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Joachim lideró la estrategia de responsabilidad social laboral de Carrefour. Ganadora en la categoría Sector Privado de 12 Afrocolombianos del año 2011. Perfil 9*

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Por Ramón Jimeno, periodista y escritor
Maria Claude Joachim, hija de un joven soñador haitiano, empeñado en ser médico y en liberar a su país de la dictadura. 
Con su padre maduro y convertido en un prestigioso cardiólogo y su madre abogada, de fuertes raíces tolimenses, Maria Claude recibió una intensa formación social, llena de valores, en los que buscar mejores condiciones de vida para la población, al igual que la solidaridad y la responsabilidad, son fundamentales. 
Padres que le enseñaron a ella y a sus dos hermanos que los sueños son alcanzables con preparación y esfuerzo sostenido, independientemente de la raza o el origen.
La abuela paterna contribuyó a educarla, para conservar la cultura de las comunidades negras en Haití. La música, los tambores africanos, los sabores del Caribe, las interpretaciones del mundo, el uso de cualidades humanas y de fenómenos naturales que se asocian a una tercera dimensión, forman parte del mundo cotidiano de Marie Claude. 
Como lo es su carácter rebelde que la hace emprendedora, y la llevó -al igual que a su padre- a encontrar su amor duradero más allá de su raza negra. 
El carácter rebelde por querer cambiar el mundo, se mostró en su juventud. En el colegio organizaba protestas y clamaba por la reivindicación de los derechos. 
Pronto en la universidad se destacó como una activista importante de un fuerte movimiento estudiantil: «La séptima papeleta». Un paso fugaz por el Congreso de la República, aún como estudiante, la alejó del mundo de lo político para llevarla al privado.
En el mundo profesional, ejerce su oficio como mujer de raza negra, dos características que en este país aún pueden ser handicaps. Pero por encima de estas variables, expone la solidez de su formación. 
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Sus metas claras incomodan en un país donde la herencia del cristianismo católico hace que al buen trabajador, ese que dedica más tiempo del que exige su jornada, o al que busca mejores soluciones -como lo hace Marie Claude- lo vean como una amenaza. 
Creció sosteniendo puntos de vista sólidos, transparentes; señalando y corrigiendo errores con visión. Como Vicepresidenta de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos, afianzó principios que hacen de Carrefour un gran lugar para trabajar. 
Consolidó las relaciones laborales y corporativas que, sumadas al conocimiento del negocio, le permiten encargarse de la gerencia nacional en ausencias del Jefe. 
Ha dado pasos atrevidos: contrató directamente a los 700 empacadores bajo el régimen laboral, en vez de hacerlo a través de las Cooperativas de Trabajo Asociado, paso que luego siguieron otras cadenas. 
En ese camino, lidera la política de Diálogo Social, pues sabe que los trabajadores organizados aportan conocimiento y creatividad para la sostenibilidad de las empresas.
Logró que Carrefour se convirtiera en el empleador más importante de población discapacitada del país, superando incluso a muchos países donde tiene presencia el Grupo Carrefour, hecho reconocido incluso por la OIT. Es considerada como un ejemplo a seguir por la casa matriz de Carrefour en París.
Este es apenas un fragmento de Marie Claude Joachim, que exhibe sin pudor la herencia negra que su padre trajo de Haití y proyectó en sus hijos colombianos.
*Publicado en la revista Color de Colombia, cuya edición 4 fue posible gracias al apoyo del Programa para Afrodescendientes e Indígenas de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos, USAID.

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