro los peñalosistas tal vez pensaron que era un demente comunista, chavista, guerrillero, corrupto y mafioso, y cuando voté por Peñalosa los petristas tal vez pensaron que era un ultraderechista, uribista, paraco, corrupto y mafioso, y a mi abuela lo que le puedo firmar aquí en piedra o en mármol si quiere, es que el político no cumple con sus promesas de campaña, y que hace rato el poder lo perdieron los políticos junto con los partidos de izquierda, derecha o de centro. Puede ser una ofensa para las hienas, pero el hombre es una hiena para el hombre y como buenos depredadores recibimos este 2016 con la venta de Isagen, con el aumento del IVA que es equivalente a elevar los precios de la canasta familiar y con el atasco del precio de la gasolina a pesar de que disminuyó el precio del petróleo. Soy un patoso en los temas económicos, pero si le pagamos al erudito de la economía Mauricio Cárdenas para que sea ministro de hacienda, y la única solución que da es vender lo poco que genera ganancias, subir los impuestos y no el salario a los colombianos, me pregunto entonces ¿dónde está la creatividad de este personaje y del Presidente? ¿para qué le pagamos al ministro? ¿dónde está el país locomotora del progreso? No sé si quizás o seguramente, mi abuela tal vez piense que ella debería ser la ministra de hacienda ya que no vendió su casa y pudo educar a sus siete hijos.
Debo dar un agradecimiento especial a quienes nos ayudaron a llevar una #NavidadDorada: Jorge Báez, Rubiela Cuellar y sus hijas Lorena y Jennifer, José Jaime Uscateguí, Luis Solano, William Mezza, John Pablo Meza, Canal BoxMov, Diego Rodríguez, José David Castellanos, Yeison Sepúlveda, John Henry Lozano, Diana Diaz, Santiago Guerrero, Raúl Rodríguez, Andreina Ojeda, David Díaz, Ángel Beltrán, Doña María, José Díaz, Jonathan Corredor, Carlos Ballesteros, Gladys Montenegro, Fundación Jornal y JAD construcciones a todos muchas gracias
