Cuestionado Robin Williams en cierta ocasión sobre qué le gustaría que le dijera Dios cuando llegara al cielo, él respondió: “Tienes un asiento en primera fila… en un concierto a dúo con Mozart y Elvis».

¿Cómo saber si este imperdible concierto se esté dando?, lo cierto es que personalmente me impactó la noticia de la muerte de este gran actor, porque su influencia positiva era tal en mí que cuando me sentaba a ver una de sus películas sabía que debía tener al alcance lápiz y papel para escribir alguna reflexión profunda. Y siempre encontraba una incluso en el humor.

Hay una frase que dice “nadie es profeta en su propia tierra” y pareciera que esto le ocurrió a este gran talento, pues podía impactar positivamente la vida de otras personas pero no lo logró en la suya propia marcada en diferentes etapas por adicciones a la droga, alcohol e inestabilidad emocional.

Aún así, y a pesar que solo quienes convivieron en su día a día y él mismo, saben la verdad de su trágico final, su legado quedó y si las frases que quedaron inmortalizadas en sus películas, sean de su autoría o del libretista, continúan sembrando reflexión y cambio en algún ser humano, definitivamente su paso por este mundo valió la pena.

Recopilé solo algunas para honrar así su memoria. QEPD.  

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