Política Industrial Farmacéutica en Colombia: ¿de qué se trata y porqué debería importarnos?*
*Texto publicado originalmente en nuestra página web, a partir de la intervención de nuestra subdirectora Andrea C. Reyes en la audiencia pública en el Congreso de la República en marzo de 2019.
En las últimas semanas la búsqueda de soluciones a la falta de acceso a los medicamentos en Colombia recibió una destacada atención de parte de los actores del sector y de los medios a causa de la iniciativa del Senador Richard Aguilar (Cambio Radical), de incluir en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 un artículo que consigne el compromiso de adoptar una Política Farmacéutica Industrial (PIF).
Si bien Colombia ya cuenta con una Política Farmacéutica (CONPES 155) que tiene como uno de sus objetivos el aprovechamiento del potencial competitivo de la industria farmacéutica nacional, una PIF con enfoque social y de salud pública ahondaría en las complejidades de la producción industrial farmacéutica especialmente aquellas que determinan el cumplimiento de su rol en la satisfacción de necesidades en salud pública reales.
La propuesta del Senador recibió el respaldo de diversos sectores y actores interesados. Por lo mismo y dada su relevancia, como sociedad civil decidimos hacer una reflexión juiciosa sobre este asunto, adelantando que coincidimos con el Senador en la importancia de una Política Farmacéutica Industrial cuyo enfoque sea de salud pública y autonomía sanitaria.
Contexto
Es bien sabido por todos los interesados en esta materia que la falta de acceso a medicamentos es uno de los más graves problemas problemas de salud pública que afronta nuestra especie, no solo porque compromete el derecho fundamental a la salud y la vida, sino porque afecta a casi 2000 millones de personas en el mundo, sea porque no se conoce la existencia de estos bienes sanitarios, porque es imposible pagarlos o porque no se dispone de ellos cuando se requieren (para prevenir, curar o tratar enfermedades).
Esto quiere decir que, como lo ha reconocido el Secretario General de las Naciones Unidas, en el mundo una de cada tres personas sufre la falta de acceso a los medicamentos esenciales que necesita. Esta relación llega a doblarse en el caso de las regiones más golpeadas por la pobreza y la desigualdad como África, Asia y América Latina.
Esta realidad lleva a que actualmente en el mundo ocurran cerca de 10,5 millones de muertes evitables, es decir 1,200 muertes cada hora.
Estas cifras, que claramente revelan una tragedia de magnitud global, también ponen en evidencia una paradoja: las muertes por falta de acceso a medicamentos esenciales ocurren en el periodo más «fértil de la innovación médica»[1]. Si bien vivimos en el periodo en el que se han registrado conquistas científicas maravillosas, «millones de personas continúan sufriendo y muriendo de condiciones tratables porque carecen de acceso a tecnologías de salud»[2] inalcanzables para sus presupuestos o el de los sistemas de salud nacionales, como en el caso de Colombia, país que aspira a una cobertura universal en salud.
Recordemos un par de ejemplos de cómo el precio de los medicamentos limitan el acceso a ellos a personas que los necesitan para salvar sus vidas y/o curarse de enfermedades catastróficas:
Es decir en 2 años (2016 y 2017) en Colombia pagamos a través del Sistema de Salud cerca de COP$900mil millones a solo 3 multinacionales farmacéuticas. Imposible no pensar en qué podríamos haber hecho en el país con esos recursos en materia de salud pública (nutrición, saneamiento ambiental, etc.)
Necesitamos entonces generar los acuerdos sociales necesarios que incentiven a la industria farmacéutica nacional a cubrir los vacíos como los que ilustran los ejemplos anteriores, a trabajar en la innovación, desarrollo y producción de vacunas y tratamientos que atiendan las necesidades en salud priorizadas en el país.
Entonces ¿necesitamos una PIF en Colombia?
La adopción de una PIF en Colombia es una apuesta regulatoria que debe estar enmarcada en un enfoque de salud pública. Una PIF con estas características tiene el potencial de mejorar el acceso a medicamentos en el país mediante:
-
La generación de respuestas terapéuticas a las necesidades en salud que no son atractivas desde el punto de vista comercial y de mercado,
-
El aumento significativo de la competencia en el mercado farmacéutico nacional que contribuye directamente a la reducción de precios de medicamentos.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha respaldado abiertamente el fortalecimiento de la industria local de medicamentos: «La evidencia de los países que han desarrollado una industria manufacturera local viable muestra que una visión a largo plazo y una coherencia en las políticas nacionales son los factores clave para el éxito. Se requiere una combinación de políticas de apoyo mutuo, complementaria y coherente para garantizar la sostenibilidad a largo plazo. La alineación entre la regulación médica, las políticas industriales y de inversión, las políticas de ciencia, tecnología e innovación, las políticas de propiedad intelectual, las pólizas de seguro de salud, las políticas de adquisiciones y las políticas de transferencia de tecnología parece ser importante.»[3]
Es decir, lo que se necesita antes que nada es voluntad para construir de manera coherente políticas articuladas en favor del acceso a medicamentos en el campo sanitario, comercial y de ciencia, tecnología e innovación.
Entonces sí necesitamos una PIF. Ahora, ¿qué debería incluir?
Desde nuestra perspectiva, como organización de la sociedad civil colombiana que ha trabajado en el campo del acceso a a medicamentos durante más de 20 años, enfatizamos que, como lo afirma la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Dasarrollo[4], una PIF con enfoque de Salud Pública para Colombia debe contener:
-
Una evaluación sistemática de las necesidades nacionales y regionales de salud pública con referencia a la producción local de productos médicos con el fin de generar información sobre la viabilidad del mercado y las consideraciones de salud pública;
-
El desarrollo de capacidades humanas para participar en la producción, gestión y comercialización de los medicamentos, e infraestructura científica y física relevante;
-
Un marco favorable de políticas públicas que promueva la inversión en la producción de medicamentos y transferencia de tecnología a nivel nacional;
-
Un régimen de estímulo a la innovación en salud en favor de las enfermedades tropicales desatendidas y otras condiciones de interés público para el país con un enfoque de acceso a los resultados de la innovación;
-
Un marco de políticas y mecanismos que promuevan el acceso a los medicamentos localmente producidos a precios justos.
Los desafíos que una PIF con enfoque de salud pública ayudaría a superar
Lograr alinear las agendas y la voluntad de los diferentes actores involucrados en el acceso a medicamentos implica la superación de diversos desafíos. A continuación listamos aquellos que consideramos prioritarios y cuya superación sería facilitada por una PIF con enfoque de salud pública:
-
A través de nuevos modelos de fomento a la innovación y desarrollo de medicamentos lograr y disponer de vacunas y tratamientos para las enfermedades que no son atractivas desde el punto de vista comercial y de mercado.
-
Generar competencia significativa en el mercado de los medicamentos biotecnológicos con perspectiva de desarrollo de capacidades locales robustas.
-
Procurar la autonomía sanitaria del país para satisfacer la demanda de medicamentos esenciales que estén en condiciones de desabastecimiento.
-
Conseguir transparencia en todo el sector, en toda la cadena del medicamento: incluyendo los costos reales de I+D, nombre del producto para el que se solicite patente, resultados de los estudios clínicos y estado de patentamiento de todos los medicamentos.
-
Definir una regulación esencial que no establezca barreras innecesarias a la competencia.
La articulación multisectorial alrededor de una PIF con enfoque de salud pública es una oportunidad para que todos los actores del escenario del acceso a medicamentos ratifiquemos, prioricemos y honremos nuestro compromiso de proporcionar a precios asequibles los medicamentos que las personas en el Colombia necesitan.
Comentarios