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Antes de entrar en materia, estimado lector, le pido me permita usar un par de líneas para presentarme y ponerlo en contexto. Mi nombre es Andrés Felipe Álvarez, acabo de cumplir 34 años y hace un poco más de 4 renuncié a mi trabajo. Era reportero en un diario, uno de los cinco más leídos de Colombia. Pasé la carta de renuncia luego de ocho años de trabajo. No me resultó para nada difícil, luego de convencer a mi esposa Lina de que nos fuéramos a viajar por el mundo sin fecha de regreso. Ella también renunció a su trabajo como gerente de logística del suroccidente colombiano en una de las dos empresas de lácteos más grandes del país. Compramos una camioneta Renault Kangoo modelo 2007 y la acondicionamos como una pequeña casa rodante; con una cocina que funciona a gas y corriente eléctrica para conectar un ventilador, una olla arrocera y para cargar computador y cámara. Creamos el blog www.renunciamosyviajamos.com y con él una comunidad en redes sociales. Viajamos dos años, sin pausa, desde Palmira, Valle del Cauca, Colombia, hasta la frontera de México con Estados Unidos. Ida y vuelta. Más de 700 días. 10 países. Sin dinero. Vendiendo postales. Muchos amigos.

Y con todo eso vivido, escribimos un libro. Se llama Renunciar y Viajar, el trabajo donde brilla el sol. Y lo publicamos nosotros mismos. En Colombia. Lea también: así es tener un blog de viajes, eso que parece tan fácil

LibroSe trata básicamente de la historia real de una pareja de profesionales colombianos, Andrés y Lina,  que renunció a sus trabajos para dedicar hasta el último voltio de su energía vital en cumplir su sueño de viajar por el mundo haciendo amigos y aprendiendo de las culturas de los pueblos. ¿Cómo tomaron la decisión? ¿Cómo convirtieron una camioneta pequeña, su primer carro, en una casa rodante? ¿Qué descubrieron en el camino? ¿Se encontraron con todos los peligros que tamborilea la televisión día y noche? Todo se cuenta al interior de sus 316 páginas con crónicas viajeras, fotografías a color y mapas con presupuesto diario y kilometraje.

Imprimimos 2000 ejemplares. Un montón de cajas. Más de una tonelada de libros.

 

¿Por qué auto publicarlo?

Cali-Renunciamos-y-viajamos-4No tuvimos que gastar muchas neuronas analizando la situación: la certeza de darle vida al libro por cuenta propia llegó luego de escuchar unas cuantas historias de la superficie del negocio editorial en Colombia. Publicar un libro en este país –especialmente si uno es un don nadie en el microcosmos de las letras- es dificilísimo. Tocar las puertas de editoriales de diverso pelaje que conviertan en un libro –bonito, vendible- esos meses de escritura, desvelos, borrones y cuentas nuevas, podría convertirse en un viacrucis con estación final en el abandono del sueño de publicar.

También puedes leer: Alerta, colombianos viajando.

Tres autoras amigas –sí, #ColombiaTieneEscritoras- nos convencieron con sus experiencias del proceso y finalización de sus libros. La primera es Yamila, una bloguera española con una historia de vida maravillosa de amor por una perrita que rescató en los Llanos Orientales y luego se llevó a viajar por el mundo. Tocó las puertas de cuanta editorial encontró con su manuscrito bajo el brazo. Varios trataron de convencerla de que su historia casi no tenía público y le cobraban hasta un par de miles de dólares para imprimir y distribuir algunos de los libros, bajo demanda. No le pagaban por su libro, le cobraban por hacerlo: los mandó al carajo. Hizo una campaña de crowdfunding, y recogió los fondos para imprimir. Su libro fue uno de los más vendidos y mencionados en la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Hasta el controvertido Fernando Vallejo dijo que su perrita era la reina de la Filbo.

La otra amiga, Natalia, también bloguera, anduvo por los mismos pasos. Incluso, alguien se ofreció a editar su libro y terminaron robándola. Hasta que lo hizo por cuenta propia.

La tercera es un caso aparte. Escribió una novela, firmó con un editorial y vendió muchos libros. Se empezó a hacer un nombre. Hasta allí todo muy bien. Pero nos contó que por cada ejemplar vendido que, supongamos, tiene un valor de $40.000, se gana menos de $2.000. 

No gracias. Por ahora no.

Lo hacemos nosotros mismos.

Había un aliciente que no paraba de latir: Renunciamos y Viajamos se acerca a los 50.000 seguidores en redes sociales, y los lectores de las historias en nuestro blog se cuentan mensualmente por decenas de miles. Digamos que si el 10% comprase nuestro libro, cinco mil personas, estamos salvados. Ya tenemos la vitrina. Hay mucha gente que nos sigue. Lo único que tenía que hacer ese libro para llegar a ese público era existir. Pero no.

Nada más lejos de la realidad.

Puede seguir a Renunciamos y viajamos en Facebook, Instagram, Twitter, o suscribirse a nuestro canal de Youtube

Vender un libro en Colombia es como poner un puesto de verduras en la fábrica de chocolates de Willy Wonka. Ya les contaré de eso cuando hablemos de la distribución.

Antes, manos a la obra con el proceso creativo del libro.

¿Tienes un medio de comunicación y te gustaría reseñar nuestro libro? Escríbenos a hola@renunciamosyviajamos.com

CREACIÓN

Escritura

Pijao-Quindio-Colombia-2017-Renunciamos-y-viajamos-6Aquí no me voy a detener mucho. Sólo les voy a contar que desandamos en un mes el camino que habíamos recorrido durante dos años; debíamos llegar a casa a escribir el libro. Aunque en el blog de Renunciamos y Viajamos habíamos contado el devenir y los descubrimientos del viaje en cataratas de letras, fotos y videos, escribir un libro por primera vez es un acto que requiere de total atención para llegar a buen puerto. Y necesitábamos quietud. Condujimos desde Monterrey, México, hasta Palmira, Colombia, en un par de meses: 9 países, casi 20 fronteras, más de 7.000 kilómetros. Mandar la camioneta en barco desde Panamá a Colombia. Volar a Medellín. Ir a Cartagena por el carro. Conducir y conducir. Bienvenido al Valle del Cauca. Llegar a casa. Todo por escribir el libro. Pero me costó empezar. Me costó quedarme quieto.

Te puede interesar: Parar de viajar para escribir un libro

Llevaba más de diez años martillando un teclado para ganarme la vida como periodista y me costó muchísimo empezar a contar el inventario de vivencias que transformó nuestras vidas los últimos dos años. Al fin, un día de noviembre empecé. Y salvo las veces que viajamos a Putumayo, a México, a Santa Marta y al carnaval del Diablo en Río Sucio, no hice más que escribir y escribir sin parar. También borrar y borrar. Y volver a empezar. Trasnochar y leer tantos libros y tantas horas como nunca había hecho en mi vida.

Mal contados, invertí ocho meses en la escritura de nuestro primer libro. Ocho meses después de haberle ganado la batalla a la primera página en blanco, le abría la compuerta a un río desbocado de trabajo imparable para poder publicarlo y hacer que llegara a mochilas de viajeros, mesitas de noche de almas soñadoras y escritorios de oficinistas que necesitan un empujón para lanzarse a la aventura.

Puede leer el primer capítulo del libro, completamente gratis, aquí.

Editor

Amor-a-lo-nuestro-20-julio-2017Me lo leí varias veces; unas cuatro. Lina otras tantas. Y cada vez le encontrábamos un nuevo error. Entonces contraté un editor. Bueno, decir contraté puede sonar un poco pretencioso: le pedí el favor a un amigo al que quiero y admiro mucho pero, sobre todo, confío en su criterio de periodista con olfato afilado y lector voraz: Adolfo Ochoa Moyano, ganador del premio Simón Bolívar, cronista y editor de medios. Así como el músico necesita que alguien escuche su melodía antes de ir a grabar, el escritor requiere que alguien, un profesional preferiblemente, lea su texto antes de imprimirlo.

Mi editor me puso a trabajar. Me hizo preguntas. Me dijo con franqueza cuando algo no se entendía. Me propuso formas. Discutimos puntos de vista. De haber sido al contrario, ambos habríamos perdido el tiempo. Un buen editor es el que puede poner tu texto patas arriba, hacerte sacudirlo, mutilarlo y después  rearmarlo de la mejor forma posible.  Tenerlo es un acto de respeto hacia el lector.

Adolfo, además, nos hizo el honor de escribir el texto de la contraportada, ese anzuelo tan importante a la hora de pescar un nuevo lector.

Fotografías

Lina se dio a la difícil tarea de seleccionar fotografías de dos años de viaje para entregarle al lector sensaciones más reales de algunas de las historias que en el libro se contaban en letras. Al final el filtro decantó 45 fotos. Lea aquí: Sibundoy, historia tras una foto ganadora.

Diagramación

Como no estamos hablando de la impresión de una ruma de páginas de Word anilladas en la esquina de la universidad, hay que diagramar los textos, hacerles márgenes, numerar las páginas, acomodar los pies de páginas, hacer el índice, acomodar las fotos, escoger el tipo de letra. Darle un tratamiento estético, físicamente hablando. Lina y yo no teníamos ni idea de hacerlo y no queríamos a nuestro primer libro como conejillo de indias de tutoriales de Youtube. Entonces contratamos –le pedimos el favor por un costo casi simbólico, una promoción de pura amistad- a Vanessa García, una amiga diseñadora industrial de la Universidad Nacional que tiene experiencia en trabajo con diseño editorial de su universidad. No solo lo hizo en tiempo récord, su trabajo fue impecable y además nos ayudó a leer y pescar errores una vez más.

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Ilustraciones – Diseño de portada

Si bien es cierto que la esencia del libro son sus textos, un libro con una buena portada puede captar la atención del lector como un pastel en una vitrina. Si el pastel te lo sirven en migajas probablemente sepa igual que si está bien presentado. Pero si es provocativo y cumple las expectativas, es probable que lo escojas de primero y luego de comerlo esperes la llegada del próximo postre. Así puede pasar con un libro que enamore a primera vista, desde la portada.

Ya teníamos experiencia con un duro de la ilustración, nuestro amigo Fabián Ruiz, Fargo Art, quien años atrás nos dibujó exactos en una caricatura para el logo de Renunciamos y Viajamos.  Le presentamos la idea en un boceto inicial y diseñó una portada que de entrada nos dejó encantados. El libro blanco, nosotros y el carro con un atardecer de fondo. Primer impacto,  sensación de libertad.  Adentro el trabajo fue mucho mejor. Cada capítulo contiene historias de un país del recorrido y va ilustrado con un mapa que resalta lugares icónicos de la nación y momentos clave de las historias que en ese capítulo se cuentan. Además, las ilustraciones incluyen datos claves como cuánto nos gastamos en promedio diario en cada país, cuántos kilómetros recorrimos y cuántos días nos quedamos.

¿Cómo vivimos viajando sin ser millonarios? Aquí te contamos

¿Le gustaría renunciar a su trabajo para dedicarse a viajar?, siga estos 10 consejos

Prólogo

¿Hacerlo o no hacerlo? ¿Es necesario?

Nosotros dijimos sí. Siempre tuvimos en mente la pluma que queríamos para escribirlo, y contamos con la fortuna de que aceptó gustosa, entre abrazos y felicidades. Se trata de Paola Guevara, autora del bellísimo libro Mi padre y otros accidentes, ex compañera y amiga periodista. Las tres páginas que dedicó a hablar de esta historia, de sus autores y del sentido que los viajes le dan a la vida, son un golazo en el primer minuto. Al recorrer esas letras, el lector queda listo para empezar el viaje literario por el que lo llevaremos el resto de las páginas. Además, una voz de autoridad tan actual en el gremio de las letras colombianas es un respaldo de peso para el primer libro de un autor que espera escalar con el paso del tiempo.

EDITORIAL

Logo-renunciamos-ediciones-en-negroCreamos un sello editorial propio: Renunciamos Ediciones. Si bien es un sello que no constituimos legalmente –por ahora-, es una marca naciente que nos hace pensar en publicar los próximos  libros de Renunciamos y Viajamos envueltos en este distintivo. Incluso, ¿quién quita que en un futuro le ayudemos a publicar sus libros a otros viajeros soñadores como nosotros? Se trata de hacer intentos y mejorar cada vez.

Fabián, el genio de la portada, diseñó el logo en el que incluyó a los tres protagonistas de la historia: Andrés, Lina y La Jebi –así se llama la camioneta-. El logo describe nuestra historia diaria en cada viaje para poder dar cada paso: uno jala y el otro empuja.

En este link: Fotos de 50 lugares hasta donde llegamos con nuestro carro

 

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*Para tener en cuenta*

Ya vieron, este proyecto fue posible gracias a manos amigas que se estrecharon para ayudarnos a lograrlo. Sin embargo, y con la excepción de Paola Guevara que insistió en escribir el prólogo sin cobrarnos, a todos nuestros amigos les pagamos por sus servicios. Llegamos a un acuerdo con ellos –traducción: les regateamos hasta último minuto- y destinamos parte del presupuesto de impresión para remunerar su valioso trabajo, sin el cual este proyecto seguiría siendo un archivo en PDF.

Por supuesto que queremos vender muchos libros. Más que Harry Potter –Ja-. Y que si lo logramos podemos obtener ganancias de nuestro trabajo. Entonces, ¿por qué no pagarle a quienes nos ayudaron a lograrlo? Además, cuando un trabajo se asume como tal por parte del artista, uno puede presionar un poquito más con tiempos de entrega y cambios, tarea imposible si las cosas fuesen vistas como ‘un favor’.

Nada fácil hasta aquí, ¿verdad? Para no hacer de esta entrada un texto más largo que el libro al que se refiere, por hoy lo dejo hasta aquí, pero la próxima semana, en una nueva entrega, te contaré cómo es el proceso de registro de un libro y cómo puedes hacerlo por tu propia cuenta.

  • Cómo se obtiene el código ISBN: International Standard Book Number.
  • Cómo registrar los derechos de autor de tu libro.

También responderemos a la pregunta ¿cuánto cuesta auto publicar un libro en Colombia? Te vamos a contar cómo fue el lanzamiento, cómo hemos promocionado nuestro libro y cuáles han sido los resultados que hemos obtenido con sus ventas.

Si no aguantas hasta entonces para ver cómo fue el resultado final del libro, y quieres dejarte llevar por sus aventuras viajeras, puedes comprarlo haciendo click aquí, enviándonos un correo a hola@renunciamosyviajamos.com o un mensaje al Whatsapp (57) 320-2112510. Tiene un costo de $53.100 con envío a cualquier parte de Colombia o de US 20 + envío a cualquier lugar del mundo.

Con las ventas del libro vamos a financiar la siguiente etapa de este sueño viajero que pretende darle la vuelta al mundo conduciendo un carro.

Si este post te gustó o crees que puede ser de utilidad para alguien, ayúdanos a compartir. Hasta la próxima.

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