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Sea en Bogotá, Medellín o Manizales, con placas locales, nada garantiza que esté libre de la mortal corrosión. Valor comercial al piso y amparo incierto, entre otros puntos graves a considerar
Se puede ver como cualquier otro vehículo en buen estado, pintura pareja y de buen tono en todas las partes. La línea en orden, con paneles a igual distancia alineados (puertas con guardabarros por ejemplo), sin aparentes arreglos, pero ese cáncer no tiene cura, y se encuentra en vehículos a la venta en ciudades del interior, con mayor frecuencia de lo que se creería.
Lo que más valoriza un carro usado es el estado de su estructura, el conjunto carrocería – chasís. Un carro con un pasado negro por un siniestro mal reparado, queda con huellas imborrables el resto de la vida porque un chasís torcido, una carrocería desajustada u oxidada no tienen arreglo.
Un motor se repara, una caja también, o se cambia, así como los amortiguadores y casi todo lo mecánico. La corrosión es un cáncer digamos de piel al principio, que va penetrando rápido hasta comerse todo. Una cosa es un paso de rueda o una puerta con un punto de óxido que se cambia, se le pone el anticorrosivo, y se pinta con toda la técnica, ahí la corrosión para.
Otra es cuando todo el vehículo estuvo expuesto a la sal y viento corrosivo cuando se usó en ciudades costeras o distantes a muy pocos kilómetros del mar. La corrosión invade todo, y empieza con su ”maligno” trabajo de destruir. Como no salta a la vista los primeros 2 o 3 años en el acabado exterior de pintura, cauchos, vidrios y elementos plásticos, pasa desapercibida. Un deterioro patrimonial por un valor comercial como usado que cae en torno al 25%, es una de las consecuencias.
Muchos colombianos de la costa, por eso se vienen a comprar al interior. La gente de Santa Marta o Cartagena, compra en Montería o Bucaramanga por esto. ¿Cómo detectarlo sin antes revisar a fondo? Detalles en los tornillos: los pequeños que sostienen las placas quedan corroídos para siempre, cubiertos con el típico tono del óxido. Al abrir el motor se ve lo mismo en los de las bases de los amortiguadores, los que ajustan el radiador, en los soportes del motor, y en todo lo que se vaya viendo de ese color. Hay que ir sospechando, así las placas sean de Bogotá, Medellín, Cali, Tunja, etcétera.
Pilas cuando el borde de los guardabarros se ve como pintado con una delgada capa en color negro, que puede corresponder al famoso anticorrosivo body schutz que se aplica para usarlo al lado del mar ¿Cómo dejarlo 100% en evidencia? Con la experiencia de mecánicos e ingenieros que lo examinen por debajo con linterna y luz láser en un concienzudo peritaje, como siempre se debe comprar cualquier usado, se hallan los focos de corrosión en las demás piezas. La corrosión es tan poderosa, que incluso penetra los autos comprados por ejemplo en Bogotá y que antes de ser utilizados en la costa son ”protegidos” con el body schutz.
Al quitarlo con un chorro de arena a presión, después de haber rodado al lado del mar, se ve el cáncer subyacente en los pisos, y si se retira el visible en el borde de los guardabarros – pasos de rueda, puede salir fácilmente con pedazos de estos. Ni hablar de un latonero que empiece a quitar pintura y a encontrarse las sorpresas en ”el casco” del buque….. así, estando en condiciones mecánicas perfectas, se raja en el peritaje, la asegurabilidad está sujeta a las políticas de las compañías -la gran mayoría se negará-, y nadie quiere comprar un vehículo con ese problema.
Comprador, otro punto más para no ahorrarse un buen peritaje y si lo compra barato, atenerse a las consecuencias. Vendedor, sea honesto con el que quiere ver su carro oxidado y si lo quiere vender, tiene que perder bastante dinero. ¿Probables clientes? Por el bajo precio al que se debe ofertar y contados con los dedos de una mano, sería atractivo para algunos mecánicos que se arriesgan a tenerlo sin seguro y lo van arreglando poco a poco (con limitaciones), o pilotos de carreras profesionales que les van cambiando los componentes de fábrica para correr en pistas, donde después de un tiempo la originalidad es muy inferior al 50%.
Para terminar, son suficientes unas salpicadas del mar sin lavado rápido a fondo, para el inicio del cáncer (el mar agitado cuando salpica en las avenidas de Cartagena). A propósito, es un verdadero milagro que no haya un accidente grave al día, cuando en barrios marginales de La Heroica todavía circulan esas ”hordas” de Nissan Patrol con 35 o 40 años torcidos por el óxido y los años, sirviéndole al transporte ilegal, único medio de supervivencia para un pequeño sector de la amplia población carente de oportunidades
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@MASERAGRANTURI
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