Ocho son «No Visibles», según el Programa Congreso Visible. Repaso de detenciones, reemplazos y ausentismos. Los electores tienen la palabra. Los congresistas serán entrevistados para completar la evaluación.
Por Luis Bravo, editor de Afro, VoteBien*
A enero de 2010, solamente 2 de los 10 congresistas afrocolombianos salen bien librados en la calificación que realiza el Programa Congreso Visible, teniendo en cuenta la información que ellos entregan sobre su gestión.
La preocupante mayoría, de un total de 13 que han pasado por el Congreso 2006-2010, viene siendo declarada «No Visible».
La magra lista de los «Visibles» podría por lo menos ascender a tres si se pudiera incluir al Representante Edgar Eulises Torres, encarcelado hace 5 meses.
Según expone este proyecto de Ciencia Política de la Universidad de Los Andes, se califica como «Congresista Visible» a aquel Senador o Representante a la Cámara que:
«de manera voluntaria y periódica entrega al Programa información sobre distintos aspectos de su trayectoria y su gestión parlamentaria, con el fin de fortalecer los principios de responsabilidad política y rendición de cuentas frente a la ciudadanía».
Dejando claro que la contribución de información recurrente es sólo uno de los varios criterios para aprobar o no la gestión de un congresista, no deja de ser interesante revisar la percepción de un Programa que es una buena herramienta para la opinión pública.
Los visibles: Piedad Córdoba y Julio Gallardo
Según el portal de Congreso Visible, esta especie de estampilla que certifica una buena práctica apenas favorece a una quinta parte de los parlamentarios afros.
Una es la senadora Piedad Córdoba, antioqueña del Partido Liberal, figura influyente de la oposición. Ella ha combinado, entre amores y odios, su trabajo parlamentario con una controvertida gestión para la liberación de secuestrados por las Farc.
Córdoba está en el Senado desde 1998 y su trabajo legislativo se ha enfocado en Derechos Humanos, Derechos de Género y de minorías étnicas y sexuales.
Fue recientemente señalada como una de las congresistas más ausentistas por el informe de la Procuraduría. Se defendió mencionando su compromiso con las liberaciones.
El otro «Visible» es el Representante sanandresano Julio E. Gallardo Archbold, que completa cuatro periodos en el Congreso. Fue elegido en 2006 como candidato del Movimiento de Integración Regional.
Su actividad legislativa en materia de relaciones exteriores deja algunos proyectos sancionados como Ley y otros en proceso de serlo.
Gallardo Archbold llegó a ser Presidente de la Cámara (2005-2006) y su nombre estuvo en la mira por supuestas irregularidades administrativas.
Fue acusado de peculado por el muy recordado representante José Fernando Castro Caicedo, quien falleció después de desvanecerse en plena sesión, víctima de un derrame cerebral.
La acusación hablaba de sobrecostos en la adquisición de vehículos blindados, pero fue finalmente archivada por la Corte Suprema de Justicia.
También tuvo atención mediática en 2006 cuando concluía su gestión y contrató la compra de 195 computadores portátiles y otros equipos informáticos para el uso de congresistas.
La adquisición fue obstruida cuando se descubrió que el contrato ascendía a $1.940 millones y cada equipo iba a costar cerca de $10 millones, algo que el Vicepresidente Francisco Santos calificó como un «regalo envenenado».
Los «No visibles»
El resto de parlamentarios afrocolombianos queda calificado como «No Visible». En este inventario figuran los Representantes Alberto Gordon May (San Andrés Islas), River Franklin Legro (Valle del Cauca) y María Isabel Urrutia (Negritudes).
Invisible también está el Representante Silfredo Morales (Negritudes), que acaba de obtener libertad provisional después de un tiempo bajo detención domiciliaria, resultado de varios procesos relacionados con su paso por la alcaldía de María La Baja, Bolívar.
Sin dificultades ante la ley ha ejercido el Pastor de la Iglesia Bautista Alberto Gordon May. Este isleño del Partido Liberal, cuya gestión fue comentada recientemente en un artículo de opinión en Afro, VoteBien, es descrito como un personaje con buenas intenciones pero con pocos resultados.
Una realidad que no es ajena al Congreso 2006-2010, tan criticado por su modestísima obra (con excepción de ciertos asuntos políticos que con celeridad han avanzado).
Del trabajo del «No Visible» Representante del Polo Democrático Alternativo (PDA), River Franklin Legro, tres proyectos, de los más de 50 que en Congreso Visible se registran con participación de este miembro de la oposición, han sido sancionados como Ley.
Fue polémica su participación en el debate de la Reforma Política cuando se evaluaba la prohibición de ser candidatos a cargos de elección popular a los condenados por delitos relacionados con grupos armados ilegales.
Legro planteó agregar: «Exceptuando los delitos políticos de procesos de paz anteriores o futuros pactados con el Gobierno», con la intención de fortalecerlos, pero fue interpretado como que eventualmente le abriría puertas a ex jefes paras.
La Representante por la circunscripción especial de negritudes María Isabel Urrutia, llegó a la Cámara en 2002 y repitió en 2006. Saltó a la fama como deportista gracias a su medalla de oro en levantamiento de pesas en los Olímpicos de Sídney 2000.
Su trabajo parlamentario ha enfatizado la defensa de los intereses de la comunidad afrocolombiana más golpeada, en sus términos, al tiempo que defiende la Constitución de 1991. Es autora de un Proyecto de Ley que busca penalizar prácticas de discriminación racial, cultural o étnica, entre otros.
Sin embargo, no ha atendido la invitación de Congreso Visible, que la exhorta a comunicar permanentemente sobre sus actividades.
Fallecimientos y reemplazos
Al Senado llegó el chocoano Rufino Córdoba en 2009, resultado de varios accidentes políticos. Córdoba había obtenido tan sólo 3.000 votos y se posesiónó como reemplazo del Senador José Gonzalo Gutiérrez, que falleció en diciembre de 2008.
El difunto, a su vez, había sido reemplazo del sucreño Álvaro García, uno de los primeros detenidos por parapolítica. Estos tres legisladores del golpeado Partido Colombia Democrática obtuvieron el sello de «No Visible».
También la muerte de un legislador obligó a que otro afrocolombiano fuera llamado a ocupar una curul en la Cámara. El bonaverense Hemel Hurtado entró a suplir la desaparición del Representante Orlando Duque, y cumpliendo un año de posesión acompaña a su antecesor en la lista de No Visibles.
Hurtado es considerado heredero del caudal del ex Senador Juan Carlos Martínez, y se perfila como candidato al Senado por la Alianza Democrática Nacional (ADN), un nuevo partido que fue presentado con bombos y platillos durante la Feria de Cali.
ADN nace de las cenizas de partidos golpeados por el escándalo como Colombia Viva y Convergencia Ciudadana, y es un proyecto político en el que pesa el muy mediático Juan Carlos Abadía, actual Gobernador del Valle.
Los encarcelados y sus sucesores
La lista se cierra con un grupo de legisladores afrocolombianos que incluye a aquellos que se encuentran actualmente en la cárcel, quienes dejaron sus funciones en el transcurso de 2009 sindicados de presuntos nexos con paramilitares: los Representantes chocoanos Odín Sánchez y Edgar Eulises Torres, acompañados por el ex senador vallecaucano Juan Carlos Martínez.
En cuanto a reemplazos, quien sustituyó al Senador Martínez después de su detención en abril de 2009, terminó siendo Jorge Antonio Trujillo, pues el siguiente en la lista estaba inhabilitado. Los meses en que este nortesantandereano no afro ha ocupado el puesto de Martínez no han sido suficientes para hacerse ver y resulta también calificado como «No Visible».
A Odín Sánchez, del Partido de la U, lo reemplazó en octubre pasado el ex Gobernador del Chocó, Ismael Aldana, Senador conservador entre 2002-2006. Aldana es ahora miembro del Partido de la U y no ha tenido tiempo para ser «Visible».
Sánchez es recordado por su protagonismo en debates y votaciones de la Reforma Política en los que se le encargó dirigir la plenaria, cuando era Primer Vicepresidente de la Cámara.
Fue crucial en la votación de diciembre de 2008 en que la Ley de Referendo fue aprobada en la madrugada, con el Ministro Fabio Valencia Cossio sentado en la mesa directiva.
Sus detractores lo acusaron de manejos arbitrarios como no darles la palabra a Representantes opositores. El congresista David Luna llegó a decirle: «A usted siempre lo traen a hacer el trabajo sucio».
Cambio Radical terminó perdiendo una curul con la detención del Representante chocoano Edgar Eulises Torres.
Efrén Palacios, que llegó a la Cámara en reemplazo de Torres, decidió cambiar de partido a los pocos días de posesionarse y gracias a la autorización legal de transfuguismo político, pasó al Partido Liberal. Torres se había ubicado en la lista de los Visibles; su sucesor no lo ha logrado.
En conclusión, y citando datos globales que Congreso Visible revela en su estudio del período 2006-2010, Visibles han sido considerados el 78% de los senadores y al 56% de los Representantes a la Cámara.
En el caso de los congresistas afrocolombianos actualmente en ejercicio de sus funciones se concluye que sólo una Senadora (50%) y un Representante (12.5%) reciben esta calificación favorable. Un Senador y 7 Representantes a la Cámara están en mora de dejarse ver.
Ausentismo
El tema del ausentismo parlamentario es capítulo aparte a la hora de aportar otros datos sobre la conducta de los «padres de la patria». Un informe reciente publicado por la Procuraduría indica la repetida inasistencia de 25 Senadores y 32 Representantes a la Cámara.
Por el lado de la «Cámara alta», el ya mencionado caso de Piedad Córdoba. El inventario por el lado de la Cámara incluye, desafortunadamente, a varios de los Representantes afros: los vigentes Hemel Hurtado y Silfredo Morales. Y en cuanto a los que ya no están: Odín Sánchez y Edgar Eulises Torres.
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