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Columna vertebral. La anatomía de la columna vertebral es una combinación fantástica de huesos fuertes, ligamentos y tendones flexibles, músculos grandes y nervios muy sensibles. Está diseñada para ser increíblemente fuerte y proteger las raíces nerviosas altamente sensibles, y al mismo tiempo muy flexible para posibilitar el movimiento en muchos planos. **

 

     Recuerdo cuando mis hijos aprendieron a montar en bici. Con los dos, él y ella, usé la misma técnica, intuitiva claro. Primero, les explicaba las partes básicas de su nuevo “juguete” y para que servían. El aprendiz de turno me escuchaba con una mezcla de ansiedad, aburrimiento y hasta enojo porque quería subirse “¡Ya!” y yo, manteniendo mi calma, le decía la importancia de conocer primero su funcionamiento, cómo llevarla hacia donde querían, donde estaba el freno, la postura del cuerpo, en fin. Cuando ya creía que la lección teórica era suficiente sostenía la bicicleta para que se acomodara; luego, lentamente me trasladaba a la parte de atrás, la sostenía firme y cuando sentía que estábamos listos, le indicaba que la echara a rodar.

La ansiedad del niño se convertía inicialmente en torpeza y temor “¡no me sueltes mami!, ¡no me vayas a soltar!”, y yo empezaba a correr a la velocidad que marcaba su pedaleo. Así, dábamos varias vueltas al lugar, yo sosteniendo la bici desde la parte de atrás, hasta cuando sentía que podía mantenerse en equilibrio, y sin decirle nada, le soltaba un poco, le dejaba avanzar y ¡lo lograba! Claro, cuando se daba cuenta que iba solo, la caída era inminente “¿Para qué me soltaste?”, era la recriminación siguiente. Pero, y seguro lo sabrán quienes hayan estado en estas faenas, era momentáneo, pues el entusiasmo le llevaba a ponerse en pie y volverlo a intentar una y otra vez, hasta que… “¡Puedo solo!¡Puedo sola! ¿Lo viste mami?”

No puedo dejar de sonreír cada vez que recuerdo esa historia, y menos aun cuando los veo hoy en día en sus caminos universitarios y ese episodio repitiéndose, aunque con diferentes escenarios; más capaces de avanzar solos, pero con el mismo objetivo: siguen explorando sus posibilidades confiando que siempre habrá alguien que los sostenga.

¿Cuántas personas a su alrededor tienen la certeza que usted estará para ellos? Con esto en mente le invito a acomodarse nuevamente en el CADEX.  ¿Listo? Ahora sí voy a contarle donde estamos, nada más ni nada menos que en la parte posterior del cuello, justo en la base del cráneo donde iniciaremos el recorrido por la columna vertebral, un camino de 33 huesos individuales y una extensión promedio de 75 centímetros, esto depende claro del tamaño de la persona, en mi caso y con mis 1,56 metros, no creo que sea tanto. El primer grupo de vertebras que se observan se llaman cervicales y sirven para sostener el cuello y la cabeza que bastante pesada si es. Voy a bajar con cuidado para que pueda ver ese pequeño disco de cartílago que hay entre cada par de vertebras, y quiero que recuerde momentos en los que ha dado saltos ya sea por deporte, para evitar un charco o al bailar.

Pues bien, son esos discos los que evitan que las vértebras rocen, podría decir que son una especie de amortiguadores. El camino sigue y ahora podrá ver otro grupo de vertebras llamadas dorsales, si las cuenta, podrá darse cuenta que son doce y su función es clave: anclar las costillas en su sitio, fíjese a los lados y descubrirá esa especie de caja ósea que protege nada más ni nada menos que órganos como el corazón y los pulmones, hacia donde iremos en otra etapa de este recorrido. 

Continúo. Ahora, estamos pasando por el grupo de vértebras lumbares: una, dos, tres, cuatro y cinco… recorremos el sacro y finalmente vamos llegando al final del recorrido al vislumbrar el coxis, estos últimos tres grupos de huesos son los que han sido su sostén cada vez que ha cargado algo pesado. Y aquí me detengo por ahora para contarle algo que seguramente no se dio cuenta: dentro de esta fortaleza ósea hay un canal que tiene una estructura fundamental llamada la médula espinal, que está rodeada de membranas y protegida por los cuerpos vertebrales desde la base del cráneo hasta el coxis y está compuesta por una sustancia blanca y la sustancia gris llena de raíces nerviosas cuya función es ser conductora de información desde y hacia el cerebro, controlar reacciones automáticas o reflejas y transmitir impulsos nerviosos a los músculos, vasos sanguíneos y glándulas.

¿Quién es un líder si no un pilar que representa apoyo, protección, inspiración, motivación y motor de un equipo?

Sin un líder un equipo se derrumba, pero si a la par de la firmeza que se requiere de ese líder, éste no es vulnerable y flexible también podría derrumbarse y la analogía que estoy por proponerle con la estructura anatómica en la que nos encontramos, nos enseña que la sabiduría de su cuerpo es tal que encerró en un mismo lugar todos estos recursos para usted. Existe en la narrativa un camino que marca muchos relatos épicos y fue llamado el camino del héroe por Joseph Campbell, antropólogo estadounidense y que se resume en doce pasos:

  1. Mundo ordinario (su día a día, su vida con todos los matices que tenga).
  2. La llamada a la aventura, en donde aparece una oportunidad para hacer algo grandioso por otros o por el mismo, pero ese algo va a requerir enfrentarse con sus propios temores, creencias e inseguridades.
  3. Rechazo de la llamada debido precisamente a esas inseguridades, a los “no soy capaz”, “yo estoy bien como estoy”
  4. Encuentro con un mentor o con ayuda sobrenatural que le ayuda a conectarse con sus recursos personales, a tomar consciencia de quién realmente es y el potencial que está dentro de sí. Incluso lo entrena.
  5. Primer umbral. Toma la decisión y da el paso. Atraviesa una puerta que lo lleva hacia lo desconocido.
  6. Pruebas, aliados y enemigos. Llega el momento de una primera batalla en donde aparecerán sus principales enemigos, pero también aliados claves
  7. El héroe va ganando pequeñas batallas, pequeñas pruebas gracias a las cuales gana confianza.
  8. Prueba decisiva. Y se llega el momento para el cual venía preparándose, una batalla, una prueba muy fuerte en donde saldrá a flote todo aquello que ha venido incorporando.
  9. Recompensa. Atraviesa la prueba, se sobrepone a sus propios temores y sale victorioso.
  10. El camino de regreso. Emprende el camino de retorno, pero ya no es el mismo, va con una nueva mirada, nuevos recursos internos.
  11. Resurrección o Iluminación. En medio de su travesía tiene una prueba aún mayor. Seguramente al último minuto, cuando está a punto de perecer, algo sucede y triunfa.
  12. Regreso con el “elixir”. Ese “elixir” es su nueva conciencia, su nuevo poder que, ya superadas todas las pruebas no olvidará jamás.

  Este camino habla de una transformación y está presente en todo proceso de cambio personal o colectivo. Cuando abordo a un coachee llega con los tres primeros pasos a cuestas. Hay algo de lo cual ya es consciente que no está funcionando ―mundo ordinario― y quiere más ―llamado a la aventura―, pero no sabe cómo hacerlo; hay inseguridades y creencias que no le dejan avanzar ―rechazo de la llamada―, por eso acude a un coach o mentor o fue enviado en el caso de un coaching ejecutivo en donde la empresa decide el proceso ―encuentro con un mentor― y de allí en adelante sigue todo el recorrido.

Las pruebas lo llevarán al cambio de creencias, actitudes o comportamientos que requiera y el elixir del paso doce es su día a día ahora abordado desde ese nuevo observador. Este camino del héroe es un llamado a conectarse con esas vulnerabilidades que hasta entonces había considerado como debilidades pero que en realidad eran vitales para conectarse con otros. Y ese es el camino en el que en todo momento se encuentra un líder, de hecho, la representación gráfica de estos doce pasos siempre es circular, porque una vez “termina” en realidad está iniciando un nuevo proceso de nueva consciencia.

Si hay algo que impacta el liderazgo es cuando el líder se queda en la fortaleza y firmeza, en nuestra analogía sería en la estructura ósea de las vértebras, y quiere mantener oculta su vulnerabilidad, protegida como las vértebras protegen la médula espinal, porque siente que si la expone será débil y no atiende el llamado a la aventura, y si lo hiciera descubriría que vulnerabilidad está más asociada con temple y prudencia siendo capaz de decir “no sé y necesito ayuda”.

La fortaleza del líder está representada en mantener firmeza en la dirección hacia el objetivo conectando con quienes forman parte de su equipo, más que en alejarse de ellos ocultándose tras una máscara de control y comunicación agresiva, en el diseño de planes estratégicos que aseguren los niveles de detalles que debe tener la información hacia otras personas o en conversaciones de feedback efectivo que permitan en el tiempo adecuado corregir rumbos individuales o potenciar comportamientos positivos.

La fortaleza del líder está representada en su capacidad de inspirar a su equipo para mantenerse firme frente a las dificultades y automotivarse aun en momentos en donde no existan motivaciones externas. La fortaleza no es una coraza, es un recurso que da sostén a todos los procesos. Sin la columna vertebral el cuerpo se desvanece y cae

En el mundo de la empresa es bastante habitual que prevalezca la relación de fortaleza con caparazón, y es aquí donde esto sugiere revisar culturalmente en la organización cómo se premian o castigan los “no sé” o los “gracias”. Una vez escuché a un líder decir en tono de chiste “las “gracias” las dejo a los payasos” y ahí entendí porque, en una sesión con su equipo, uno de sus miembros ante el pedido de otros compañeros que fuera más cordial a la hora de pedir o recibir alguna tarea, pues jamás decía, por ejemplo, “por favor” y su actitud era calificada como “hostil”, respondiera sin ningún asomo de duda o remordimiento: “¿y por qué debo decirlo? Para eso estamos aquí, para que cada uno de nosotros cumpla lo que le corresponde, nadie me está haciendo un favor”.

No es más fuerte un liderazgo sin empatía por las vulnerabilidades. Al contrario, cuando un líder es capaz de conversar con sus propios “puntos débiles”, de manera intuitiva traslada esas conversaciones hacia su equipo y construye un espacio de confianza en el que se puede comenzar a trabajar en el desarrollo de las posibilidades de mejora porque ese líder les va a resultar más cercano y podrán conectar de manera más sencilla.

 

** Apartes del capítulo correspondiente a la Columna vertebral del libro Manual de Anatomía para Líderes

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