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¡Qué oportuna la confesión del protagonista de House of Cards! Contarle el mundo que es homosexual justo cuando otro actor lo acusa de haberlo acosado sexualmente en la adolescencia no es más que un truco bajo para cambiar los titulares y generar una confusión aberrante en la información. Muchos de los medios nacionales e internacionales se refirieron más a la orientación sexual del actor que al posible acoso al también actor Anthony Rapp cuando dieron la noticia. Algunos, incluso este diario, hicieron el recuento de los famosos que han salido del clóset. Tal vez habría sido mejor el listado de los famosos acusados y condenados por acoso sexual.

También resultó más importante anunciarle al mundo ser gay que pedir perdón por algo que, si sucedió, dijo Spacey, no se acuerda y seguramente fue producto del alcohol. ¿Qué tal? Por lo menos se le abonan las disculpas, pero el daño ya está hecho y la víctima ha sido clara al decir que cada vez que ve a la estrella de la serie de Netflix siente asco.

Además de desviar el verdadero fondo de los hechos, ¡qué mezcla de información tan escalofriante! Combinar en una misma declaración un posible acoso con su homosexualidad no hace más que llenar de argumentos falsos a todos aquellos homofóbicos llenos de prejuicios que consideran que la población LGTB es acosadora, aberrante y violadora de niños. No. El acoso y la homosexualidad no van juntos y no es cierto decir que por ser gay entonces se es pervertido. ¡Qué peligrosa esta suma de peras con manzanas que acaba de hacer el protagonista de House Of Cards!

Y más grave aún es que los medios de comunicación también son reflejo y termómetros de la sociedad en la que informan y lo que muestra esta historia es que para el mundo ser gay es más relevante que ser acosador, resulta más cómodo centrarse en la frivolidad que en la violencia de un acto que somete a millones de niños, adolescentes y adultos en el mundo entero.

Los medios también deberían ser faros en las sociedades en las que informan y en este caso perdieron el año, un actor más anunciando su orientación sexual no cambia el mundo para nada, pero una víctima de acoso sexual contando su historia puede transformar la vida de muchos.

Tal parece que la única que sí entendió la verdadera dimensión de los hechos y actuó en consecuencia fue la productora de la serie. Ya Netflix anunció que no va más. Bien hecho, porque lo que debe quedar claro en esta historia es que la noticia no es el chisme de farándula de un actor más asumiendo su homosexualidad, sino el horror de uno más de los hombres incrustados en Hollywood acosando a menores de edad.

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