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Por PanzaVidela

Esta mañana debutó la Argentina de Maradona en la Copa del Mundo. Muchos aficionados del mundo entero esperaban este día para tener una idea preliminar sobre cómo llega uno de los equipos que por tradición siempre aparece en los primeros lugares de los favoritismos.

Argentina vs Nigeria generaba gran expectativa por varios aspectos. Primero por lo que encierra lo sola imagen de Maradona. El excentricismo inherente a su personalidad, los amores y odios que su figura inspira y -mas allá-, en el tema puramente futbolístico, el enorme signo de interrogación que Diego representa como director técnico para toda la afición futbolera.

El segundo aspecto que generaba gran expectativa era el nivel individual de varios jugadores albicelestes. Primero en la fila, Lionel Messi, sobre quien mucho se ha especulado en relación a la fatiga muscular que trae de los diferentes torneos que viene de jugar. Seguido de grandes jugadores -pero debutantes en Copa del Mundo- como lo son Romero, Jonás, Di María, Iguaín. Tras 90 minutos, me parece, su balance es positivo, aunque lejos de lo que todos sabemos pueden llegar a dar.

Y el tercer aspecto que generaba expectativa era el rival: Nigeria. Gran sorpresa en la Copa del Mundo de USA 94, la fuerza y velocidad de aquel equipo marcó para siempre la imagen que el mundo guarda de ese país africano, pero que difiere de su presente como equipo.

Tras los primeros 90 minutos de la Albiceleste en Suráfrica 2010 quedan varias conclusiones. La primera y más importante es la importancia del triunfo. Si una máxima general del fútbol dicta que lo importante es la victoria, esto se multiplica a la décima potencia en una Copa del Mundo. Aquí tienes 3 partidos en primera ronda y, o ganas los puntos necesarios o te mandan a casa a esperar otros 4 años. Argentina, creo yo, hizo lo justo, lo necesario y se llevó la victoria con total justicia.

La estrategia de Maradona -cuestionada como lo será siempre- fue sencilla. Hombres de mucha experiencia en el fondo (Demichelis, Samuel, Heinze) más un hombre joven como Romero en la banda derecha; un bastión (general de generales) en el medio campo (Verón), acompañado por Mascherano para dar equilibrio al equipo y de ahí hacia adelante un coctel explosivo de talento, brillantez y calidad técnica. Messi -como hombre libre y conductor- y arriba tres hombres que hacen parte de la delantera que cualquier hincha soñaría con ver en su equipo: Tévez, Higuaín y Di María.

A pesar de las críticas del periodismo de su país, sobre todo en relación a un hombre como Heinze en el fondo (irónicamente el autor del gol), me parece que el equipo gaucho dejó una buena impresión en su debut en Suráfrica. Mantuvo el control del partido con el balón en sus pies e intentó -por varios frentes- romper la difícil marca africana. Las sociedades entre Messi y la tripleta de adelante fueron el arma más utilizada y más efectiva que tuvo Argentina para crear -al menos- 4 o 5 opciones muy claras de gol, que el golero Enyeama salvó una y otra vez.

Para ser el primer partido y tener al rival más fuerte de su grupo enfrente, Argentina sorteó con solvencia y jerarquía su primer duelo.
En el segundo tiempo, en las pocas ocasiones en que los nigerianos dejaron el inmenso respeto por los celestes y se fueron al ataque, dejaron ver falencias de la zaga argentina que podrían ser explotadas por un rival con mayores ambiciones y sin tantos miedos como el Nigeria de esta mañana. El talón de aquiles de este equipo es el hueco que queda en el medio campo, donde Verón y Mascherano deberán multiplicarse para contrarestar un rival que les cope la mitad de la cancha. Su arma principal: las individualidades en ataque.

Si bien los argentinos quedan tranquilos por la victoria y el balance de Maradona y sus hombres es positivo, queda la sensación que esta selección argentina debe corregir algunos detalles, sobre todo en su zona defensiva y confiar en que a medida que pasan los partidos los hombres talentosos de su ataque terminarán de «engranar la maquinaria», que lo tiene todo para pelear el título de esta Copa del Mundo.

Aún falta ver el debut del Brasil de Dunga, y ver en que condiciones llegan las tropas de Italia, España, Inglaterra, Alemania y Holanda, quienes hacen parte del bloque europeo que le estará peleando el título a los 2 colosos suramericanos.

Y no podemos olvidar que todo mundial trae «debajo del brazo» un equipo sorpresa, ese que no aparece en ningún listado de los favoritismos antes del pitazo inicial, pero que a medida que avanzan los partidos enamora y enamora aficionados. Este mundial -¡esperamos!- no será la excepción, así que en estos días veremos de qué equipo se trata.

¡Saludo Mundialista!
 

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