A mi me gustan las historias de amor; mucho más si esas historias se entrelazan con temas gastronómicos. Así fue como me enteré de lo que hay detrás de un sitio aquí en la Costa Caribe que se llama Sweet Art, el emprendimiento de una pareja de tortolitos que se conocieron desde el colegio y que su relación fue madurando hasta el punto que actualmente ya son esposos. A Chabely Rada Maury, una joven barranquillera, se le ocurrió alguna vez regalarle a su pareja, Ronny Martínez, unas fresas con chocolate, hechas con sus propias manos, y aprovechando la sabiduría repostera de su madre. El regalo quedó espectacular, pero a Ronny no era que le gustaran mucho las fresas, pero quedó tan impresionado con el detalle que le dijo a ella que debían poner un negocio con ese concepto, inicialmente ensayando por redes sociales a ver cómo les iba. Los resultados fueron apoteósicos al punto que ambos abandonaron sus trabajos para dedicarse solamente a las ventas, que ya se desbordaban y les consumían la mayor parte del tiempo.
Así nació Sweet Art, un sitio maravilloso que conocí hace poco menos de un mes, cuando estaba haciendo el recorrido de los mejores lugares para desayunar y para comer postres en la ciudad de Santa Marta. Han sido tan exitosos, que a pesar de haber nacido como marca en la capital del Atlántico, ya empiezan a crecer en otros departamentos, como el del Magdalena. De igual manera se vieron obligados, viendo la oportunidad de negocio, a no solo tener opciones dulces en su carta. Es así como se pueden encontrar wafles, calentados, montaditos, un espectacular waffle de pandebono (que yo probé y me encantó), huevos gratinados rancheros y pancakes de Nutella. Eso en cuanto a desayunos; pero para almuerzos o cenas románticas, porque el sitio también se presta (inclusive tienen paquetes especializados al respecto) se tienen opciones como arroz caldoso de mariscos, bife de San Telmo, bondiola de piña, una suprema de pollo en salsa cremosa inmejorable, un plato que se llama dizque “propuesta en Venecia” (fetuccini en salsa cremosa de pistacho con calamares sazonados y salteados) y gran variedad de sándwiches y wraps.
Pero volvamos al inicio, porque ellos, como en el amor, empezaron por lo dulce; los postres del lugar son campeones. Profiteroles con helado, brownie de ganache de milo, volcán fay de chocolate, dessert jar (fresas en mitades, brownie, ganache de chocolate negro y crema chantilly de la casa) entre otras opciones. Ellos no se olvidan de sus inicios, de como empezó esa dulce historia de amor en Barranquilla, por eso Sweet Art sigue actualmente ofreciendo a sus clientes esos detalles especiales de fresas, rosas, chocolates y todas esas cosas que le encantan a las mujeres. Yo próximamente me animaré a hacerles un pedido para quedar como un príncipe con Il Amore Mío, nunca había visto unos arreglos tan chéveres y con fresas de chocolate tan grandes y tan bien presentadas. ¡Da es hasta pesar comérselas!
Dirección en Barranquilla: carrera 43 No 87-120 Capri
Dirección en Santa Marta: carrera 1c No 24-04
Instagram: @sweetart_col y @sweetart_santamarta
Menú: ver carta
Sweet Art cuenta una cautivadora historia de amor entrelazada con la pasión por la comida en la costa caribeña mientras poppy playtime chapter 3 muestra cómo las relaciones personales pueden inspirar proyectos creativos.
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