Mochilero, cada rincón de Colombia esconde algo especial: desde gente increíble, paisajes únicos y naturaleza salvaje hasta pueblos mágicos. Es por eso que me he puesto en la tarea de seleccionar para usted los que, a mi juicio, han sido los pueblos más bonitos que he visitado. To esto, con la misión de animarlos a que los recorran. Algunos tienen calles empedradas y otros, casitas de colores, pero de seguro todos se robarán su aliento.
¿Me acompaña en este recorrido? ¡Bienvenido!
Barichara, Santander
Con una arquitectura increíble, calles empedradas y un ambiente de tranquilidad, Barichara debe estar en su lista de pueblos por visitar este año. En definitiva, se trata de un lugar que se roba los suspiros de los que se aventuran a visitarlo. Y en mi concepto, se gana la medalla de plata. En sus casas y calles predominan el color ocre y el blanco, y están adornadas de fondo con el ambiente natural y rupestre de esta zona de Colombia. Los mejores planes aquí son montar en tuk-tuk para recorrer sus caminos, visitar el Salto del Mico para desafiar los sentidos, aventurarse al camino real de Guane y entrar a sus iglesias coloniales para agradecer. Cada esquina de Barichara es perfecta para una foto, ¡algunas con jardines y tonos terracota simplemente fascinantes!
Villa de Leyva, Boyacá
Su imponente plaza principal, el perfecto estado de conservación de sus edificios coloniales y la naturaleza espectacular que esconde a las afueras, hacen de Villa de Leyva uno de los pueblos de Colombia que debe visitar al menos una vez en su vida. Villa de Leyva tiene de todo: desde planes como montar cuatrimoto en el desierto para visitar los pozos azules, hasta la oportunidad de andar en bicicleta con dirección a la Casa Terracota para ejercitarse un poco. También puede caminar hacia el Mirador El Santo durante una hora y contemplar una panorámica especial de este pueblo. Le recomiendo visitar «Astral» y comer allí el mejor pan artesanal. O puede ir a «La Galleta», una panadería ubicada a una cuadra de la plaza principal, en la que sirven las mejores milhojas del pueblo.
A las afueras, aparte de los pozos azules, puede aventurarse a la cascada La Periquera y hacer rápel en una actividad llena de adrenalina.
Guatapé, Antioquia
Famoso por la Piedra del Peñón, un verdadero paraíso de nuestra geografía, el pueblo de Guatapé es quizás el más colorido de Colombia. Sus casas tienen diferentes detalles dibujados, que van desde animales, esculturas y símbolos, hasta personas y paisajes. Este pueblito paisa es una mezcla entre la mejor tradición campesina y la cultura antioqueña. Aquí encontrará a personas serviciales que lo harán sentir como en casa, y además podrá recorrer sus calles, todas adornadas con casas de ventanales y puertas multicolor que resultan en un abanico de sensaciones para sus ojos. Y claro, debe ir preparado para subir los 702 escalones de la piedra con el fin de contemplar, en la cima, una de las mejores vistas de toda Colombia, desde donde podrá contemplar el embalse en su totalidad.
Filandia, Quindío
A solo 35 minutos de Armenia se encuentra otro de los pueblos que, para mí, está en el top de los más bellos de Colombia. Se trata de Filandia, un lugar en el que un pasillo de colores resalta en su calle principal, conocida como la «calle del tiempo detenido». Su plaza más importante está adornada con diferentes restaurantes, hostales y tiendas con algo en común: una fachada colorida. Es un auténtico pueblito al mejor estilo del eje cafetero, con una amplia gama de planes naturales y urbanos a realizar. Desde hacer una caminata entre los bosques Barbas y Bremen, hasta subir al Mirador Colina Iluminada, son algunas de las ofertas turísticas que encontrará en este encantador municipio. Le recomiendo tomarse un café con toques de cilantro en un restaurante llamado «1.000 de cilantro». Sí, así tal cual, como el mandado que le hacía de pequeño a su mamá. Para este mochilero, Filandia se lleva la medalla de bronce.
Pueblito Boyacense, Boyacá
En el municipio de Duitama, al que se llega luego de un viaje de veinte minutos hacia el norte desde Paipa, los viajeros pueden recorrer el Pueblito Boyacense. Allí se levanta una aldea que evoca la arquitectura de siete pueblos de Boyacá: Villa de Leyva, Tibasosa, Tenza, El Cocuy, Sáchica, Monguí y Ráquira. En este lugar se resalta la cultura local en la gastronomía, la música, la artesanía y la danza.
Con poco más de 100 casas coloridas y sus 22.000 metros cuadrados, el Pueblito Boyacense resulta una parada obligatoria para esos viajeros que buscan relajarse y adentrarse en nuestra cultura.
Salento, Quindío
Cerca de Filandia hay otro lugar que encanta a los viajeros. Se trata de Salento, un abanico de colores que espera por ser recorrido. Esta es la entrada a uno de los lugares más emblemáticos y famosos de toda Colombia: el Valle del Cocora. Si anda en búsqueda de la palma de cera más increíble del mundo, deberá primero llegar a Salento en donde podrá hacer cabalgatas a las afueras, visitar cascadas y realizar caminatas ecológicas a través de sus paisajes en los que predomina el color verde, al mejor estilo cafetero de esta región del país. Salento es un pueblo cargado de color y vida, en especial su Calle Real, la más famosa e ‘instagrameable’. Al finalizar esta calle, que empieza en la plaza principal, se encontrará con unas escaleras que lo conducirán a uno de los miradores de Salento, El Alto de la Cruz, y allí podrá contemplar todo el esplendor del pueblo.
Guatavita, Cundinamarca
Tomando un bus desde el Portal Norte de Bogotá, y después de 40 minutos, llegará a un pueblo colonial mágico. La tranquilidad que emana Guatavita es de otro planeta. Este municipio de Cundinamarca, uno de los más ricos en historia, esconde construcciones coloniales, un ambiente de paz y, por supuesto, su lugar icónico: la Laguna de Guatavita, ubicada a las afueras. En un día puede alcanzar a recorrer la totalidad del pueblo y los lugares increíbles que tiene a su alrededor. Guatavita lo dejará encantado con su arquitectura, suelo empedrado, gente amable y exquisita gastronomía. Le recomiendo partir de la plaza principal, y a mano derecha, cruzar por la Calle de los Arcos, una maravilla de la arquitectura colonial. Además, puede visitar el Café Museo Guatavita o divisar el Embalse de Tominé, un cuerpo de agua con pinceladas azules y verdes perfecto para fotografiar.
Jardín, Antioquia
Jardín, para mí, se cuelga la medalla de oro. En este municipio podrá encontrar una iglesia semi gótica, así como unas sillas de colores muy conocidas que encantan a propios y visitantes. No faltarán tampoco el sinfín de colores que adornan sus casas y la majestuosidad de naturaleza que rodea a este increíble pueblo. A los alrededores de Jardín esperan por usted cascadas, cuevas, ríos, puentes colgantes y más. Yo le recomiendo tomarse un buen café en Macanas, justo al lado de la Iglesia, y sacar la foto típica con las macetas de colores; así como montar en garrucha para divisar todo el esplendor de los cultivos de la zona. Y lo más especial, visitar la Cueva del Esplendor. Tome nota de este lugar que se esconde entre las montañas de esta increíble región de Colombia.
Monguí, Boyacá
Muy cerca de Sogamoso se encuentra este tranquilo pueblo estilo barroco. El silencio de la plaza de Monguí, interrumpido de vez en cuando por el ruido de los niños correteando, flota sobre las calles empedradas. Sus habitantes caminan vestidos con las típicas ruanas para combatir la temperatura que puede bajar en la noche hasta 5° C. Con sus construcciones de más de 400 años de antigüedad y su gente siempre amable, de sonrisa fácil y sincera, lo convierten un uno de los pueblos patrimonio de Colombia y un lugar en el que no pueden faltar para los visitantes. Los dos planes imperdibles aquí son ir a la fábrica de balones (principal fuente económica de la población) y aventurarse al Páramo de Ocetá, una verdadera comunidad de frailejones que tenemos en Colombia.
Este es mi Top de pueblitos bellos que he visitado, ¿cuál le gustó más? ¿alguno para añadir en este repertorio? ¡Déjemelo saber para visitarlo y capturar su belleza a través de relatos y fotos maravillosas! Si quiere conocer más lugares fantásticos, lo invito a seguir en Facebook a Expreso Mochilero. También me puede encontrar en mi cuenta personal viajera @expresomochilero en Instagram. Para mí será un gustazo poder compartir mis historias con usted y, por qué no, ¡juntarnos en alguna travesía! Hasta pronto.
Leo Carrillo – Travel Blogger en EL TIEMPO
Algunos sitios de interés con información útil de pueblitos colombianos:
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