Carta de un niño vendedor de flores a sus padres

Queridos mamá y papá,

Siento un poco de tristeza porque quería escribir esta carta contándoles de mejores resultados, pero ahora solo puedo hacerlo expresándoles cuáles fueron mis intenciones y cuál el resultado final de ese sueño por el que trabajé.

Primero que todo, quiero agradecerles por ser mis padres, por haberme dado la vida y por trabajar cada día con todas sus fuerzas para que yo tenga un techo, para que no me dé frío, para que tenga comida sobre mi plato y para que estudie y así un día pueda llegar a tener mis propios hijos y a darles lo mejor de mí, así como ustedes lo han hecho conmigo.

Sé que nuestra vida no ha sido fácil, sé que ustedes pasan por momentos muy difíciles pensando en cómo harán para proporcionarme lo que necesito cada día.
 
A veces siento un poco de miedo y de dolor cuando pienso en que, de pronto, yo soy una carga para ustedes porque todo el tiempo tienen que estar preocupándose por mí y por conseguir dinero para que yo pueda comer.

Aun así, veo que lo hacen con amor y que, así yo haga sus vidas más difíciles, ustedes me siguen amando y me alegran con todas sus sonrisas y abrazos.

A su lado me siento protegido, amado; siento que nada en el mundo me puede derrotar. Así sepa que cuando crezca mi vida también será difícil, así sepa que Dios no nos lo dio todo para levantarnos tranquilos cada día sabiendo que comeremos sin falta, el amor de ustedes me da todas las fuerzas y las esperanzas que necesito.

Por todo eso, gracias.

Siempre he pensado en que quiero agradecerles de alguna manera que no sea solo con mis palabras, mis abrazos y mi amor incondicional.

Fue por eso que al empezar este año mi propósito fue pasar de ser una carga a poder ayudar un poco y a convertirme en un hijo del que ustedes pudieran estar orgullosos. Mi sueño más profundo se convirtió en el de poder ofrecerles un poco de felicidad y de tranquilidad.

Así, durante cada uno de los días de este año me dediqué a vender mis flores, como de costumbre, pero guardando religiosamente esa pequeña parte que ustedes me han permitido conservar para mí, con el fin de hacerles un regalo en esta Navidad para empezar el próximo año con unas monedas que sean el símbolo de la tranquilidad que tanto ansiamos como familia.

Al principio creó que fui demasiado soñador; esperaba entregarles un ahorro que significara un cambio de vida…Pero no, no es nada fácil. Mis esfuerzos solo alcanzaron a llegar a unos cuantos pesos que no serán lo que nos haga cambiar de vida.

Aun así, se los entrego con todo mi amor; son el símbolo de mi trabajo y de lo que quiero ofrecerles a ustedes por el resto de mi vida como agradecimiento por ella: mi apoyo y mi amor incondicionales, y la seguridad de que siempre estaré ahí para entregarles todo lo que tengo, ya que lo único que necesito es su amor, y a ese no puedo renunciar.

Aquí tienen este pequeño ahorro para que celebremos la Navidad pidiendo que esos pesos puedan ayudarnos en alguna de nuestras necesidades para el año que viene.

Espero cada año poder ofrecerles algo más importante y espero algún día poder entregarles algo tan fuerte y poderoso, que cambie nuestras vidas para siempre.
 
Esa será la meta de mi existencia.

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