Por: @JuanSQ

‘Si nos cagan otra vez, de la Boca no se ba nadie (sic)’. Esta pancarta que colgaba en uno de los alambrados de la afamada Bombonera era una introducción de lo que iba a ocurrir en el Boca-River, uno de los clásicos con más historia y reconocimiento del mundo del fútbol.

Muchos llegamos el jueves por la noche a la casa con ganas de ver un buen partido (últimamente con más huevos y patadas que fútbol) y terminamos viendo un papelón monumental.

River Plate se disponía a salir para jugar el segundo tiempo de un 0-0 aburridor y lleno de amarillas. Cuando se encontraban en el  túnel, los jugadores de la banda cruzada fueron atacados por hinchas del club xeneise con gas pimienta. Sí, gas pimienta!!! De ese que se usan en protestas o para inmovilizar delincuentes. Ese mismo gas fue el que recibieron once tipos que se disponían a jugar fútbol. ¿Su pecado? En vez de tener una camiseta azul y amarillo, tenían una blanca con rojo. Casi una hora después , se conoció un video en el que se ven delincuentes con la cara tapada usando un soldador para poder atacar a los jugadores.

De ahí en adelante todo fue un festival de la improvisación y de la vergüenza.Varios jugadores de River estaban evidentemente afectador por el gas. Un par de ellos no podían ver y tenían la piel quemada.

En medio de este descontrol, 4 árbitros y un puñado de dirigentes incompetentes daban vueltas como perros buscando donde cagar. Iban, venían, hablaban con uno, preguntaban por el otro, pero no concretaban nada. Por casi una hora las redes sociales se llenaron de comentarios en rechazo a los actos de violencia y a la incompetencia de la Conmebol.

Los narradores de Fox Sports, que casi siempre defienden lo que sea que hagan los argentinos, fueron vehementes. «Esto no se puede jugar», «Somos una vergüenza», «Hay que suspender»… En fin, mil y mil frases dijeron en vivo para todo el continente. A pesar de todo, el sentimiento general era que la injusticia iba a triunfar.

Y no era para menos, cosas parecidas han ocurrido en La Bombonera y la justicia del fútbol sudamericano no han sido lo suficientemente estrictos. Por ejemplo, miren lo que pasó en un Boca Juniors – Chivas de Guadalajara en 2005.

Gracias a Dios, y debido a que era completamente ridículo e insensato continuar en estas condiciones, el partido se suspendió. Sin embargo, casi una hora después de que el árbitro diera a conocer esa decisión, los jugadores de River seguían parados en la mitad de la cancha esperando a que la policía argentina les diera una opción segura para abandonar La Bombonera.

Lo de La Bombonera fue una vergüenza, por favor no aprendamos de ellos. Hay cosas del fútbol argentino que dan ganas de llorar de lo lindas que son. Los comerciales, los recibimientos, los papelitos… Vieron el recibimiento a Boca? Precioso. Acá se los dejo.

Sin embargo, la violencia que se vive en los estadios del país del sur del continente, la cual lastimosamente hemos adoptado en menor medida, tenemos que rechazarla a como dé lugar. Atacar a uno grupo de jóvenes por trabajar en una empresa distinta a la que me gusta a mí es un acto de vandalismo que no debemos dejar que se importe y establezca en ningún estadio.

El fútbol es muy lindo como para ensuciarlo con este tipo de estupideces.

Juan Sebastián Quintero
Nos vemos en Twitter: @Juansq

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