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Este sábado 21 de octubre, nos dejó Robert (Bobby) Charlton a los 86 años. Uno de los más grandes del fútbol inglés y europeo. Su camino hacia la grandeza estuvo marcado por una tragedia que lo moldeó desde una edad temprana: el desastre de Múnich.

Apenas con 20 años, Bobby Charlton vivió en carne propia el dramático accidente del vuelo 817 de la British European Airlines, que hacía escala en Múnich. El avión se partió en dos y quedó envuelto en llamas. Sorprendentemente, Charlton, quien había cambiado de asiento ese día, sobrevivió. Este episodio, que cobró la vida de varios de sus compañeros, se convirtió en un motor silencioso en su carrera futbolística.

Uno de los momentos cumbre de su carrera llegó en el Mundial de 1966, el primero que Inglaterra celebró en casa y el primero que ganaron en su historia. Este torneo reflejó la evolución de Charlton como futbolista. Comenzó como centro delantero y, con el paso del tiempo, adaptó su juego a medida que su físico cambió. Era un jugador hábil, maestro en fintas y cambios de ritmo, pero, sobre todo, era un estratega que entendía el juego en su totalidad.

En el Mundial de 1966, Bobby Charlton sintió sobre sus hombros (junto a Bobby Moore, el capitán del equipo) la responsabilidad de la selección inglesa. En las semifinales contra Portugal, enfrentaron a la leyenda del fútbol Eusebio, y Charlton dejó su huella marcando dos goles cruciales.

Este torneo no fue uno más; fue el primero en ser televisado en color a nivel mundial, a través de satélite. Sin embargo, estuvo rodeado de controversia arbitral, especialmente en una final donde un gol fantasma anotado por Hurst en el tiempo de descuento quedó en la historia del fútbol. Inglaterra ganó, y una indignada Alemania perdió.

La historia de Bobby Charlton es una de superación, liderazgo y resiliencia, que inspira a todos en el mundo del deporte y más allá. Un verdadero ejemplo de cómo enfrentar las adversidades y alcanzar la grandeza. En el Manchester United anotó 249 goles y jugó 748 partidos, fue goleador del equipo hasta que Wayne Rooney lo desbancó en el año 2017 con 250 goles.

Además de su destacada carrera como futbolista, Bobby Charlton también dejó una huella como director en el Manchester United. Después de colgar las botas en 1973, durante el año 1984 asumió el cargo de director del club que lo había visto crecer como jugador.

Bajo su dirección, el club continuó cosechando éxitos y mantuvo viva la tradición de excelencia que había caracterizado al Manchester United a lo largo de los años. Bobby Charlton demostró ser un líder tanto dentro como fuera del campo, una figura icónica en la historia del club y un testimonio de su dedicación y amor por el fútbol. Su legado como jugador sigue siendo una parte importante de la rica historia del Manchester United.

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