Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Dos de cada 10 colombianos aprueban la agresión física a la pareja, sea hombre o mujer, según el resultado del Barómetro de las Américas, encuesta que se realiza en 28 países del continente, que se hace Colombia desde el 2004 y está a cargo del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes.

En la última versión, que se realizó entre septiembre y octubre de 2016, se incluyeron por primera preguntas sobre el papel de la mujer en la sociedad y sobre la violencia hacia ambos sexos, y los resultados de este capítulo se presentaron en las primeras semanas de noviembre a grupos que representan a las mujeres en Colombia.

Según estos resultados, en relación con la violencia hacia la pareja, el 34 por ciento de la población encuestada aprobaría que el hombre golpee a la mujer en caso de infidelidad y el 45 aprobaría que ella lo golpee a él si es infiel.  También un 21,9 por ciento de los encuestados aprobaría o entendería que un hombre le pegara a la mujer por descuido del hogar y el 30, 4 por ciento lo entendería si fuera contra un hombre porque él descuide el hogar. Como afirma Miguel García, codirector del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes, hay más aceptación de la violencia hacia hombres que hacia las mujeres.

Cuando llega el momento de denunciar una agresión física, el 96,1 de los encuestados está de acuerdo con que la mujer afectada debe denunciar al esposo, pero este porcentaje comienza a disminuir cuando la pregunta ya es más específica: si la persona conoce a la mujer agredida, solo el 87, 5 por ciento le recomendaría demandar y únicamente el 66, 6 por ciento denunciaría si fuera testigo de la agresión física.

García explica que estas cifras son esperables porque es claro que para una sociedad la denuncia es algo deseable, pero ya en hechos concretos las responsabilidades se distribuyen y existe la cultura según la cual “la ropa sucia se lava en casa”.

Mujeres en casa

La encuesta captura más que todo actitudes y opiniones, es decir, qué piensan las personas en relación con ciertos aspectos. Así, mientras en Colombia ha aumentado la participación de la mujer en la fuerza laboral y hoy es más protagonista, aún existe una resistencia a que los hombres se queden en el hogar con los niños y sean las mujeres quienes vayan a trabajar.

De acuerdo con los resultados, el 41 por ciento de las mujeres se dedican a quehaceres del hogar y solo el 1 por ciento de los hombres lo hacen. Cuando ya viven en pareja, el 53 por ciento de ellas se dedican a las labores domésticas mientras lo hacen solo del 2 por ciento de los hombres.

Y el futuro al respecto puede ser un poco incierto, porque el 46.5% opina que estos roles tradicionales no se deben cambiar mientras el 35.6 por ciento está de acuerdo con flexibilizarlos.

En cuenta al estudio, 2 de cada 10 encuestados persisten en la idea de que los hombres deben ir primero a la universidad cuando una familia pasa por una situación económica difícil y la mayoría de mujeres que viven en pareja no dan cuenta de que el lugar donde viven también es suyo si es de su pareja. En efecto, la mayoría de mujeres no reconocen sus derechos de pareja.

¿Liberales a medias?

La encuesta encontró que más mujeres (34 por ciento) que hombres (el 25 por ciento), aprueban la homosexualidad, y que más hombres (53 por ciento) que mujeres (el 42, 7 por ciento) aprueban el sexo prematrimonial.

“El índice de conservadurismo-progresismo aumentó en las mujeres entre 2010 y 2016. Esto quiere decir que, en los últimos 6 años, las mujeres colombianas tienen actitudes sociales y morales más progresistas, sin que se presente alguna diferencia significativa entre el índice de hombres y el de mujeres en 2016”, sostiene el estudio.

Ficha técnica

El trabajo de campo del estudio 2016 del Barómetro de las Américas para Colombia tuvo lugar entre el 3 de agosto y el 29 de octubre de ese año. Su realización fue llevada a cabo por la firma IPSOS. El universo poblacional del estudio fueron todos los mayores de edad residentes en Colombia no institucionalizados (es decir, se excluyó a las personas que habitan en cárceles, colegios, hospitales y bases militares). El tamaño de la muestra escogido fue de 1512 individuos dentro de este universo poblacional, con lo cual se garantizó que la muestra representa a dicho universo con un margen de error de ±2.5%. El método de selección de estos individuos (método de muestreo) fue probabilístico, estratificado, multietápico, con selección aleatoria de las unidades muestrales de cada etapa.

Compartir post