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Jean Paul Castillo (2)Por: Jean Paul Castillo

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” Hebreos 11:1. 

¡Tengo fe en que este artículo sea leído en su gran mayoría por la comunidad de fieles del cristianismo! Pues son los actores principales de este escrito y sin lugar a dudas son una hermandad que crece día a día en nuestros país. Ya que tiene influencia bastante importante a la hora de hablar de democracia. Según un artículo del diario El Tiempo publicado el 07 de enero de 2017, en una encuesta realizada en el 2010 por las universidades Nacional y Sergio Arboleda, calcula un promedio de 10 millones de fieles cristianos en Colombia, lo que se traduce en un 20% de la población de nuestro país.

Si bien no es secreto que los pastores cristianos siempre han inclinado sus preferencias políticas a partidos que apoyan sus creencias en la lucha contra la identidad de género, adopción y matrimonio gay, es admirable ver a una   población que se une y hace valer sus creencias. Esto es algo que no se ve mucho en nuestro país. Pero así mismo hay que anotar, que el país no solo evolucionará basándonos únicamente en estas creencias, ya que existen otro tipo de ítems para tener en cuenta, tales como:  la educación, la salud, la economía y medio ambiente entre otros, y sobre todo este último que políticamente no ha sido tomado en serio.

No es claro si es ignorancia o no genera un valor económico inmediato a nuestros queridos servidores públicos, temas como el fracking  o fracturación hidráulica, que básicamente consiste en perforar  a más de 2.500 metros, mezclando químicos y agua para favorecer extracción de gas o petróleo, generando ingresos económicos e importante contaminación del agua  a corto plazo. Esto incluye la eliminación de humedales que básicamente son bancos de agua, sin mencionar que no somos exactamente un país con abundancia en agua dulce.

Educación: Trabajar en la equidad en el acceso y a la calidad de la misma, según artículo en el Diario El Tiempo el 05 de Junio de 2017. En esta publicación, según investigación del Banco Mundial, tenemos en el país brechas de acceso a la educación porque los estudiantes de bajos ingresos no se gradúan en la secundaria y los que sí lo logran saben menos y la dinámica empresarial demanda habilidades que no existen. Todo esto se traduce a una alta tasa de empleos,  que no se pueden cubrir gracias a la pésima educación colombiana. Sumado a esto, las estadísticas revelan que de los estudiantes que inician estudios superiores, se gradúa solo el 50%.

Por otra parte, contamos con una clasificación en dominio del idioma inglés de muy bajo nivel según artículo publicado el 04 de octubre de 2017 en Portafolio, esto nos trae como consecuencia una barrera idiomática para hacer negocios y por supuesto baja competitividad laboral.

Economía: En un país rico en recursos naturales nos centramos en la explotación de hidrocarburos (gas y petróleo) y exportación de café, flores y carbón entre otros, nuestra economía se está volviendo cada vez más anacrónica. Teniendo una cultura de emprendimiento y recursos naturales increíbles, no somos innovadores, no somos líderes en competitividad y esto se traduce en dependencia económica de tratados de libre comercio y explotación de recursos naturales.

«Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento» Filipenses 1:9 -10

Esto más que una crítica a una creencia fiel al voto de fe que cada uno ha elegido, es una invitación a discernir de los intereses propios y políticos de aquellos profetas en el pulpito, que si bien su función ha sido de guía espiritual, tal vez no es tan adecuada en el terreno  político.

«Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado» Albert Einstein.

Más allá de las inclinaciones religiosas, somos parte de un país exorbitantemente rico. Cada año tenemos escándalos de robos y corrupción y aún seguimos en pie, con emprendedores creando nuevas oportunidades, con pequeños y medianos empresarios que se la juegan día a día creando empleo.

La invitación es a discernir en preferencias políticas que acaparen las necesidades de nuestro país, la participación como ciudadanos y no como parte de una comunidad del sentires homogéneos. Podemos crear el país que merecemos si empleamos el tiempo para investigar y escudriñar las propuestas de cada proponente ya sea en congreso, senado, cámara y por supuesto presidencia de la república. Podemos elegir con conciencia y no por influencia, ya que después de todo, de una u otra manera nos afectarán a nosotros y a nuestros hijos las buenas o malas decisiones que tomemos este año electoral.

«Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto» Romanos 12:2

Twitter: @Jpcastlem

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