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Hace pocos días escuché esta frase de Alejandro Marchesán, presidente de la Asociación Argentina de Profesionales de Coaching Ontológico y me quedó dando vueltas en mis sentidos. ¡Tanta verdad en tan solo nueve palabras!
Partamos de un hecho: somos seres conversacionales, las organizaciones son redes conversacionales, las relaciones son fruto de nuestras conversaciones, nuestros resultados nacen siempre de una conversación.
De hecho lo que diferencia a una empresa efectiva de otra que no lo es, es el tipo de conversaciones que sostienen sus integrantes, lo que se dice y lo que se calla, porque esto último es una conversación que ya existe solo que no sale a la luz pública pero si influye en el estado de ánimo y en las acciones.
Uno de los roles de un buen líder es generar espacios que permitan diseñar conversaciones que apunten a poner de manifiesto en el espacio público todo aquello que no se habla en forma funcional, aquello que ocurre en radio pasillo, que se convierte en un obstáculo para alcanzar objetivos.
Y ni que decir en lo personal. El ser de cada uno es el resultado del conjunto de conversaciones en las que nos vemos envueltos, en las que caemos y participamos. Por eso, dice Julio Olaya, uno de los exponentes del coaching ontológico, “si logro entender las conversaciones que nos constituyen logro penetrar el espacio del alma humana y entender mejor porque me pasa lo que me pasa, porque sufro cuando sufro, porque me tropiezo una, dos tres veces”.
Son tres los ejes conversacionales que nos constituyen y a los cuales sería importante comenzar a prestar atención: El primero mis conversaciones con los demás con mis padres, hermanos, – que me fueron constituyendo desde niño – , con mis amores, en el trabajo, en la universidad.
El segundo eje son esas conversaciones que mantenemos dentro de nosotros mismos las cosas que nos decimos, las que no nos decimos, la forma como nos la decimos. “Y si lo hago y no funciona”, “para qué me voy a meter en esto”, “si tan solo fuera más…”
Y hay un tercer eje que es la conversación que todo ser humano siempre mantiene con el misterio de la vida, de la existencia, por qué me toco tal y cual cosa, por qué , ese diálogo con el exterior de la vida se asocia con la figura que para muchos representa Dios, para otros la grandeza del universo.
Desarrollar competencias conversacionales debería ser una materia obligada desde nuestra niñez, cómo fundar mis juicios, cómo escuchar efectivamente, para qué indago, cómo propongo, qué confianza estoy generando con mi hablar
Todo futuro diferente está a una conversación de distancia. ¿Qué conversación te hace falta? ¿Conversas sobre hechos o tomas tus juicios e interpretaciones como verdades? ¿Cuánto tiempo llevas con la misma conversación en tu cabeza? ¿Qué conversación te llevó a tomar la decisión que hoy estás revaluando? ¿Cuáles hacen falta en tu organización, en tu familia? Y claro, fundamental también ¿Cuáles te han dado resultado?
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Lanzamiento virtual ebook “Querida alma gemela: ¿dónde carajos estás?
Se trata de una recopilación de diez historias reales de amores tóxicos o bloqueos personales que le impiden a las personas amar y permitirse ser amadas de una forma sana. Como hasta hace unas décadas atrás en donde las cartas nos unían a quienes estaban lejos de nosotros, la protagonista de estos relatos le escribe a su Alma Gemela, donde quiera que se encuentre para que juntos aprendan a identificar en sí mismos situaciones que no les ayudan a estar en equilibrio emocional y tomar así los aprendizajes que cada historia deja.
Bajo esta estructura, se relatan historias que se ven marcadas con temas como la infidelidad, baja auto estima, amores por internet, violencia de género y otros tipos de agresiones o situaciones que terminan en relaciones tóxicas pero que iniciaron con la firme convicción de sus protagonistas de haber creído encontrar en ese momento su alma gemela.
El libro digital “Querida alma gemela: ¿Dónde carajos estás?” , está disponible en Amazon.com
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Gracias agb257014 por tu comentario, me complace poder aportar algo desde este espacio. Saludos
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que buen blog
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Gracias Alejandro por tus palabras. Saludos
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