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¿Cuántas veces puede un humano ser más que otro? ¿cuántas veces más fuerte, más inteligente, más alto, más rápido, más atractivo, más trabajador, más astuto, o más capaz?

Mediciones objetivas permiten inferir que el número difícilmente es mayor a dos o a tres. El ser humano más alto que jamás haya existido 2.72 m no fue ni siquiera dos veces más alto que el ser humano promedio 1.70 m. Un ser humano con un Coeficiente Intelectual de 140 – superdotado- es apenas 0.4 veces más inteligente que uno con un CI de 100 -inteligencia promedio-, y apenas el doble que otro con un CI de 70 – deficiencia cognitiva leve-. Un centenario supera por 0.5 años aproximadamente la expectativa de vida promedio.

Un joven con un buen estado de salud – ni siquiera atleta profesional – tarda entre 16 y 18 segundos en correr los 100 metros planos. No duplica el récord mundial (Usain Bolt: 9,58 segundos). Un corredor aficionado tarda entre 4 y 5 horas en correr una maratón, el récord está en 2:00:35.

Como podemos corroborar, las diferencias varían dentro de un rango bastante reducido, del orden decimal si comparamos entre humanos promedio. Y del doble o el triple si nos comparamos con un deportista. Distancias que si bien obviamente se amplían si contrastamos entre extremos, un hombre viejo y enfermo vs un campeón olímpico, no llegan a superar nunca los dos dígitos.

Ahora bien, si los seres humanos estamos física, genética, mental, académica, cognitiva, e intelectualmente nivelados, si nuestras diferencias son mínimas, incluso imperceptibles, de ahí que a veces sea tan difícil determinar quién es el mejor, ¿qué explica entonces estas diferencias sociales y económicas – salarios, ingresos, fortuna – tan abismales? ¿Cómo se entiende que no haya un ser humano 100 veces más inteligente que otro pero sí 100 veces más rico?

Si no existe habilidad, talento, ni asimetría intelectual que las sustente y justifique, no queda otra opción que atribuírselas a un modelo que, si bien no las creó, sí tomó las tenues diferencias que la naturaleza delineó y las retiñó de forma tan vehemente que las transformó en profundas grietas. Irónico que sea obra del “mejor modelo que nos hemos podido inventar”. Un modelo creado exclusivamente buscando el bienestar de todos, la equidad, y la justicia social.

Esto que expongo para muchos -especialmente los más ricos- no tiene el más mínimo sentido. Según ellos, este es un sistema justo en el que la situación económica de cada cual no es más que el reflejo de sus aptitudes y actitudes. Y en el que las enormes diferencias económicas y de ingresos, no son producto de injusticias sociales ni de inequidades creadas por el propio sistema, sino que se explican desde las enormes diferencias de talento y habilidades entre unos y otros, y son proporcionales a ellas. Me explico, fortuna e ingreso son proporcionales a talento, conocimiento, trabajo, esfuerzo, y mentalidad positiva (aunque no lo crean, este último factor lo incluyen como un criterio técnico).

No cabe duda, existe gente muy astuta, trabajadora, y eficiente; y otra muy bruta, vaga, e inepta. Mi intención no es refutarlos, sería necio negar que somos más tarados que ellos, sino intentar determinar ¿cuánto más? Y para tal fin me permito expresar esta teoría en términos numéricos:

Que un alto ejecutivo de una gran compañía devengue un salario 50 veces mayor al de un obrero de esa misma compañía significa que ese ejecutivo es 50 veces más listo, educado, brillante, talentoso, disciplinado, productivo, y competente que dicho obrero. Su Coeficiente Intelectual es 50 veces más elevado, le reporta a su empresa 50 veces más ganancias, es 50 veces mejor persona, ha tomado con su vida decisiones 50 veces más acertadas y está 50 veces mejor preparado.

Que Egan Bernal se gane dos millones de dólares al año -8000 millones de pesos, 600 millones de pesos al mes* – se justifica y soporta en el hecho de que es 200 veces más inteligente que un ingeniero, un médico o que cualquier otro profesional recién egresado, y que trabaja más duro y se esfuerza 400 veces más que un cotero que se gana un millón y medio de pesos al mes.

Una modelo web cam o una actriz de only fans le genera a esta sociedad entre 20 y 30 veces más valor agregado que un técnico electromecánico; una sola de las bromas que Jefferson Cossio acomete contra su hermana es entre 30 y 50 veces más educativa y pedagógica que una publicación científica. Un bebé millonario es mil veces menos cagón, meón, llorón y dormilón que un bebé pobre. Por eso su cuna es más bonita, su chupo más fino y su coche de marca.

Que David Vélez haya amasado una fortuna de 10.7 mil millones de dólares – 40 billones de pesos mal contados-, en tan solo 10 años (2.9 millones de dólares al día – 11 mil millones de pesos – durante 3650 días ) refleja que este brillante CEO de sonrisa,  look, y pose  Silicon Valleyesca es 100 mil veces más emprendedor, visionario e innovador que cualquier colombiano de clase media*.

A juzgar por su salario, Messi está en la capacidad de desempeñar el trabajo de 4 o 5 jugadores profesionales, por lo que, obedeciendo a esta teoría, su director técnico debería tener la confianza de salir al terreno de juego a enfrentar a su rival con ese número de jugadores menos.

Para el año 2021 la fortuna de Elon Musk rondaba los 330 mil millones de dólares, superando así el PIB de 150 países, entre ellos Colombia, Islandia, Eslovenia, Finlandia, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Bulgaria, Chile, Rumania, Qatar, Perú… lo que significa que para ese momento era capaz de desempeñar el mismo trabajo de 50 millones de colombianos juntos. Trabajaba más horas al día que 5 millones de finlandeses; era más competente que 2 millones de eslovenos; 10 millones de veces más eficiente y hábil para los negocios que un portugués promedio; su mentalidad era más positiva que la de 19 millones de chilenos; y era más productivo que 10 millones de Búlgaros.

Que igualar la fortuna actual de Jeff Bezos, o Bernard Arnault (200 mil millones de dólares, 800 billones de pesos) le tome a un colombiano que gane el mínimo aproximadamente 50 millones de años, solo significa que esos colombianos que ganan entre 10, 40 y 50 veces más (y que por eso ya sienten que tienen un pie en el foro de Davos, y esperan la membresía del club de Bilderberg) tardarían aproximadamente un millón de años. Por lo que aritméticamente están mucho más cerca de ese obrero al que tachan de inepto, flojo, y fracasado, y al que acusan de querer todo regalado, que de ese multimillonario al que tanto admiran, con el que sueñan ser, del que se sienten económica y financieramente tan cerca -según ellos, los tienen a tiro de piedra-, e ideológicamente tan afín.

 

* Valores aproximados
*Un trabajador que se gane 100 mil pesos al día

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