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Por: Juan David Escobar Cubides

Dentro del malsano ejercicio de lo público debería ser un deber moral de los políticos colombianos asignar parte importante de su salario para la elaboración y ejecución de obras sociales, principalmente en la coyuntura del post-covid. Así, mediríamos dos aspectos: el primero, la verdadera vocación de servicio y solidaridad con la que debe contar un servidor público, y el segundo, la supuesta transparencia de la que algunos se ufanan. Y es que en un país como el nuestro, en el que abundan los politiqueros de profesión, resultaría inaudito que uno de ellos se atreviera a meterse la mano al dril para contribuir con el bienestar social de los colombianos. Empero, observamos paradójicamente cómo los corruptos se apropian del dinero del erario, bien sea a través de repudiables sobrecostos, jugosas comisiones de la contratación estatal o simples coimas burocráticas.

Traemos esto a colación porque en Colombia los corruptos se roban entre $22 y $24 billones anuales, al mes $1.8 billones y diariamente más de $64 mil millones de pesos. Cifras abruptamente alarmantes. ¿Logran ustedes dimensionar el nivel de descomposición social al que hemos llegado? El problema es que acá se roban el país entero, pero nunca pasa nada.

Como si fuera poco, el flagelo de saquear las arcas del Estado es cada vez mayor y la raíz del asunto surge desde las regiones del país. En municipios de quinta y sexta categoría, los corruptos hacen de las suyas atornillando en la administración a sus amigotes para apoderarse del grueso de la contratación pública. Luego, esta penosa dificultad se presenta en territorios a los que nadie llega y la mayoría de colombianos desconoce, pues ello es lo que los convierte en caldo de cultivo para el atraco del erario. Por ejemplo, vale la pena mencionar la situación de Barbosa, un municipio ubicado al norte de Antioquia en el que los últimos dos alcaldes (2012-2015 y 2016-2019) fueron capturados por desfalcar el presupuesto del municipio. Un bandido reemplazó al otro. ¡Qué vergüenza!

No siendo menos grave, vale la pena mencionar la degradante realidad que padecen algunos municipios de Córdoba y Sucre, así como muchos de la Guajira en donde se hacen al poder rateros de cuello blanco a fin de alimentar su espurio patrimonio. Y así llevamos más de 60 años.

La pregunta es: ¿Hasta cuándo tendremos que soportar a los rateros de lo público?

Es por ello que consideramos obligatorio, oportuno y más que necesario participar a conciencia de las contiendas electorales; con responsabilidad y sentido de pertenencia. El problema es que muchos que se autodenominan ‘líderes sociales o comunales’ se dejan comprar con cualquier migaja que les ofrecen y, en tanto esto ocurra, todo continuará empeorando.

Las reglas de la experiencia nos han mostrado que quien enajena su conciencia se condena a la hambruna o a la miseria. Vaya error el de algunos cuando deciden vender por tres pesos su sufragio o su liderazgo a un politiquero de turno que les llegará a robar.

Que no les quepa la menor duda: ¡En tanto sigamos así, no habrá cambio porque llegarán los mismos a robar!

@JuanDaEscobarC

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Son un grupo de jóvenes que dan su visión particular sobre el acontecer político, cultural y social ante todo tratando de generar una reflexión critica.

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Esa es exactamente la idea.

Me encanta Sigur rós, no lo voy a negar. Por lo tanto, es difícil que yo diga que no me gusta alguna parte de su música. Pero sucede que yo casi nunca le pongo cuidado a la letra de la música que oigo, en caso de que esa letra exista. Lo que dice Gudmundur (el autor del blog) me parece concluyente; como no somos islandeses ni hablamos islandés, no nos hace diferencia alguna oír a alguien cantando cosas sin sentido, pues sin importar lo que diga parece estar cantando en un idioma desconocido.

Parece ser que no creamos barreras ante lo que se diga en otros idiomas, y puede llegar a sonar igual de bien un poema en ruso que una sarta de ofensas pronunciada en el mismo idioma (claro está - si comos completamente ignorantes ante este lenguaje). Sabemos que se trata de otro idioma, y (como en el caso del islandés) si no tenemos idea acerca de éste, más uniforme será la impresión que produzca lo que se diga.

Entonces, ¿por qué es molesto oír "hopelandic" siendo islandés? Supongo que Gudmundur no será el único que sienta lo mismo, aunque seguramente habrá quien disfrute más cualquier pista de ( ) que otra que lo siguiera o precediera, y en su mismo idioma. Esta es la clase de cosas que siento que no se puede llegar a conocer del todo; supongo que habría que nacer islandés para entender.


Si quieren oír más de Sigur rós, les recomiendo Svefn-g-englar, Flugufrelsarinn y Gobbledigook.

En ese orden.


dancastell89@gmail.com
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Quizás no conozcan a Sigur rós. Esta puede ser una buena introducción a ellos, según lo que yo creo. Lo que sigue se llama Inní mér syngur vitleysingur, lo que significa algo así como "junto a mí canta un loco":




Sigur rós es una banda islandesa que existe desde hace casi catorce años (desde 1994). Los oí por primera vez en el cine, pues se utilizó su música en el trailer de la película Children of men (2006) - lo que suena es Hoppípolla ("saltando charcos"). Luego de eso me he enterado de lo reticentes que son sus integrantes a comercializar su producción, y he desarrollado un gusto inmenso por su trabajo. También tengo una afición irracional por Islandia, y no sé muy bien por qué.

Pero eso es otro asunto; vamos al grano.

Esta es la dirección de ojos de mosca, un blog sobre música islandesa escrito en castellano por un islandés. Hace un tiempo leía allí mismo una pequeña reseña que hacía el autor acerca de Takk..., el tercer álbum de estudio de Sigur rós. Y me pareció muy interesante la opinión que presenta la entrada. A ver si esta vez sí me puedo explicar.

El segundo álbum de Sigur rós se llama ( ). Sí, así se llama. Le debe su nombre tanto al hecho de que ninguno de los cortes que lo componen posee título (las ocho pistas se llaman Untitled 1, Untitled 2 y así sucesivamente - aunque luego del lanzamiento del álbum, los seguidores del grupo contribuyeron a nombrar las pistas una a una) como a una particularidad característica de Jónsi, el cantante; quisiera que trataran de descubrirla ustedes primero. Para eso, otro video; lo que sigue se llama Untitled 4, o Njósnavélin (la máquina espía):




¿Lo notaron?

Yo tuve que leerlo para caer en cuenta; no sólo usan un arco de chelo para tocar la guitarra eléctrica (lo que produce ese sonido tan intenso de vez en cuando), sino que Jónsi no canta en un idioma en particular. Lo que dice no está dicho en islandés; ninguna de las canciones que componen el disco lo está. Han llegado a llamarlo un lenguaje aparte (que no lo es): "vonlenska", o "hopelandic". Y esa es sólo una de las interesantes particularidades de este grupo.

Vuelvo al blog del islandés. Luego de tener un poco de idea acerca del grupo, transcribo (con estilo corregido, porque el hombre escribe ligeramente mal el español) su opinión sobre el disco que siguió a ( ):

Su nuevo álbum Takk... ("Gracias..."), ha salido hace poco. A mí me parece una maravilla, mucho mejor que ( ), que no me ha gustado tanto (...). No sé que opináis, pero para mí, el hopelandic nunca ha funcionado, es demasiado pretencioso y un poco tonto. A lo mejor no fastidia tanto a extranjeros que quizás no oigan la diferencia entre islandés y hopelandic, pero a mí me fastidia tanto que casi no lo aguanto.


Esa es exactamente la idea.

Me encanta Sigur rós, no lo voy a negar. Por lo tanto, es difícil que yo diga que no me gusta alguna parte de su música. Pero sucede que yo casi nunca le pongo cuidado a la letra de la música que oigo, en caso de que esa letra exista. Lo que dice Gudmundur (el autor del blog) me parece concluyente; como no somos islandeses ni hablamos islandés, no nos hace diferencia alguna oír a alguien cantando cosas sin sentido, pues sin importar lo que diga parece estar cantando en un idioma desconocido.

Parece ser que no creamos barreras ante lo que se diga en otros idiomas, y puede llegar a sonar igual de bien un poema en ruso que una sarta de ofensas pronunciada en el mismo idioma (claro está - si comos completamente ignorantes ante este lenguaje). Sabemos que se trata de otro idioma, y (como en el caso del islandés) si no tenemos idea acerca de éste, más uniforme será la impresión que produzca lo que se diga.

Entonces, ¿por qué es molesto oír "hopelandic" siendo islandés? Supongo que Gudmundur no será el único que sienta lo mismo, aunque seguramente habrá quien disfrute más cualquier pista de ( ) que otra que lo siguiera o precediera, y en su mismo idioma. Esta es la clase de cosas que siento que no se puede llegar a conocer del todo; supongo que habría que nacer islandés para entender.


Si quieren oír más de Sigur rós, les recomiendo Svefn-g-englar, Flugufrelsarinn y Gobbledigook.

En ese orden.


dancastell89@gmail.com

1 Comentarios
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  1. amauri524329

    Buenos días, quisiera saber de donde sacan estos datos, no lo escribo de mala manera, solo que al conversar o debatir me gusta tener datos de peso y sí, me ponen información así es poco creíble para mí criterio, solo pido que me reafirmen de donde sacan estos datos.

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