No te metas en política, no pretendas ser de ningún modo un buen político, lo tuyo no es la política, lo tuyo es un poco más sereno, más calmoso, sosegado. Sigue con tu vago intento de ser el escritor mediocre que eternamente has querido ser, vas por buen camino, sigue estudiando cuanta cosa se te ocurra, sigue despilfarrando dinero en cursos y cosas que no sirven, pero no te metas en política.
La política es un medio muy fastidioso y belicoso, es un medio en el que sobreviven los embusteros, los astutos, los engañadores, los que son rápidos mentalmente, y tú no lo eres, tú en realidad resultas ser un poco lento, más bien te veo como un escritor frustrado, pero con el trasero limpio, con las manos inmaculadas. Prefiero que te hagas unos cuantos enemigos que hablen mal de ti siempre detrás de los muros, y que luego te den un fuerte abrazo, como seguramente sucede hoy día, prefiero que todos tus enemigos sean cibernéticos, y se identifiquen inmediatamente después de uno de tus artículos o tus cuentos, pero no quiero verte con enemigos políticos, no me gustaría que alguien como tú, a quien quiero tanto, termine como muchos otros que intentaron estúpidamente hacer política en un país en donde no se puede, en donde los que deciden son los que ya están designados. Escúchame cariño, hazme caso, no quieres ser político, esto es solo uno más de tus tontos caprichos. Mira a Roy Barreras, mira a tanto lagarto espantoso, mira al gordo ese costeño que primero quiso ser edil de chapinero, ahora Representante a la Cámara por Bogotá, primero apoyó al respetado señor Zuluaga y luego al payaso de Pacho Santos, mira a todos esos que antes eran tus amigos ahora odiándote por decir la verdad en tus columnas, mira tanto hambriento de poder, mira cuantos más, muchos más inteligentes que tú y más simpáticos intentan hacer política, son muchos, deja que ellos la hagan y más bien tu dales tu apoyo, cruza los dedos y pídeles un buen empleo y apóyalos como hacen todos.
En política tienes que caerle bien a la gente, y tú no le caes bien a nadie. En política le tienes que sonreír a todo el mundo, y tú no le sonríes a nadie. En política tienes que inmortalizar en tu mente el nombre de todos y tú ni siquiera recuerdas el tuyo con facilidad. Tienes que complotar y tienes que crear o pertenecer a una tropa que busque siempre estar en donde deban estar para siempre buscar reconocimiento, tienes que darte un lugar estratégico dentro de cada grupo y tienes que dejar tus aventuras instintivas para que los demás no puedan sermonear tus movimientos.
De seguro podrás comer como escritor, puedes aceptar algún empleo de medio tiempo en donde ganes lo suficiente como para vivir como te gusta vivir, puedes comer un poco menos y economizar, seguramente entre todos los que te queremos podremos comprar tus libros y así subir tu autoestima literaria y de paso colaborar con tu economía. Acepta el empleo en ese diario y ponte a escribir estupideces, lo haces bien, eres muy bueno escribiendo simplezas, boberías, patochadas. Por qué no le apuestas a cultivar cualquier cosa, toma la finca que te regaló tu abuela en Boyacá, vete a vivir allá, lleva a Sam y consíguele un novio y que tengan cría. Siembra todas las legumbres que vayas a consumir y cría las gallinas que te quieras comer, lleva una vida tranquila, sin los afanes que reclama la política.
Siempre te he visualizado con ropa mal cuidada, con un sombrero oscuro y un cigarrillo en tu mano derecha, no quiero que pierdas el olor fuerte que siempre cargas en tu piel, ese que surge de la mezcla del café oscuro y del cigarrillo, quiero seguirte viendo escribir en las noches antes de dormir, no pierdas la costumbre de ser un anónimo más. Además que tu personalidad es más dada al arte, a la música, a la escritura, tu eres un hombre más de ir al teatro que de ir a dar discursos, eres más de llevar una vida clandestina, pero tranquila.
Dedícate a recorrer el mundo, yo sé que tu familia te ayuda, ellos te apoyan, de alguna manera podrás llegar al país que quieras. No lo pienses más y vuela a Austria, retoma tu vida lejos de Colombia, en donde comprendan que eres hombre, aun cuando no te gusta el futbol ni compartas el machismo anclado en las mentes huecas y mañosas de tus compatriotas insensatos, así no pretendas cogerte a cuenta mujerzuela ves por ahí, aun así eres hombre, aunque de vez en cuando decidas aventurar con ese chico apuesto de ojos verdes que tantas mujercitas quisieran utilizar como tú lo disfrutas, por lo menos eso es lo que algunos aseguran de ti. No eres como todos los hombres pero lo eres. Aléjate de esta realidad y busca un nuevo lugar para caminar y para respirar.
La política te exige mentir, te pide que le digas a todos lo que quieren escuchar y eso es algo que no sabes hacer. Además te va a pedir trabajar en equipo, con muchedumbre que no conoces y ya sabes que no eres bueno con el gentío nuevo. En política sus integrantes hacen cuartadas, conspiran, maquinan, y hacen planes en coffee shops costosos, traman, confunden, siempre están especulando en lo que están cavilando los otros de ellos, siempre quieren saber más de lo que deben saber, andan investigando, curioseando, desconfían de todos, de sus amigos, de sus conocidos.
A los políticos siempre la multitud les está reclamando favores, siempre les solicitan dinero, trabajo para sus familiares, becas, mercados. Tú no tienes ni en que caerte muerto, no tienes ni dinero, ni becas ni mercado en tu casa, qué les vas a ofrecer si no tienes ni con que comer tú mismo, por favor no te metas en política, ese es un campo en el que no te conviene estar, no te aporta nada y más bien si te demanda mucho, te pide ser quien no eres y quien nunca podrás ser. Termina con las asesorías a esos políticos que quieren ser elegidos, asegúrate que te paguen y compra los pasajes de avión que más te seduzcan y aléjate pronto.
Sé que quieres una cámara profesional de fotografía, cómprala, y has un curso de fotografía, y ponte a obtener fotos de todos esos políticos que tú conoces y que te sonríen, y que te dan la mano, y que dicen que eres bueno, pero que por la espalda le dicen a los demás que te tengan cuidado, que no te pierdan de vista porque en cualquier momento la puedes cagar, o los puedes cagar a ellos. Mira nada más, ahora resulta que los que antes decían ser tus amigos son lo que andan por ahí diciéndoles a los demás que tú no hiciste nada en la revocatoria de Petro, que fueron ellos. Tú y yo sabemos que ellos no serían capaces de adelantar ningún tipo de estrategia política, por eso es que la campaña a la presidencia del señor Zuluaga, por lo menos aquí en Bogotá, ha resultado ser todo un desastre.
Piénsalo bien, aún estás a tiempo, la última vez que regresaste al país te quedaste por política, y yo creo a veces que esa fue una funesta decisión, tal vez en este instante ya tendrías una vida hecha en otro país, seguramente serías un escritor menos corriente, tal vez ya estarías casado, en un país en donde lo puedas hacer con todas las garantías. Quédate allá en donde estás, no regreses, no vuelvas aquí, piénsalo bien, no tiene sentido cambiar una nueva vida por una cargada de incertidumbre y de intereses mezquinos, egoístas. Escribe escritor, gánate la vida decentemente, con disciplina y con sacrifico. Viaja y regresa en tres años, y concibe aquí una hermosa hija, luego vuélvete a ir y desde lejos asegúrate que a su madre y a tu hija no les haga falta nada, eso es lo que quieres, hazlo, no lo dudes.
Quedo a la espera de tu decisión, confió en tu capacidad para tomar decisiones acertadas, inteligentes.
Giovanni Acevedo
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