Eran las 7:45 de la mañana y ya las manos empezaban a sudarme y los nervios a tomar protagonismo, faltaban 15 minutos para iniciar la entrevista de admisión a la universidad, quería estudiar derecho, era mi pasión, pensaba que las normas eran los instrumentos necesarios para transformar el país; pasaron los minutos hasta llegó el momento, fui llamado por un profesor de la facultad, un traje formal (cachaco – corbata) y un café lo acompañaban, y en medio de la conversación él me hizo la pregunta del millón: ¿por qué quieres estudiar derecho?, con un suspiro contenido y una sonrisa intrigante respondí “quiero luchar contras las injusticias y los graves problemas que tiene el país, quiero ser parte de la mayoría honesta y demostrar que la mala fama de los abogados es solo un fantasma que acompaña a unos pocos que actúan con trampas y mentiras”, respuesta repetida por muchos de mis compañeros.
Fue el punto de partida de una gran odisea de 5 años en la cual varios profesores repetían hasta el cansancio, “el imperio de la ley”, “protección de derechos fundamentales”, “Colombia es un Estado Social y Democrático de Derecho”, “la Constitución es normas de normas”, “la justicia al alcance de todos”, estos y muchas otras fantasías que recrean la mente de muchos de los estudiantes de derecho, que encuentran en este país referentes como los Pretelt, los Uribe, los de la Espriella, los Miranda, los Granados y otros que se imaginan siendo abogados como los Bedoya.
Estudiar derecho en este país se ha convertido en un acto de fe frustrado, donde se hace necesario para algunos abogados pagar para tener sentencia, mentir para obtener la absolución de su cliente y presentar testigos falsos para sembrar dudas.
Que podemos esperar estudiantes, egresados y recién graduados que presenciamos desde la misma universidad, escándalos de compra de notas, roscas, vetos a la libertad de catedra, acusaciones políticas en clases, influencias o amistades que garantizan ganar una materia o ser admitido para ser profesor, estos y muchos otros ejemplos que demuestran que no solo son los frutos los que están podridos, sino las semillas que apenas brotan en los salones de clase.
El reciente escándalo del seudomagistrado Pretelt no solo demuestra lo que todos sabemos, que hay corrupción, tráfico de influencias e impunidad, sino que refleja que para ejercer el derecho en el país no hay cuerpo legítimo judicial alguno que siembre tan solo un mínimo de respeto y de autoridad moral, ejemplificado de la mejor manera en este caso: (véase ¿Queda autoridad respetable en Colombia?)
Un magistrado denuncia al Presidente de la Corte Constitucional en la Comisión de Acusaciones, la cual es el mejor ejemplo de impunidad en este país (solo una vez en la historia el Congreso ha logrado condenar, y fue al General Rojas Pinilla en 1959, por abuso de autoridad y concusión), y en la cual se encargará de investigar un congresista (Julián Bedoya) que decía ser abogado pero resulta que no lo es.
Seguidamente, es el acusado el que ahora acusa, afirmando contundentemente “solo no me voy, nos vamos todos”, el mismo que fue elegido en 2009 bajo graves sospechas por parte de varias instituciones y la prensa, en tanto no había argumentos convincentes que llevaran a que un abogado no constitucionalista y sin recorrido académico llegara a la cumbre judicial, nombramiento netamente político por coherencia ideológica entre éste y el Presidente de la Republica (alias «el intocable») del momento, en tanto fue el encargado de ternarlo.
Seguidamente, el fiscal no se escapa de las acusaciones, quien con ligereza actúa en unas investigaciones pero en otras sospechosamente es pasivo, la Procuraduría y la Contraloría son el trampolín de familiares y amigos de políticos que pretenden alcanzar un puesto, mientras que la Policía se envalentona con el campesino pero con el congresista borracho o el anónimo estrato 6 (¿usted no sabe quién soy yo?) agacha la cabeza o graba con un celular… todas las instituciones han sucumbido, y esto sin dejar de lado las cárceles, que también hacen parte del aparato judicial y las cuales no garantizan resocialización ni justicia alguna.
Si Álvaro Uribe y Horacio Serpa, por ejemplo (mencionarlos todos se haría interminable), están en el Congreso, Jorge Pretel sigue en la Corte Constitucional, Luis Gabriel Miranda está en la Corte Suprema, Eduardo Montealegre es Fiscal General, Ernesto Samper es secretario de Unasur, Alejandro Ordoñez es Procurador General, Iván Márquez y Jesús Santrich abogan por las víctimas en La Habana y, Julián Bedoya, siendo bachiller tiene la potestad para investigar magistrados, entonces ¿para qué ejercer una carrera (Derecho) que no alcanza a generar unos mínimos respetos a la autoridad legal y una mínima sensación de justicia?.
No confundas el instrumento con el uso que haces de él. La labor del abogado, no se circunscribe a los devenires de una sociedad particular. Es el abogado quien esta calificado para cuestionar el litigio por relaciones sociales, rechazar los jueces corruptos, las normas viles, etc. El ingeniero no reniega de su profesión porque el suelo esta fangoso o el médico porque la epidemia no cede.
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No confundas el instrumento con el uso que haces de él. Ser abogado no se circunscribe solamente a las devenires de una particular sociedad. El abogado es precisamente quien esta calificado para cuestionar su entorno, buscar redirigirlo, sentar bases firmes, rechazar el litigio de relaciones públicas o de la ilegalidad, rechazar jueces que deciden por dinero, etc. El ingeniero no rechazará su profesión porque el suelo esta fangoso o el médico porque no cede la epidemia, etc.
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Creo que en el mundo habría más justicia si no existieran los abogados. Hay un libro interesante que trata ese tema y el de la estupidez que es el uso de ortografía de letras, cuyo titulo es El Molino de la Gente, y está escrito con un alfabeto que no usa ortografía. Con el título de la obra se puede bajar gratis de Internet.
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para litigar no se necesita conocimiento se necesita es dinero y la conexión con los auxiliares de los funcionarios que son los que sacan los fallos , los Jueces y Magistrados se ganan el salario por firmar.
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La corrupción es un problema del país no de una profesión. Todavía quedamos abogados honestos que respetamos la ley y creemos que todos estos escándalos van a contribuir a la limpieza del País. Cuántos ingenieros contratistas corruptos???? Muchos. Cuántos Médicos y profesionales de la salud manejando dineros públicos en las EPS corruptos? Muchos. Cuántas constructoras y estafando gente??? Mucha. Y los hackers corruptos???? También ingenieros. Y los Economistas y Financieros de Interbolsa??? Corruptos. Todas la profesiones en Colombia mínimo un escándalo por corrupción o falta de ética han tenido en cabeza de alguien importante para el País. Qué me dicen de la corrupción en los medios de comunicación???? El problema más reciente es el de la Corte Constitucional pero de corrupción estamos huntados hace mucho tiempo y es un flagelo que esta consumiendo todo el País y todas las profesiones.
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Los abogados y futuros abogados D I C E N tener intenciones de mejorar el país; pero una cosa es lo que la gente dice y lo que la gente piensa más o menos conscientemente (y lo que la gente realmente piensa se manifiesta en lo que hacen), y en la práctica lo que uno ve es que a los abogados solo les interesa la plata. En eso no habría nada de malo si no es por el hecho de que los abogados suelen hacer lo que sea y pasar por encima de lo que sea por plata. Además, los abogados suelen carecer de altura intelectual, solo conocen de leyes y el mundo judicial, son gente vulgar e inculta puesto que su formación es demasiado restringida y no estimula el desarrollo mental. Los abogados necesitan un poquito de memoria y cierta capacidad para enreda y ya. Hay demasiados abogados en el país.
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Quedaron en mi memoria el caso de la estudiante, mostrado en séptimo día, que lanzada por sus compañeros de clase cayó y quedó en silla de ruedas, y el abogado que la representaba cuando salío el dinero a favor no les dió nada, quedó en mi memoria el abogado que en séptimo día, lleva viviendo años gratis sin pagar arriendo porque nadie puede sacarlo legalmente del edificio donde vive y nisiquera tiene un contrato, Y en mi memoria quedó el momento de la película el abogado del diablo en donde un genial Al Pacino dice:
¿Por qué la ley?
¡Déjate de idioteces! ¿Por qué abogados?
Porque la ley, hijo mío, nos da acceso a todo.
Es el pase supremo para entrar a los camerinos. Es el nuevo sacerdocio.
¿Sabías que hay más estudiantes de leyes…que abogados sobre la Tierra?
¡Vamos a salir…con las pistolas echando llamas!
Ustedes dos…todos nosotros, exoneración tras exoneración tras exoneración…
hasta que el hedor llegue tan alto, penetre tan arriba…
¡que mate a todo el jodido clan!
No es un remoquete a todos los que practican la profesión, pero es un campanazo de alerta para que quede claro el corolario de lo que debe ser el ejercicio.
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¿Sabes por qué los abogados no bajan a la playa cuando en ella hay gatos? Por miedo a que los tapen con arena…
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Precisamente los personajes que menciona el bloguero son el modelo de lo que quieren ser las personas que quieren estudiar derecho o ser los que ya se graduaron: tener poder, figurar en los medios, enrriquecerse manejando la ley a su antojo y preferencia y sobre todo el pertenecer a un selecto y exclusivísimo círculo de sobachaquetas, tiralevitas y quitamotas (que solemnemente se llaman doctor entre ellos) que no aportan absolutamente nada al desarrollo y progreso del país. Al final, nada de justicia y nada de derecho (pero si me dan 500 millones de pesos cambio de opinión). En resumen, mucho abogado y poca justicia, y mucha ley y mucho truco para acomodarla al que más tenga dinero. Y no sigo. Mozo, sírvame en la copa rota…
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Recordemos la famosa frase » Las armas os daran la Independencia, las leyes os daran la libertad» . Nada ha cambiado desde ese lejano momento, y precisamente el convulsionado Oceano en el que naufraga nuestra Justicia es por falta de ese profesional Pensante, de ideas vanguardistas, pero sobre todo de apego y respeto a la carta de Navegacion, que es nuestra Constitucion Nacional, y si esta falla, por falta de dinamismo y ajuste al cambio moderno y necesario, ahi, es donde se necesita ese intelectual entre los intelectuales, que enderece el timon hacia puerto seguro, que seria la igualdad, Justicia y Oportunidad para todos los hombres. Animo Futuras Generaciones de Abogados, no de tinterillos pasa memoriales, La Justicia esta fallando si, pero hay es donde nos necesitan para hacer una constitucion auto-regulada y reguladora, hay que pensar mas alla de litigar demandas baratas, hay que modificar el Sistema, para hacerlo autoeficiente y controlado, asi evitaremos la manipulacion, el soborno, el trafico de influencias, la participacion indebida en Politica etc, y esto puede y tiene que venir de ustedes las mentes jovenes, los unicos que pueden reemplazar ese infimo porcentaje de Abogados Honestos y con Honor, que engrandecimos la profesion en anos lejanos, pero que ya estamos de salida, pero que clama a gritos un cambio radical en la administracion de la Justicia.
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El Derecho se convierto en las garras para terminar con lo interminable, con la pulidora que quita la piedra del zapato. Y yo que quería ser abogado!!!
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No sé qué estudiante de derecho no empieza su carrera con los ideales descritos en el principio de este artículo, yo incluso cité a Aristóteles en mi entrevista para entrar a una de las Universidades a las que apliqué, y así como cualquier otra carrera, se debe iniciar con pasión y con ideales. Otra cosa es que haya profesionales del derecho o cualquier otra carrera (porque no hay que olvidar el escándalo de los Nule hace unos años) que venden su integridad por poder y por dinero. Sobre los comentarios de algunas personas sobre este artículo, que supongo no son abogados, quiero decirles que el derecho es la base de la sociedad, por eso necesitamos abogados íntegros y eso es lo que se busca en las Universidades, como en una donde se tiene un proyecto llamado «atrévete a pensar». Por lo que dice en este artículo, debemos hacerle un llamado a los jóvenes que terminan una carrera, y más a los abogados que tenemos como armas las normas de un país, para que piensen el daño que le hacen a su integridad y a la integridad de nuestro ordenamiento jurídico cuando aceptan un soborno, falsifican pruebas, anteponiendo sus intereses egoístas.
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Tengo 15 años, uno de mis propósitos es llegar a ser abogada, tal vez no acabe con la corrupción, ni contribuya al desarrollo de el país, pero por algo se empieza, con un colombiano que tenga una meta y sea honesto, fiel consigo mismo, se puede aportar un granito de arena, en algunos casos no hay que generalizar como lo hizo la persona de el comentario de abajo (Yorguachinton) Algunos si tenemos buenas intenciones, se que no son todos, pero como dije anteriormente por algo se empieza.
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Debemos persistir con nuestra sagrada profesión de Abogados ! claro que construiremos pais sano, transparente y digno. Sigamos adelante apreciados Colegas del Derecho, sí podemos ! sí tenemos futuro siendo honestos. Es una gran profesión y vale la pena defenderla. Argumentos en contra es propio de desadaptados y egoístas comentarios que no debemos tener en cuenta. Adelante !!
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