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MAJ

Es un espejo de Colombia. Es un espejo de la violencia. Es un espejo de la misma gente. Es una mirada personal del conflicto y una reflexión a terminar el ciclo. ‘Matar a Jesús’ no habla de perdón, habla de resistencia. Este 10 de marzo llega a las salas del país la película de la directora Laura Mora.

La historia transcurre en Medellín. Se centra en Paula, una joven estudiante de fotografía quien ve morir a su padre a manos de un sicario. Paula, en medio del proceso de duelo, termina en una discoteca y se cruza con Jesús, el asesino de su padre. Tras la frustración de lo sucedido y la negligencia de las autoridades, ella decide tomar la justicia por sus manos acercándose a él. Vemos junto a ella, y vamos descubriendo poco a poco quién es Jesús. Incluso vamos tejiendo la estrategia con ella.

La película propone un ritmo propio y concreto, va al grano y con eso es más que suficiente. Es una historia sincera, que no pretende sino que expone. No toma partido ni juzga. Incluso alcanzamos a sentir empatía por Jesús entendiendo que todo victimario también es víctima. Ahí está el poder de esta historia. Hay muchos sentimientos en medio de lo que pasa pero al final la conclusión solo puede ser una: el ciclo de violencia debe terminar. Y dejando a un lado el perdón (porque eso es otro tema), expone la verdadera valentía de personas como Paula, quienes son las que permitirán que la violencia no perpetúe.

Maneja actores naturales, elemento que aplaudo porque están muy bien trabajados, sobre todo el personaje de Jesús. Es una historia real, con personas reales. La película se siente humana, se deja tocar, se deja ver y se deja sentir.

El manejo de la cámara es destacable, tiene muy poca profundidad de campo y esto nos permite encerrarnos en el mundo de Paula. Y además, nos sumerge en un estado de frustración y desespero al no tener control del panorama. Los silencios están medidos a la perfección, los diálogos nunca se sienten forzados e incluso contienen humor.

Laura Mora, su directora, ilustra una experiencia propia, y si bien la película no es del todo autobiográfica, tiene muchos tintes de su realidad. Es aquí cuando puedo decir que es una película valiente ya que no hace juicios queriendo respetar esa realidad, sino que aporta algo desde afuera y desde la humildad.

Al final, el querer saber más nos invade, queremos saber qué ocurre con la protagonista. Pero la decisión es muy personal. La película nos permite completarla, y más que completarla, nos permite completarnos. Rellenar nuestra historia que al final es la historia de cualquier colombiano. ‘Matar a Jesús’ nos hace iguales.

10 claquetazos de 10.

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