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¿Se han preguntado alguna vez por qué hay alguien ocupando un espacio público sin permiso? ¿Se indignan cuando ven a un vendedor ambulante que se toma un pedazo de andén por donde querían pasar caminando? Entonces le va a gustar esta reflexión sobre el uso eficiente y legal del espacio urbano.
Todo comienza con un espacio de parqueadero: 2,4 metros de ancho y 4,8 metros de largo donde un automóvil parquea su amplio trasero. En el caso de Bogotá (y de muchas otras ciudades), es normal que la persona que conduce dicho automóvil sienta que tiene el derecho de estacionarse ahí sin pagar. Ese espacio, dice el conductor incauto, “es mío porque yo pagué impuestos”.
El conductor incauto no se acuerda cuáles impuestos ha pagado (algunos dicen que pagaron impuesto de rodadura, yo sigo pensando qué podrá ser eso), no saben cuánto fueron ni hacen las cuentas para saber si la destinación de esos impuestos que pagaron son realmente para pagar su estacionamiento. Conductor incauto, le aclaro: los impuestos que ud se jacta de pagar no son ni suficientes para pagar por su uso del espacio urbano ni se destinan a pagar ese uso. Pero ese no es el tema de ahora.
Mejor volvamos al tema de ese espacio: 2,4 x 4,8 metros. Hagamos un ejercicio por pasos:
1- Consiga una hoja cuadriculada y dibuje en ella un espacio de 24 x 48 cuadraditos (ya ensayé, sí caben en una hoja carta – véase foto arriba).
2- Imagínese cuántas cosas podrían caber ahí. De hecho, use el resto de la hoja para dibujar diferentes cosas donde podría usar ese espacio: le doy ideas:
– una persona (digamos que mide 1,7 x 0,5)
– un escritorio (1,5 x 0,6)
– una silla (0,5 x 0,5).
– una mesa de ping pong (1,5 x 2,7)
– Un carrito de dulces (1,5 x 1,5)
– Una bicicleta (1,7 x 0,4)
– Qué más cosas?
3- Si tiene ganas, use tijeras y recorte cada cosita, persona, etc y póngalo ahí.
Cuando ya esté cansado del ejercicio (seguro ni lo hizo, qué vagancia la suya), vea el ejercicio que hicimos hace unos días con la Universidad de los Andes y Despacio:
¡Qué tal! ¡Cuarenta bicicletas en un espacio de estacionamiento! A que no se le había ocurrido dibujar una bicicleta plegable en su ejercicio. Seguramente estimó cuántas bicicletas cabrían en el espacio y dijo “uy, casi que diez bicicletas, ¿no?”.
La reflexión de este ejercicio es interesante: ¿Para qué usamos el espacio urbano y qué tan eficiente es ese uso? Si los automóviles ocupan tanto espacio moviendo a uuuna persona, ¿Por qué les damos tanto espacio? Y, si tenemos esos estacionamientos en la ciudad, ¿Por qué los usamos para carros y nada más? No se pueden usar para otras cosas? Raro, ¿no? Espero sus críticas (pero por favor no me insulten, lo cortés no quita lo valiente).
Si esto les generó más preguntas sobre estacionamientos, hay una guía lo más de chévere publicada por el BID que resume cómo estamos (de mal) en América Latina al respecto, se puede descargar aquí.
Y si sigue pensando sobre más cosas de ocupación de espacio y eficiencia, vea este dibujito que hicimos con Bicivilízate:
Excelente análisis, si vamos mas allá del funcionamiento espacial del parqueo de las bicicletas en un espacio reducido. Nos deja mucho para meditar y empezar a reaccionar ya!!!
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necesito sacar la bicicleta que esta en la mitad, que ideas tan gu.. . tontas
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Muy bonito, si el trasporte publico fuera eficiente y mas humano, mientras tanto ocupare mas espacio del que tal vez merezca
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que pasen por la cra 10 entre calles 84 y 85 para que vean como instalaron unas estructura metlicos con candado en el espacio publico y solo lo pueden utilizar los del edifico que tienen llaves.
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