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Las tiendas aparecen como por arte de magia y llegan para quedarse. Y yo, como consumidora, me he convertido en su fanática. Me refiero a Tostao’ Pan & Café, locales que se han expandido sin pausa por Bogotá. Entre diciembre de 2015 y 2016, según información publicada en El Tiempo, la empresa Bakery Business International (BBI Colombia) abrió 100 tiendas en la ciudad, en cada una de ellas genera entre 3 y 7 empleos directos, no paga más de 3,5 millones de pesos por el arriendo de un local y la autogestión es la clave para el buen funcionamiento.

No son lugares para sentarse a conversar ni para conectarse por horas a internet y trabajar. Solo algunas tiendas tienen sillas. Además de pan y café, venden sánduches, ensaladas y fruta picada.

Nada es de tamaño gigante, todo está bien para calmar con productos siempre frescos el hambre, la sed y un antojo. A las tiendas a las que he entrado el movimiento es constante, como dice su eslogan: Sin prisa. Sin pausa. En la Feria del Libro, por ejemplo, la tienda de Tostao’ tuvo siempre una larga fila y la gente la siguió con paciencia.

Personalmente me siento muy bien como compradora porque creo que en Tostao’ la relación entre la empresa y el cliente es justa: por los precios, el servicio, los productos y la facilidad para ubicarla en casi todas las zonas de Bogotá. Está en Soacha, en Bosa, en el centro, en el norte, en Olaya, en Santa Lucía, en Suba, en Engativá, en Chapinero, Fontibón, Kennedy, Tunjuelito, por nombrar solo algunos lugares de la capital.

Creo que con su presencia ha conquistado un segmento del mercado que tal vez no está dispuesto a pagar por los cafés de tiendas como Oma, Juan Valdez o Starbucks, pero que quiere uno de buen sabor y mejor preparación que la de la greca en la tienda de la esquina. Todo el café es propio, de la marca Tostao’, el cual ellos definen como cultivado por pequeños agricultores y cooperativas de Colombia.

Me gustan estos negocios que ganan plata sin que uno sienta robado, sin abusar y pensando en un consumidor inteligente. Son una confirmación de que es posible ofrecer calidad y dejar al comprador contento, a la vez que los dueños obtienen muy buenas ganancias
Creo que el aumento de la clase media en el país también ha creado un nuevo consumidor que busca un balance entre calidad y precio y que con su decisión de compra marca nuevas tendencias. Nosotros como consumidores podemos definir el rumbo de los negocios. No lo olvidemos.

Y recuerde, si pasa por Tostao’, no deje de probar el croissant de chocolate y de llevarse una baguete para su casa. Los disfrutará.

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