Por muchos años me acostumbré a ver a Millos en el fondo de la tabla de posiciones, peleando semestre a semestre clasificaciones de última hora a cuadrangulares casi siempre con resultados adversos.
Por eso, en esta nueva etapa del renacer azul, los logros alcanzados los celebro con el alma y los disfruto como si se constituyeran en títulos internacionales que catapulten a nuestro amado equipo a los sitiales más altos del orden futbolístico mundial.
No hay que hacer mucho esfuerzo para traer a la memoria partidos contra equipos como Envigado, Chicó, Huila, etc.… que en cada visita al Campin lucían como el Manchester, la Juve o el mismísimo Real Madrid al lado de nuestro equipo. La situación era más sufrida y dolorosa cuando al frente se plantaba uno de los llamados equipos grandes del rentado.
Yo no olvido eso, no olvido que hasta los jugadores normalitos de nuestro fútbol veían a Millos como su última opción laboral, no olvido que los dirigentes de los otros equipos eran reticentes a negociar con nuestro equipo y tan solo se “desenhuesaban” con Millos de aquellos jugadores que les sobraban en sus plantillas, y no olvido que por décadas fuimos el “hazme reír “de las hinchadas rivales.
Los oscuros recuerdos de aquellas épocas dolorosas han hecho que ahora valore cada resultado, cada triunfo, cada punto, cada buen partido, cada buen comentario que despierte el equipo. Mucho más cuando los logros corresponden a clasificaciones a instancias definitivas, y la posibilidad de conseguir esos títulos que por mucho tiempo parecían reservadospara los otros equipos que hacían parte del FPC.
¿Cómo no valorar entonces la actualidad institucional y deportiva de Millos? ¿Cómo no festejar el hecho que Millos ya no es más el convidado de piedra del campeonato y ha retomado el protagonismo en tan solo tres años desde que se inició el rescate administrativo?
Y esa actualidad muestra a un equipo protagonista y candidato a pelear con éxito dos frentes a cual más importantes.
El primero que se aparece en el camino es el de la Copa, menospreciada por muchos pero que hoy, por disputarse ante el más enconado de nuestros rivales ha adquirido especial relevancia no solo entre la fanaticada azul, sino en el país futbolero en general que espera con atención, y mucho morbo, el desarrollo de esta finalísima soñada por los altísimos niveles de audiencia y expectativa que genera el enfrentamiento de los dos equipos que más odios y afectos despiertan entre los colombianos.
Seguramente no será una serie fácil. El verde de Medellín ha sido el equipo más regular a lo largo del año, el que más puntos ha sumado, el que más goles ha anotado, el de mejor diferencia de gol, cuenta con una nómina amplia, sin olvidar la ventaja que implica contar con el respaldo financiero e institucional de la organización propietaria de los derechos del torneo.
Por nuestro lado, Millos ocupa el tercer lugar en la reclasificación, con una diferencia de gol a lo largo del año de +20 se constituye en el segundo equipo más equilibrado del año, contamos con el máximo goleador del torneo que viene en racha y haciendo gala de ser, sin duda alguna, el mejor jugador hoy por hoy de nuestro fútbol, un arquero como Delgado que ha sido prenda de garantía y seguridad en los recientes juegos del azul y, seguramente, con el deseo de nuestros jugadores por retribuir el incesante aliento de esta hinchada con la alegría inmensa que significaría salir campeón de este torneo, dando la vuelta en la propia casa del rival de marras.
Considero que esta final, a pesar de todos los problemas de Millos a lo largo del año en el tema de lesiones, enfermedades y demás, luce equilibrada, de poder a poder, mano a mano. El DT Torres tendrá que tomar, eso sí, los correctivos necesarios para ajustar algunos movimientos en materia defensiva que han hecho ver mal a nuestra zona posterior y han obligado a Delgado a usar nuevamente su traje de héroe, para contrarrestar el constante asedio de los atacantes rivales.
Será una final abierta, luchada de principio a fin en la que los dos contendores tienen las mismas posibilidades futbolísticas para salir victoriosos.
Entreverada con la disputa de esta serie final estará el inicio de los cuadrangulares finales en los cuales nos correspondió en suerte, como segunda cabeza de serie, enfrentar al Deportivo Cali, al Deportivo Pasto y al Once Caldas.
Sobre el papel es una serie accesible, con rivales como los pastusos y los blancos que hasta la última fecha confirmaron su clasificación, y otro como el verde caleño que aunque clasificado con anticipación, no dejó un buen sabor futbolístico de sus últimas presentaciones.
Aunque la historia reciente no juega, las estadísticas muestran una tendencia positiva en los enfrentamientos con el Once de Manizales al cual este año hemos enfrentado en cuatro oportunidades con un saldo a favor de tres victorias y una derrota (por un dudoso penal en contra).
Contra el Pasto, los antecedentes recientes muestran un marcado equilibrio. En Pasto generalmente perdemos y en el Campin generalmente ganamos.
Con el Deportivo Cali la tendencia reciente ha sido pareja. En cuatro enfrentamientos que hemos tenido este año, dos fueron empate, una derrota y una victoria. El equipo de Leonel a lo largo del año se ha hecho fuerte en sus compromisos como visitante; como local se le dificulta ganar pero poco pierde, cuenta con jugadores de buena técnica y es, en principio, el rival a vencer en el cuadrangular.
En conclusión, sin ser el cuadrangular “de la muerte”, será una serie bastante equilibrada con equipos que algún merecimiento hicieron para llegar a estas instancias semifinales. Sin exagerados triunfalismos, podemos esperar con optimismo que Millos saque a relucir la jerarquía que hoy por hoy, a pesar de cierta irregularidad mostrada a lo largo del semestre, lo ubicó como el segundo mejor equipo de la Liga lo que nos otorgó la ventaja deportiva que da el llamado «punto invisible» que, en caso de igualdad en puntos, será el primer ítem de desempate. Ya una vez nos sirvió para llegar a la final y al posterior título.
Tenemos razones de sobra para ilusionarnos, ¿cómo no? Pero hay que respetar a los rivales, darles su verdadera dimensión. No olvidar que todos y cada uno de los aspirantes al título de Liga, así como nuestro contrincante en la final de Copa se preparan, planifican, y se ilusionan igual que nosotros con ganar.
Se vale soñar con la doble corona, claro que se vale soñar, Millos cuenta con el fútbol, con la sapiencia de su cuerpo técnico, con una plantilla de jugadores de primerísima calidad, con la mejor hinchada del país que, aunque no juega, si llena al equipo de aliento y de las mejores energías para sacar adelante esta doble ilusiòn que hoy nos embarga.
Nadie dice que será fácil, nadie asegura que se logrará, pero sin lugar a dudas SE VALE SOÑAR con la conquista de esta doble ilusión.
Cordial y albiazul saludo
jajajajaja….»Millos cuenta con una plantilla de primerisima calidad»!!!., ……pero será el millos por alla de 1988…… Sobre todo con troncazos como Alex Diaz, el leñero Cadavid, el correloncito Asprilla…….. Ojalá y estos directivos entren en razón y se den cuenta que los titulos se ganan con buenas nóminas y buenas contrataciones!!.
Por ahora siga soñando señor Blogger…..
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Se llego la hora de la verdad y ojala sea de plena alegria para nosotros los azules. Ahora solo queda apoyar, energia positiva y pedir a nuestros jugadores que dejen la piel en el campo.
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