La lucha contra nuestra cultura criminal

De las 50 ciudades más peligrosas del mundo, 5 están en Colombia. De esas 50, las 20 primeras son todas latinoamericanas, y de esas 50 ciudades, más de 40 en total están en América Latina.

Que dice eso de nuestras sociedades?. Si bien es cierto que la manera como esta estadística se determina es cuestionable, debido a que se mide con respecto al numero de habitantes y no se miden el volumen de crímenes que ocurren, ni las muertes en zonas de guerra o de conflicto, la realidad es que Latinoamérica queda muy mal parada, y no es el continente, es nuestra idiosincrasia de violencia e impunidad, nuestras desigualdades y mas triste aun, nuestros valores lo que explica esta lamentable realidad.

Empecemos por nuestro propio patio. Colombia tiene 5 ciudades en la lista: Cali, Medellín, Pereira, Cúcuta y Barranquilla. La cultura de violencia tan arraigada en nuestro medio se ve acompañada por la impunidad y la descomposición social generada por la destrucción de los valores morales del respeto a la vida, del trabajo honesto y de la justicia. El hecho que en una ciudad como Cali o Medellín muera mas gente en hechos violentos que, bajo el mismo método de medición, en las 10 ciudades mas peligrosas de los Estados Unidos, nos dice que nuestra cultura e instituciones están muy lejos de valorar y preservar la vida, la libertad y la seguridad de los Colombianos. Y aunque la crisis económica, la pobreza y la desigualdad social explican de alguna manera los comportamientos violentos y el crimen, es claro que no se trata solo de diferencias o dificultades económicas. En la misma lista hay 3 ciudades americanas, normalmente conocidas por desastres naturales, grandes desigualdades sociales o una importante desaceleración económica. Sin embargo, las muertes violentas son muy inferiores a la mayoría de las ciudades latinoamericanas de igual o menor población. Las razones? Hay un estado fuerte y sistema judicial y de policía que captura y castiga a los delincuentes, y hay una cultura de valor y respeto por la ley y la justicia.

Los casos de México y Brasil son especialmente alarmantes. Entre ambas naciones tienen más de la mitad de las ciudades en la lista. La lucha contra el narcotráfico en México explica en gran medida la situación en las ciudades Mexicanas. En Brasil el crimen organizado y una de las sociedades mas desiguales del mundo podrían explican la situación, pero el hecho de que estas naciones soporten violencia constante e incontrolable nos dice que nos hemos vuelto tolerantes con la violencia, hemos aprendido a vivir en ella y con ella.

El mundo, que empieza a mirar a Latinoamérica con ojos distintos, los ojos de una región en pleno crecimiento que poco a poco resuelve sus profundos problemas económicos y sociales, no recibe un buen mensaje al ver que nuestras ciudades, donde la inversión y el desarrollo ocurren, son los sitios mas peligrosos del planeta. Obviamente es mucho mas peligroso ir a Sudan del sur, Somalia, Siria o Yemen, pero estas son naciones inestables, en guerra o con revoluciones en proceso y gobiernos débiles e incapaces de ejercer autoridad e imponer el imperio de la ley. Los gobiernos de América Latina son democracias estables, popularmente elegidas y con gobiernos que tiene la estructura y capacidad de ejercer su autoridad. El mundo nos mira como una región de oportunidades, pero esas oportunidades pueden desaparecer si cada vez que aparecen, nuestras sociedades las esperan con un puñal o una pistola. Nuestros gobiernos tienen que usar este escalofriante informe para volver la seguridad ciudadana nuestra mayor prioridad y acompañar ese aparente milagro económico latinoamericano con un milagro social. De otra manera lo que nos hemos ganado con mucho esfuerzo en el terreno democrático y económico, nos lo va a quitar de las manos un puñado de violentos.