¡Mochilero! ¿Sabías que mientras viajas estás cultivando en ti nuevas habilidades en búsqueda de tu mejor versión? En este artículo te mostraré, desde mi experiencia viajera, las skills que he podido desarrollar con este increíble hobbie de descubrir lugares fascinantes que la vida nos regala ¿Me acompañas en este recorrido? ¡Bienvenido!

Amanecer en Venecia, Italia. Foto: Expreso Mochilero.

1. Creatividad: conocer una nueva cultura te ayudará a conectar mejor con las personas a través de la compresión de sus hábitos. Aquí es cuando la creatividad sale a escena. Llegas a lugares desconocidos y te debes adaptar rápidamente a nuevas rutinas y formas de ver el mundo. Con esto estimulas más tu cerebro e ideas poderosas pueden llegar de repente. Luego las podrás usar en tu vida cotidiana: trabajo, pareja, relaciones personales, etc.

2. Confianza: la más importante. Aventurarse hacia lo desconocido es, quizás, una de las sensaciones más aterradoras pero increíbles que puedes experimentar cuando viajas. De repente tener que familiarizarse con un nuevo idioma, comida, cultura y transportes hace que te empoderes por completo de confianza y la explotes al máximo. Esto va de la mano con la autoestima y el amor propio, porque estarás cultivando en ti una de las habilidades que puede definir el éxito de las metas que te propongas en la vida.

3. Tolerancia: si te quedas en un típico hostal, con habitaciones de 5 camarotes y espacios compartidos, aprendes a convivir y tolerar más al otro -desde el ronquido del compañero, hasta la chica que se demora una hora en la ducha- ¿Parece chiste, verdad? Pero créeme que algo tan básico te pone a prueba y con ello empezarás a saber si tienes, o no, desarrollada esta importante habilidad en ti. Es una de las skills que más deberíamos poner en práctica día a día para hacer un poquito mejor al mundo y a nuestra sociedad.

4. Empatía: independiente de si viajas solo o acompañado, en un viaje siempre vas a necesitar la ayuda de alguien. Esto causa que tus habilidades sociales se fortalezcan y si eres un poco tímido, te ayudará a superarlo de a poco. En un viaje el típico, «¿me tomas una foto?» puede llegar a convertirse en una gran amistad o en un compañero de aventuras. Pregúntale al otro de dónde viene, a qué se dedica, qué le gusta… Ponerte en sus zapatos y escuchar sus historias es en verdad maravilloso.

5. Gratitud: arma poderosa que tiene el ser humano. Una de las mejores sensaciones que te da un viaje es la de llegar a ese sitio que tanto veías en fotos y libros, tenerlo ahí, para ti. Conocer ese escenario soñado y hacerlo realidad causará que ese sentimiento de gratitud inmenso surja en ti y salga a flote. Sea a la vida, a tu Dios, al karma, al cosmos, a tu familia, etc., seguro habrá algo muy importante que recordarás para agradecer.

6. Agilidad: ¿las cosas no salen según lo planeado? Estar en un entorno desconocido y encontrar contratiempos u obstáculos te saca de tu zona de confort, lo que te desafía de manera gratificante. Viajar y estar en situaciones incómodas o no esperadas te vuelve ágil, flexible y con una adaptación al cambio que irás sintiendo poco a poco. Generalmente en un viaje no debes ir casado con un itinerario o plan, porque de seguro durante la travesía surgirán momentos en los que deberás tomar decisiones al instante y cambiar todo lo que tenías planeado de repente.

7. Trabajo en equipo: viajar se presta para conocer personas, sí o sí. Puede que al llegar a tu hostal tan solo pasen 5 minutos para que ya estés armando plan con algún extranjero para visitar lugares, recorrer monumentos o simplemente hacer una nueva amistad. Este será tu compañero de la aventura y deberás entenderte muy bien con él o ella para hacer de ese viaje el mejor recuerdo. Aquí el trabajo en equipo se centra en sacar lo mejor de cada uno para aprovechar al máximo la experiencia.

8. Valentía: por más de que sea lindo el paisaje que vayas a visitar, cuesta mucho dejar la comodidad de la casa, la familia, amigos y cosas materiales a un lado en búsqueda de nuevas experiencias y memorias para tu corazón. No se puede iniciar una nueva aventura sin antes empacar una buena cantidad de valentía en la mochila, porque esta será el combustible para abrirte hacia lo desconocido y enfrentar tus miedos con todas las ganas del mundo.

9. Liderazgo: viajar es uno de los hobbies que más puede inspirar a otros, y a su vez la inspiración es el motor del liderazgo: hacer que la gente te siga y crea en ti, que confíe en lo que sabes. Si tu meta es convertirte en ese gurú capaz de influir en la forma de ser o actuar de las personas, el viajar puede ser una buena opción.

10. Carisma: definida como la cualidad o don natural que tiene una persona para agradarle a los demás, esta skill se desarrollará siempre y cuando pongas en práctica todas las anteriores en un viaje. Si quieres tener el don de motivar y desarrollar ese «magnetismo personal» debes conectarte con el otro, escucharlo, hacerlo sentir valioso y sacarle sonrisas con algún chiste flojo. Algunos creen que esta es una habilidad innata y otros que se va tejiendo de a poco, pero en ambos casos te mostrará el poder de caer bien y mejorar tus relaciones con los demás.

¡Mochilero! ¿Sabías que mientras viajas estás cultivando en ti nuevas habilidades en búsqueda de tu mejor versión?

¿Y tú cuál es la habilidad qué más has desarrollado al viajar? ¡Este fue mi repertorio! Si quieres conocer lugares fantásticos y seguir mis aventuras, te invito a buscar en Facebook a Expreso Mochilero. También me puedes encontrar en mi cuenta personal viajera @expresomochilero en Instagram. Para mí será un gustazo poder compartir mis historias contigo y, por qué no, ¡juntarnos en alguna travesía! Hasta pronto.

Leo Carrillo – Travel Blogger en EL TIEMPO

Quizás le puede interesar