Nissan y los autos ZNA: la nueva apuesta de la marca en Colombia.

Fabricados en las mismas líneas de ensamblaje que se construyen los Nissan para China y el resto del mundo como exportaciones, la marca ZNA, gracias a unos buenos niveles de terminación, materiales, y a la robustez resultado de superar las más inclementes condiciones como lo hacen sus gemelos de Nissan en el momento de ser prototipos, promete empezar a romper la aprensión y el escepticismo que como una especie de halo cubre aún a parte de las automotrices Chinas en Colombia.

Los  vehículos de origen Chino están recorriendo más o menos el mismo tortuoso camino que les tocó a los Japoneses y a los Coreanos para lograr una porción bien importante del »pastel» que supone la totalidad de las ventas de carros alrededor del mundo. En cuanto a los Japoneses, ese largo trecho se inició con una desconfianza del público sobre la calidad de esos autos que de un momento a otro empezaron a invadir los principales mercados del mundo. Adicionalmente en mercados tan exigentes  -no para la época-,  como el de EE.UU, empezaron a romper la cultura en cuanto a que lo mejor era lo más grande, con las »reputadas latas gruesas» y motores de 8 cilindros potentes pero glotones a cual más.

En USA iniciando los setentas, parte del momento de la invasión Japonesa coincidió con el embargo de los países exportadores de petróleo, y ante la ausencia y carestía de los combustibles, los pequeños y desconocidos Japoneses se convirtieron en una más que justificada opción, dado el tamaño de sus motores, y el proporcional y disminuído consumo de gasolina. A medida que se fueron vendiendo pasaron los kilómetros y los años, y establecieron nuevos y altos parámetros de calidad, lo cual forjo la reputación de longevidad y confiabilidad que hasta el día de hoy tienen los autos nacidos en el país del sol naciente.

Ese mismo cambio se dió en Colombia principiando los 70s donde se empezó gradualmente a abandonar a los paquidérmicos autos gringos gracias a la oferta que para entonces entregaban nuestras ensambladoras, al margen de unas pocas »aperturas de ventana» que se dieron con importaciones pequeñas y esporádicas de autos mucho más eficientes en el consumo de combustible, hasta la total apertura desde los 90s.

Además del importante asunto de la calidad y el parco consumo, los »Japos» eran eficientes en nuestra topografía, y se valoraba desde su maniobrabilidad y equipamiento, hasta la facilidad de poderse estacionar en espacios pequeños, argumento que se volvió de peso cuando al dueño de un buen 5 metros de largo le negaban el estacionamiento en parqueaderos del centro de Bogotá.

Con los Coreanos aunque en un espacio de tiempo menor al que le tomó a los Japoneses, ocurrió casi lo mismo pues al principio y hasta hace poco, varios de sus modelos estaban basados en generaciones descontinuadas de carros con emblemas reconocidos  -lo que bajaba los costos de fabricación o ensamblaje-,  como es el caso de los Daewoo Racer y Cielo que desde 1993 empezaron a llenar las vitrinas Colombianas, y al cambiar los emblemas y pequeños detalles de accesorios y diseño quedabamos en realidad ante el Opel Kadett lanzado en Europa en 1984.

Esa sólida base, con el transcurrir de los kilómetros, dejó al descubierto que eran y son unas máquinas sumamente resistentes y relativamente baratas de mantener, lo cual creo casi una leyenda dentro del arduo trabajo que significa circular sin descanso 12 o 24 horas diarias, conducidos por los taxistas.

Al día de hoy las automotrices Coreanas tienen una reputación más que justificada, puesto que su tecnología y durabilidad están al mismo nivel o más, incluso que automotrices de longevidad decente y con muchos pergaminos. En China existen demasiadas marcas de vehículos, con las más pequeñas y de bajo presupuesto tendientes a desaparecer en el futuro, a menos que vayan por la senda de invertir lo suficiente en aras de lograr  unos niveles de investigación y desarrollo que les permitan ofrecer al público, productos con calidad de clase mundial.

Algunas llevarán el objetivo a buen puerto; otras, necesitaron asociarse con reputadas marcas, para compartir prácticamente en su totalidad, todos los requerimientos necesarios para producir buenos vehículos; es así como surgió la alianza ZNA Nissan al unirse la compañía China Dongfeng  -la tercera en ventas en la China-,  y Nissan como socios mayoritarios, para crear ZNA (Zhengzhou es la ciudad donde se fabrican; de ahí la sigla que significa Zhengzhou Nissan Automobile) cuyas primeras raíces datan de hace 17 años, lo que nos indica que no empezaron tan tarde como a veces se supone.

Pero lo más importante es el buen portafolio de productos que la marca trae a nuestro país. Armados en la misma línea con los Nissan, y diferenciándose ligeramente en lo estético basados todos en Nissan de generaciones previas  -por ahí vienen los precios más bajos, como en los mencionados Daewoo Racer y Cielo-,  resultan casi un clon de aquellos. Clones, en todo el sentido de la palabra pues en cuanto a su calidad general, igualan los exigentes test a los que se ven sometidos y »torturados» sus productos gemelos en la Nissan.

La descripción de los 4 modelos que trae la firma a Colombia cubiertos por una una garantía de 2 años o 50000 klómetros, comercializados en concesionarios ZNA, y con el servicio post venta ejecutado en los talleres de Nissan, es la siguiente:

Llegaron con 2 vans: una, la succe, una compacta que milita en el segmento de la Renault Scénic, Citroen C4 Picasso o Mazda 5 entre otras, con un diseño moderno y atractivo, con un equipo generoso que incluye 2 airbags y frenos abs. La impulsa un motor 1600 gasolina de 105 caballos. La siguiente van aumenta el tamaño, pues es casi tan larga como las de Chrysler y Honda (se llama Yumsun), motor 2 litros de 145 caballos, todo el pack de equipo eléctrico con 2 bolsas y abs, mas aire, tapicería en cuero etc.

El tercer modelo es una suv compacta llamada Oting, basada en la anterior generación de la Nissan xterra que no se vendió en éste mercado. Luce, como sus hermanas, muy llamativa y contemporánea, casi como el diseño de culquier modelo de marca conocida »recien salido del horno»………la propulsa un 4 cilindros turbo diesel de 2,5 litros obviamente de Nissan  con 107 caballos y, como buen Diesel,  entrega un buen torque constante de 26,5 kgm entre las 1600 y 2400 revoluciones.

Finalizamos con la pickup Rich basada en la buena Nissan D22, lanzada a finales de 2005 en el gigantesco país. Extensivas y detalladas pruebas, al igual que los otros 3 productos, superó la D22-Rich, para asegurarse que la calidad estuviera a la altura de lo esperado. Se probaron durante miles de kilómetros a alturas mayores a 5000 metros sobre el nivel del mar, y fueron expuestas a temperaturas ambiente de 35 grados bajo cero, y a »hornos» de 47 grados centígrados. Desde su lanzamiento en China, reputados estudios han demostrado que la calidad de la Rich, es exactamente igual de alta a la de su hermana gemela, la Nissan D22.

Merece la pena tener en cuenta estos vehículos cuando se trate de pensar en opciones que estén dentro de lo que se busca, pues si a la calidad, representación  -Nissan no se arriesgaría a dejar por el suelo su reputación-,   manufactura, diseño y equipo le sumamos unos precios atractivos, ya saben en que vitrinas los aguardan: donde seguramente después de conocer los vehículos, se llevarán una grata sorpresa.

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