El doctor Peláez de regreso. Lo bueno lo malo y lo feo de W Radio
El doctor Peláez y Vicky en W Radio – foto tomada de Las2orillas
Según la promo, el Doctor Peláez venía a poner en la raya a Vicky, a bajarle el tonito, pero no hubo tal.
Acertó Julio Sánchez Cristo, (quien es sin duda el más grande en la industria de la radio), en traer de vuelta a semejante institución, (nos referimos al doctor Peláez), pero todos creíamos que Hernán iba a estar de doce a tres, mano a mano con Vicky, participando en el debate, en las llamadas de los oyentes, en la notas y comentarios varios, en la crítica, en todo, pero resulta que Vicky sigue manejando el espacio, ‘coordinando’ los debates en donde toma partido, sale con unas frases de mal gusto, en muchos casos luce desinformada y además es incoherente e inconsecuente.
Jairo, su escudero, habla cuando ella lo deja, eso, si no lo regaña o lo interrumpe, y no tiene la fuerza ni la autoridad para controvertirla.
Cuando Julio decidió traer a Vicky a la W, en lo cual muchos oyentes, estoy seguro, no estuvimos de acuerdo, ella llegó calmadita, como aprendiendo de su amarga experiencia en la FM, pero poco a poco fue cogiendo vuelo y ahora está impotable, gritona, impertinente, desaforada.
Tuvo una semana para olvidar, la entrevista a Elleen Moreno, donde estuvo parcializada y no tuvo en cuenta la regla número uno del periodismo, parte y contraparte, la presentación de esos videos sensacionalistas, mostrando ‘en exclusiva’ las supuestas agresiones a la actriz por parte de su expareja, la entrevista al ‘Hombre Calavera’ en la que Vicky le pedía a ese tenebroso personaje primeros planos de su lengua partida en dos, y de su nariz y orejas mutiladas, y para rematar, la grotesca entrevista con la reina del porno colombiano Esperanza Gómez, en la que Victoria Eugenia lució incoherente, porque se precia de ser muy conservadora, ‘chapada a la antigua’, y le dio rienda suelta a su imaginación, permitiendo que la invitada dijera lo que se le viniera a la cabeza, en ese espacio de medio día, que seguro muchos niños escuchan al estar la radio prendida en sus hogares. Son muchos los ‘personajes’ inadecuados que Vicky ha llevado a su espacio solo por ganar ‘rating’.
Cabe anotar que la necesidad de Vicky por figurar la hace caer en esas tentaciones y equivocaciones, por eso es necesario aclarar algo, cuando el Facebook Live se prende o la transmisión de video en vivo comienza, ¡se acabó la radio!, esas cifras de oyentes no son reales, porque no están escuchando la emisora, están en una plataforma o una red social, la radio es la radio y ya, y como bien lo decía el dr Peláez en su ‘estreno’, lo bonito de la radio siempre ha sido que le da espacio a la imaginación.
Vicky, ¨no hay radio que se ve o para ver¨, eso ya es televisión, y si se trata de hacerlo, pues se debe hacer bien, con todos los juguetes técnicos, no acomodando unas cámaras al aire, dejando ver el desorden de la cabina, improvisando en el audio, en el ´ponche’ de cámaras y demás, incluso, hasta el lenguaje cambia.
En nuestro concepto Vicky nunca ha encajado en la W, una emisora que tiene su estilo propio, su sello, con información noticiosa desde las tres de la mañana, dirigida de forma impecable por Julio Sánchez Cristo y con un equipo formidable de productores, periodistas, corresponsales, reporteros y demás en todo el mundo, no se necesita ‘venderle el alma al diablo’ para ser tendencia al mediodía, sin importar los contenidos y cómo y quién los presente.
Cuando se anunció con bombos y platillos el regreso del doctor Hernán Peláez a la radio, y a la W, se crearon falsas expectativas, porque está desperdiciado, (solo de una a dos), haciendo uno que otro comentario deportivo, presentando uno que otro tema musical y comentando una que otra noticia de la actualidad nacional. Para quienes lo admiramos y somos hinchas irrestrictos del doctor Peláez, nos complace escucharlo en cualquier horario, pero sería muy bueno que fuera el conductor de la franja de Vicky, no ‘su invitado’. Si a la una, horario en el que está al aire en la básica de Caracol ‘El Pulso del Fútbol’, el doctor Peláez cogiera las riendas del programa en la W, y hablara de balompié con Rafael Manzano, o con Andrés Torres, incluso con el profe Calvás, (para ‘cambiarle el chip’ de su anti fútbol), pues el éxito sería total.
Esa llegada de nuestro amigo Montoya a las dos se convierte en otra ‘Hora del Regreso’ y así no vale y no aguanta como dirían los jóvenes.
No entendemos como Manzano ya no está en esa franja de 12 a 3, porque sería sin duda el personaje indicado para interactuar con el doctor Peláez, pues sabe de música, de fútbol, de todo, y tiene el mundo en su cabeza.
Conociendo a Julito como lo conocemos, estamos seguros que hará un viraje y reacomodará sus fichas. El doctor Peláez no puede ser el segundo de Vicky, ni su coequipero, ni ‘su invitado’, a ella le falta ‘mucho pelo para la moña’. No se puede desaprovechar un personaje de esos, (nos referimos a Hernán), teniéndolo una hora, sin que él tome el mando.
Par finalizar, digamos que la salida de Camila Zuluaga, apreciándola como la apreciamos, ya era anunciada, se le estaba acabando su encanto y supo tomar la decisión. Debió por lo menos despedirse de sus oyentes. A su reemplazo, María Camila Díaz, hay que darle tiempo, pero en comienzo no nos gustó.
Por lo demás, la franja de 3 de la mañana a 12 del día sigue siendo la mejor de la radio colombiana, incluso a nivel internacional, con muchos aciertos a nivel periodístico, en cubrimientos, en servicio social, con un equipo de lujo, donde se mezcla información, entretenimiento, debate, investigación y divertimento, todo bajo la dirección del mejor, Julio Sánchez Cristo.
Lastimosamente, en ocasiones, caen en el ‘síndrome de la chiva’, como les pasó con el ‘supuesto rescate’ del niño Cristo José, de cinco años, secuestrado en Santander, hijo del Alcalde del Carmen, y sacaron al aire una información no confirmada. Incluso Vicky en su espacio le hizo una entrevista al papá del niño, con sus acostumbradas e impertinentes preguntas, sin siquiera tener claro si el niño estaba libre o no.
Sacando los comerciales en vivo de Natalia Henao y su amiga de turno, (ordinarios y caricaturescos), las salidas de chiros del doctor Casas, las preguntas de Félix en las entrevistas, donde parece siempre un inquisidor, (es mejor cuando luce relajado, fresco y sin afán de corchar a nadie y se olvida de su odio al expresidente Uribe), los ‘spoiler’ repetitivos de las series de Netflix que nos dañan la expectativa, el exceso de Karaoke, las llamadas cortadas abruptamente a los oyentes, en ocasiones ignorando sus preguntas o comentarios, los ‘horrores’ en la redacción y presentación de los informes de algunos corresponsales nacionales, maltratando nuestro idioma, y las extensas entrevistas con algunos personajes que ‘ni fu ni fa’, (en inglés), sacando eso y otras cositas más, que se nos olvidan en este momento, la W Radio es sin duda la mejor emisora en Colombia y de las mejores a nivel internacional.
Si al doctor Peláez se le aprovecha al cien por ciento en la W, (en el mejor sentido de la palabra), borrarán de un tajo lo poquito que queda de Blu, RCN y la Básica de Caracol.
‘Deportes W’ cada día mejor con Andrés Torres y su equipo, ‘Partida W’ excelente, la ‘Hora del Regreso’, con ‘monto’, bien, como siempre, y Salsa con Estilo, un ícono de la radio.
Vicky definitivamente no encaja en la W, su Facebook live será tendencia siempre, pero eso no es radio, eso es otra cosa. La radio se debe escuchar por sí sola, por sus conductores y sus contenidos, no por la el sensacionalismo y el amarillismo.
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Primero, este señor no es doctor. Es ingeniero, que es algo muy diferente. Segundo, ya debería retirarse, y darle la oportunidad a muchos jóvenes, que están buscando ubicarse en la profesión. Tercero, no creo, que sea pues el non plus ultra del periodismo, como lo califican aquí.
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