¿Cuántas oportunidades hemos dejado pasar por temer? ¿Cuántas personas, lugares, situaciones o circunstancias no conocimos porque nos paralizamos ante la desconfianza? El miedo a emprender un negocio, comenzar una carrera, dejar un empleo mal remunerado, terminar una relación con la que no me siento satisfecho o soy maltratado, causa un estancamiento que se roba nuestra vida y aspiraciones.

Estamos hablando de una emoción central. Cuando estamos anclados a la Zona del Miedo, generalmente no lo admitimos (¿miedo yo?) y creemos que, al ignorarla y colocarle vestidos como el enojo, los demás no se van a dar cuenta y de paso nosotros tampoco.

«Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar», decía Paulo Coelho. Este es uno de los miedos básicos del ser humano y puede entenderse como el temor anticipado a perder lo conseguido e incluso, lo que aún no se ha obtenido. En otras palabras, tememos por lo que aún no sucede.

El segundo gran miedo es al rechazo, sustentado en la necesidad de ser querido.  Nuestro cerebro está programado para huir o atacar en caso de miedo, se llama instinto de supervivencia, pero no son los únicos mensajes que podemos extraer de esta emoción, no somos tan básicos, pero a veces pareciera que sí. 

¿Cómo cambiar las conversaciones en esta Zona y utilizar el miedo a nuestro favor?  

Antes de entrar a las formas prácticas de enfrentar el miedo en cualquiera de sus ropajes, es importante concientizarnos de que todo lo que nos ocurre a nivel emocional, afecta nuestra salud física. Los estudios de la Sintergética o la Medicina Tradicional China, con más de 5.000 años de antigüedad, señalan que cada emoción básica se halla unida a un órgano vital. Según estas corrientes, el miedo principal residiría en el riñón, afectando al metabolismo de líquidos y minerales corporales. Los miedos derivados del principal, se encontrarían en el sistema digestivo (estómago, bazo, páncreas y sobre todo en el hígado y la vesícula biliar) y serían el resultado de no digerir bien las vivencias pasadas, quedándonos anclados en ellas, sin haber aprendido las lecciones que nos ofrecían. Por eso, abordar las conversaciones con esta emoción desde una mirada diferente se torna todavía más importante.

¿Qué está en juego? Es la primera pregunta para abordar esta conversación.

¿Qué amenaza estoy viendo y para la cual siento que no estoy preparado? Si ya me ocurrió esto una vez y no tuve resultados ¿qué aprendizaje puedo tomar de allí? ¿Qué puedo hacer para estar más preparado? Hay ocasiones en las que este temor no está relacionado directamente con la situación que enfrentamos, ni con su importancia o dificultad, sino con lo que pensamos de dicha circunstancia, de nosotros mismos o de cómo sus resultados nos pueden afectar y remitir así a nuestro sistema de creencias. En otras palabras, hay ocasiones en las que el miedo no es por la circunstancia misma, sino por lo que nos imaginamos de ella.

Un segundo paso es entrenarnos en reconocer las señales físicas de nuestro cuerpo cuando siente que está entrando en esta zona ¿Cómo están mis manos? ¿Mi rostro? ¿Las palpitaciones de mi corazón? Identificar estas señales a tiempo permite generar una conversación más efectiva. ¿Mi cuerpo está reaccionando a algo real o imaginario como un recuerdo de alguien con quien debemos hablar, pero le tememos? Y una pregunta clave: ¿de qué me quiere proteger esta emoción? Es probable también que nos quiera preservar de algo o alguien que estuvo en nuestro pasado y se ancló en nosotros, pero ya no está ni la situación, ni la persona.

¿Qué haría si no tuviera miedo?

Otras conversaciones sugeridas están en las zonas de Autonegación, autoestima, Incapacidad, Propósito, Miedo a hablar en público

 

*Este texto corresponde al capítulo de la Zona 6 del Miedo  del libro «Como salir de tus zonas Oscuras». Otras zonas allí incluidas: Apego, Resistencia al cambio, Crisis, Inefectividad (manejo del tiempo – Metas), Miedo, Miedo a hablar en público, Autonegación, Autosabotaje, Condescendencia – no puedo decir que NO-. Puedes conseguirlo digital o físico en todas las plataformas de Amazon y en Bogotá en las  librerías Tango, Discos y Libros (Cra 15 Calle 88 – CC Avda. Chile – CC Hacienda Santa Bárbara)

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