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Giovanni Acevedo, escritor bogotano, columnista de opinión, asesor en asuntos políticos.

Giovanni Acevedo, escritor bogotano, columnista de opinión, asesor en asuntos políticos.

Funesto tal vez sea el término más ajustado para definir el modelo aceptado y absurdamente repetido generación tras generación del típico colombiano. Es un infortunio, es una vergüenza, una cínica desgracia. Soy colombiano, afortunadamente lo soy, y me siento bien siéndolo, no imagino viviendo como ciudadano de otra tierra, no me interesa tampoco, aún y cuando debo reconocer que no soy completamente feliz porque no se puede ser completamente feliz en un país en donde viven tantos procuradores con desmedidas atribuciones, tantos delincuentes, tantos hipócritas que se pasan la vida robándole el aire a quienes se lo ganan, a quienes se lo merecen, a quienes deberían ser inmortales y protegidos, no censurados y asesinados o empujados al exilio que al final termina siendo lo mismo. El típico colombiano carece de conciencia y de memoria, de valores, el típico colombiano desconoce su historia y le importa un carajo su futuro porque sabe que su futuro no tiene corrección, está destinado a la mediocridad infinita, al fracaso aceptado y siempre justificado con reproches y lloriqueos en contra del mundo pero nunca en contra de él mismo.

El típico colombiano sale en las mañanas del interior de su miseria con sueño, con lagañas en sus ojos y en su alma, va destino a su anodino trabajo, a su infeliz responsabilidad que le da para medio comer y para medio vivir, para envejecer lentamente en un país que le importa un carajo sus viejos, en una patria que se resiste a caer al abismo mientras la gran mayoría de sus ciudadanos hace muy poco por salvarle la vida.

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El típico colombiano es mentiroso, chamuyero, ladronzuelo, hambriento, aventajado, falso, farsante, pobre, canalla, estafador, grosero, inculto, perezoso, dormilón, gritón, homofóbico, indolente y creyente, obstinado, grosero, hostil, rico, feo, uribista, el típico colombiano no nace con autonomía mental, no lee, no vota, no se cuestiona, no cede el paso ni la silla, solo bebe licor y baila cuenta cosa suene, y se ríe los sábados en la noche y el domingo va a misa enguayabado, con sumisión, con los ojos abiertos pero la mente cerrada, obstruida, reprimida, condenada a la muerte, a una vergonzosa y deprimente muerte. Pobre Colombia, pobre tierra que tiene la desgracia de tenernos como inquilinos, inquilinos que no la queremos y no la cuidamos. Pobres animales inocentes y puros, inteligentes y nobles, que deben compartir su existencia con decadentes seres humanos que los maltratan, que los ofenden, que les roban con cinismo su espacio, sus propiedades; pobres perros colombianos tan nobles y tan fieles, tan hermosos y tan cariñosos a una especie de seres humanos cabizbaja.

Políticos embusteros y ladrones, policías corruptos y mentirosos, padres irresponsables y desalmados, taxistas aventajados, buseteros cabrones, dirigentes ineptos, alcaldes desastrosos, ex presidentes prófugos de la verdad, de la transparencia. Pobre Colombia, pobre realidad, ancianos abandonados, hambrientos, friolentos, madres jóvenes, madres viejas de varias vidas sin un futuro promisorio, pobres nuevas generaciones, pobres viejos políticos cómplices de nuestra realidad que se traga las ilusiones de generaciones enteras, de jóvenes cabreados con el sistema pero débiles para enfrentársele. El típico colombiano come solo, le importa un carajo los demás, vive en familia, en sociedad pero no le importa nadie, solo él.

Los ricos cada vez más ricos y los pobres cada vez más ignorantes y felices, más hambrientos, más futboleros, más creyentes, con más hijos y con más nietos. Los ricos cada vez más prósperos en un país hermoso pero maltratado y los pobres cada vez más pobres, cada vez más enfermos, más cansados, agotados por una vida dura que se ensañó en contra de ellos, en contra de familias enteras, todas pobres, todas sucias, todos con grandes sonrisas. Las ganas de vivir están en la necesidad de hacerlo, en las responsabilidades que por azar, o por desgracia, o por insensatez, les ha tocado soportar, convivir con la crudeza de la realidad necesitada y desaventurada.

Cuándo será el día que nos separaremos de la miseria, de la pobreza, de las limitaciones tontas de la cabeza, financiadas por la pereza y el conformismo, reglas básicas del típico colombiano. Cuándo será que entenderemos que la pobreza es mental, es momentánea, es una mugre que se pega al cuerpo como el mal olor de un día exigente de un campesino, de un trabajador honrado, mal olor propio y testigo del cansancio de una institución rigurosa, trabajadora, pero mal olor que se quita, que se desvanece, que se esfuma. Cuándo será que comprenderemos por fin que nada en la vida es tan fácil como no hacer nada, porque es que ni siquiera respirar es fácil, porque es que las manos ajadas y gruesas del campesino no toman ese natural estado por la ausencia del compromiso.

El típico colombiano resulta ser entonces una plaga devastadora, vergüenza y repugnante para una sociedad que necesita educación, compromiso y responsabilidad. El típico colombiano da vergüenza, da lástima, preocupa,  pero es el que todo el mundo conoce y es el que la gran mayoría aprueba, tal vez porque hacen parte también. El típico colombiano prefiere un hijo ladrón a un hijo marica, prefiere un padre irresponsable a un padre gay, prefiere un billete en el suelo que unas monedas trabajadas.

El típico colombiano nunca va a llegar a leer esto que usted está leyendo y el típico colombiano que lo lea va a asegurar que esto es pura y fisica mierda, porque no hay cosa que más moleste al típico colombiano que le digan la puta verdad. Y ellos tendrán la verdad.

 

Buena tarde.

 

Giovanni Acevedo

Twitter: @acevedocol

Facebook: Giovanni Acevedo 

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PERFIL
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Consultor en proyectos de innovación social y participación ciudadana. Impulsor de proyectos sociales en América Latina. Espacio público, urbanismo táctico, empoderamiento social. || Viajero frecuente

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16 Comentarios
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  1. daniela424819

    Señor “Escritor” Le molesta la critica ? …
    Por lo que veo si, y mucho pues elimino lo que no iba con su forma de pensar …
    no le da tristeza hacerse llamar Escritor

  2. juandavid163315

    comparto la opinión de Giovanni. Respeto que otros piensen diferente, tal vez viven acá.

    como decia Jaime Garzon, en Colombia no hay Colombianos… y el agregaría las palabras de Eduardo Galeano al decir que esta lleno de nadies*… (me incluyo)

    Sueñan las pulgas con comprarse un perro
    y sueñan los nadies con salir de pobres,
    que algún mágico día
    llueva de pronto la buena suerte,
    que llueva a cántaros la buena suerte;
    pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
    ni mañana, ni nunca,
    ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
    por mucho que los nadies la llamen
    y aunque les pique la mano izquierda,
    o se levanten con el pie derecho,
    o empiecen el año cambiando de escoba.
    Los nadies: los hijos de nadie,
    los dueños de nada.
    Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
    corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,
    rejodidos:
    Que no son, aunque sean.
    Que no hablan idiomas, sino dialectos.
    Que no profesan religiones,
    sino supersticiones.
    Que no hacen arte, sino artesanía.
    Que no practican cultura, sino folklore.
    Que no son seres humanos,
    sino recursos humanos.
    Que no tienen cara, sino brazos.
    Que no tienen nombre, sino número.
    Que no figuran en la historia universal,
    sino en la crónica roja de la prensa local.
    Los nadies,
    que cuestan menos
    que la bala que los mata.

  3. Muy duro, dicho sin adornos por eso suena tan feo, pero con 99% e cierto, quizás el día que aceptemos nuestra realidad, nazca de el deseo de salir adelante y salir de ese fango que nos tiene pegados pensando que todo está bien.

  4. yanethardila0620

    Giovanni, totalmente de acuerdo. Y también nos ufanamos en decir que el himno nacional de Colombia es el mejor del mundo. Somos de doble moral cuando repudiamos las corridas de toros pero no protestamos cuando se maltrata a los niños y a las mujeres. Felicitaciones por su blog

  5. killeralexenator

    q descripción mas preciza y no es cuestion personal señorita alex879838 usted vive en su burbujita de jabon rodeada de sus papitos que la concienten la acicalan todo el dia, hasta tiene tiempo para perder en ponerse a dormir, digo meditar, en fin… a lo mio, el articulo es una belleza, me identifico totalmente cuando salgo a la calle, en el trabajo, a todos los niveles, en los bares, se puede ver eso, hace parte de nuestra realidad, yo se que de de la 127 para el norte no se ven muchas cosas pero en GENERAL TODO ES CIERTO 100 % falto decir que nos creemos falsamente lo mejor, que tenemos a veces un amor propio falso que impide ver nuestra realidad y por consiguiente nos impedirá cambiar, desafortunadamente mi ritmo de vida me impide explayarme mas pero es que el articulo resume todo mi pesar y tristeza ante la baja cultura y lo animalesco de nuestras acciones, pero solo lo notas cuando has nutrido tu mente y se abre el pensamiento al coger un libro, al tener otros horizontes, ojala se pueda invertir en educacion para poder dejar que de nos caigan todas las desgracias por ignorancia y desden, no tengo mas tiempo asi que me despido y cuando venga al pais señorita alex879838 vera que se cayo lo del metro, que se nos robaron la plata de la energia, que el aborto se legalizo, que la marihuana es en nuevo tratamiento para el cancer de los jovenes de 15 años que no han sido diagnosticados, que si usted para en la caracas con 6 tiene probabilidad de que le desvalijen el carro en segundos, que el dirigente del futbol salio del pais por rata, que los tres negocios mas rentables son la coca la prostitución y la política, asi que yo le recomendaria q de vez en cuando coja un diario y lo lea, q no solo lea recetas de cocina o para adelgazar o la seccion de chismes y vera que lo que habla el articulo no es con rabia, es con desden, es con tristeza, por que esa es la realidad afuera de su burbujita de pompas de jabon, asi que siga ahi que ese lugar es el del “tipico colombiano” aqui no pasa nada todo esta bien, aplausos por el articulo, creó el efecto deseado

  6. Esto suena mas personal que cualquier otra cosa. Soy Colombiana y vivo en el exterior, mi esposo y la mayoria de mis amigos son Colombianos, la clase de Colombianos que usted describe no son los que me rodean, hasta me da lastima por usted que sea tan desafortunado, por que aunque respeto su escrito no me siento para nada identificada. Haga ejercicio, yoga, relajacion…alguna cosa que le ayude a sacar su rabia y frustracion…este escrito esta lleno de veneno… tenaz!!

  7. la pura verdad, y si un colombiano lee esto va a responder con rabia: “khe le paza loka io zoi un kolonvianho de vien nho todoz zomoz haci biba kolonvhia biba huribe” “zhi no le guztha ballaze akhi ase eztorvo”

  8. Giovanni, no se con que clase de gente usted convive, pero de su escrito , que mas bien parece un memorial de insultos contra alguien en particular, poco se puede rescatar. Seguro hay personas asi, pero yo he tenido la fortuna de conocer muchas que no lo son, modestamente me incluyo yo. Aborrezco todo lo que usted, pero calificar asi al tipico colombiano, es desconocer el trabajo silencioso de muchas personas que tambien tienen la cedula de su pais.

  9. Que buen escrito. Pero es la pura verdad, la falta de oportunidades han hecho caer en ese esatado al pueblo colombiano.
    la corrupcion es la causa de todo esto. politicos sin compromiso, ladrones de cuello blanco. Hoy en dia mis hijos(nacidos fuera de Colombia) dan gracias a Dios por habernos permitido salir hace mucho al extanjero .

    Que seria la vida de ellos en Colombia. Vista desde afuera, Colombia es un paraiso, gobernada por un poco de sicopatas, cavernicolas , tercermundistas. Dios se apiade de ese pueblo.

  10. Que tristeza escribir de nosotros así. Pero es una realidad y a la vez una utopia ver un cambio. Porque lo unico es molerlos y vilverlos a hacer pero sin la musma materia prima ue es la mal llamada malicia indigena. Saludos para todos y cada una cambie desde su interior para dejar una mejor patria.

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