Es verdad que estamos hastiados del tema político y que necesitamos concentrarnos en el tema futbolístico para suavizar un poco esta intensa y polarizada campaña. Dudé mucho antes de escribir estas líneas porque la verdad dan miedo los ataques de sectores contrarios que han matoneado en redes sociales a periodistas, opinadores independientes, reinas de belleza, cantantes, actores y deportistas que se han atrevido a destapar su gusto por el candidato Iván Duque. Pero creo que prima ante todo el deber patriótico y el amor a nuestra querida Colombia. No espero cambiar la opinión de nadie pero sí deseo que se respete la mía al dar mis razones por las cuales votaré este 17 de junio por el candidato del Centro Democrático.
1. Tenemos que reivindicar el triunfo del NO en las urnas; los ciudadanos nos pronunciamos mostrando nuestro descontento con el acuerdo de La Habana y se desconoció esa opinión, lo cual es una afrenta a la democracia colombiana. No somos enemigos de la paz, pero sí de una paz mal negociada. Los acuerdos necesitan modificaciones de fondo y de forma, o de lo contrario se seguirán dando dádivas inmerecidas a los grupos insurgentes.
2. Soy capitalista, muchos de mis seres queridos y amigos lo son. No podemos permitir que un modelo socialista que no ha sido exitoso en ningún país del mundo sea implantado en Colombia.
3. Quiero que por fin haya metro en mi ciudad Bogotá, y no que por un capricho necio de Gustavo Petro se pierda lo avanzado por el actual alcalde Enrique Peñalosa. Iván Duque le daría continuidad al proyecto que comenzará a construirse en 2019 y que vería por fin la luz en 2024.
4. Mayoritariamente los gremios económicos se sienten más tranquilos si gana Duque, y yo también. Quiero que se siga apoyando la libre empresa y que no lleguemos al escenario de las expropiaciones (aunque ahora lo camuflen con «sugerir comprar») de empresarios que generan mucho empleo en nuestro país.
5. La seguridad y la institucionalidad tendrán un mejor futuro si Duque es presidente. Mal hacen los que subestiman la posibilidad de que Petro no se quiera volver un dictador; yo no quiero tomar ese riesgo, yo no quiero averiguarlo.
6. Quiero seguir teniendo libertad de expresión, y eso el candidato del Centro Democrático me lo garantiza. Así los progresistas digan que los que estamos con Duque usamos el miedo como método disuasivo, es una realidad que en países comunistas desaparecen a quien piense diferente, coartan la opinión y persiguen al que no esté de acuerdo con el dictadorzuelo de turno.
7. Con la victoria de Duque se sabe que en cuatro años volveremos a tener elecciones libres y democráticas, con el otro candidato quién sabe…
8. Nunca votaré por un candidato que en el pasado se haya levantado en armas contra el estado; a la gente se le olvida la historia o tal vez no la sabe. Iván Duque nunca ha hecho eso, no tiene experiencia empuñando fusiles, planeando atentados o secuestros.
9. Es hora de que un representante de mi generación llegue a dirigir las riendas de este país, para demostrar que los «medianamente jóvenes» somos capaces e idóneos para ocupar el cargo más importante de Colombia.
10. El futuro de nuestros hijos está en juego, es mucho lo que se define el próximo domingo. No quiero ver un éxodo de jóvenes colombianos que emigran por tomar una mala decisión, porque en su país no hay oportunidades, porque no libertades, porque escasea la comida, porque hay inflación y porque no hay futuro.
No sé quien me pueda estar leyendo, pero como reflexión cito al columnista Alfonso Cuéllar quien dijo… «el odio a Uribe no justifica joder a Colombia»
la revista Semana (14 feb. 2018) informa que, en 2009, Carlos Gaviria (comunista como petro) aseguró que: “Petro era un político capaz de traicionar sus principios a cambio de un resultado electoral”. Duras palabras. Y duras, las de The Economist, citadas por el economista Alberto Velásquez M. en El Colombiano del 30 de mayo: “Ni el temperamento ni las ideas [de Petro] lo hacen apto para ser presidente”.
Además, el cabo Wilson Lopez de la escuela de ingenieros militares fue asesinado cobardemente con una trampa explosiva que dejaron petro y sus secuaces después de asaltar un pueblo de la sabana de Bogotá en agosto 1986. ¿quieren mas?
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El Tiempo. En días pasados igualmente reproduce lo sostenido por Aurelio Suárez, analista de Blu Radio, que, coincidió en el Polo Democrático con Petro: “Así como en la alcaldía prometió mil cosas que no cumplió, hoy hace lo mismo en la campaña presidencial”.
En un video, que sin fecha circula en las redes, tomado del programa “Contrarreloj”, de Héctor Riveros (comunista como petro), el “ex” narcoterrorista indultado proclama: “El proyecto bolivariano [de Chávez] es el primer proyecto democrático en América Latina”. Sabedor del daño que decirlo puede causar a su aspiración electoral, echa mano del disfraz: el 14 de abril de este 2018, la revista Semana le inquiere por su “presunta cercanía ideológica con Maduro y Chávez”. “Eso no tiene sentido”, contesta.
¡ah! Y la nueva “aliada” de petro, si, la marimacho dijo: dijo “nadie olvidará que Petro fue el primero que trajo a Chávez a Colombia”.
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Tres casos de corrupción dichos por un comunista que es Alirio Suarez: Petro le ayudo a lavar 800 millones de dólares al city bank en la recompra del 32% de las acciones de la transportadora degass a nombre de lo público. La enorme comisión que ganaron el deuchsebank y la minera Goldman sasch, como comisión de éxito de los 300 millones que colocó para deuda de etb. le prorrogó a los operadores privados de transmilenio los contratos sin licitación, les permitió aumentar sus ganancias y les metió mas de un billón de pesos de la hacienda pública para completarles el vacío entre la tarifa comercial y la tarifa técnica que reciben.
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