Podemos pensar que es asunto de otros, que eso a nosotros no nos pasará; pero todos, absolutamente todos podemos ser víctima del cibermatoneo. Y los más frágiles son los niños.

Para nuestro pesar el matoneo no es nuevo. Por allá en la década de los 70 Dan Olweus planteó el término bullying, entendiéndolo como “el acoso o victimización a que es sometido contra su voluntad y de forma repetitiva un estudiante por parte de uno o varios homólogos”, según el libro “Bullying” publicado por la Defensoría del Pueblo de Colombia (2013).

En sus estudios, Olweus advierte que esas acciones negativas mediante las cuales se arremete contra otra persona se caracterizan porque no tienen justificación y buscan producir malestar físico y/o psicológico con consecuencias que van desde “la incomodidad superable, hasta la deserción escolar o familiar o el suicidio”, según el documento de la Defensoría.

El problema aumenta cuando ese matoneo pasa del uno a uno a un universo como lo es Internet, especialmente las redes sociales, en donde aprovechándose del anonimato, del todo vale, pues algunos niños destrozan y hasta acaban con la vida de un par. El cibermatoneo es implacable, aterrorizador, violento: no tiene límites, no tiene barreras, es viral, es imborrable.

Como para algunos colegios ese fenómeno “son cosas de niños” o “chanzas”, excusas para esconder un problema de su colegio en aras de proteger la reputación de la institución, se hace necesario que los padres de familia aprendamos qué podemos hacer si nuestros hijos son víctimas del cibermatoneo, asunto que tiene una particularidad: las víctimas y los victimarios son personas en pleno proceso de formación.

Comencemos con una definición: de acuerdo con el sitio web EnTicConfio, “el ciberacoso, también conocido como cibermatoneo o cyberbullying, es un tipo de agresión psicológica en la que se usan teléfonos celulares, Internet y juegos en línea para enviar o publicar mensajes, correos, imágenes o videos con el fin de molestar e insultar a otra persona. El ciberacoso no se hace de frente, por eso la víctima no sabe quién puede ser su agresor.”

¿Y quiénes son los usuarios de estas tecnologías y dispositivos? Los niños en su mayoría, desde muy pequeños (asunto del cual hablaré en otro escrito…), lo que lleva a que sean presa fácil de otros niños e incluso de adultos.

¿Qué podemos hacer? Tenga en cuenta que no podemos afirmar que “montársela” a otro es normal a cierta edad. ¿Es normal que someta a otro, lo humille, lo lastime? Entonces:

1. Mantenga permanente diálogo con el menor. Que sienta que se está pendiente de su situación.

2. Enséñele a sus hijos a no contestar correos, mensajes o comentarios groseros. Es mejor no entrar en ese juego peligroso.

3. Si ocurre que su hijo es cibermatoneado, guarde toda la evidencia (mensajes, correos, captura de pantalla, etc.). Incluso anote fechas y horas cuando suceden los hostigamientos.

4. Si logra identificar las páginas de donde se hostiga a su hijo, contacte a su proveedor de Internet o servicio de telefonía móvil para que cierre o bloquee el sitio o la línea.

5. Utilice las configuraciones de privacidad de las redes sociales, bloquee a quienes le mandan mensajes groseros. Incluso puede cerrar la cuenta y abrir una nueva.

6. Si el acoso es por el celular, cambie de línea.

7. El colegio debe estar al tanto, debe actuar. Que pongan en práctica su manual de convivencia. Si no actúa, denúncielo.

8. Denuncie: www.enticconfio.gov.co, www.teprotejo.org, www.policia.gov.co. Allí le ayudarán rápidamente.

No podemos esperar a que otros hagan algo o vivir un desenlace fatal. Tenga en cuenta que casi un tercio de los adolescentes en línea (entre los 12 y 17 años) han sido hostigados cibernéticamente. Las niñas tienen más posibilidades de ser víctimas, según el estudio Cyberbullying and Online Teens. Pew Internet and American Life Project.

Padres de familia, colegios: actuemos a tiempo, tomemos medidas, denunciemos.

Clic: Si quiere conocer más sobre este tema, visite www.redpapaz.org, que cuenta con una sección con toda lainformación sobre intimidación escolar y el ciberacoso. ¡Recomendada!

P@dres de Hoy:

10 normas antes de publicar información de sus hijos en redes sociales

Una mentira llamada ideología de género

¿Sabe qué hacen con su hijo en el colegio?

¿Somos idiotas digitales?

Rehabilitación televisiva

Las bases para una paz real

¿Puede el matrimonio pasar de moda?

¡A votar por la Familia!
Presidente Santos: ¿Y la Familia qué?
La ONU: ideología, violaciones y papelones
10 mentiras sobre el aborto
Aborto y nazismo
Razones para acabar con la Familia. ¡Apóyenos!
Desoriéntame
Las 10 recomendaciones de Facebook para proteger a los niños
Objetivo: La Familia
Los pequeños ciudadanos digitales
V de Vida
Cría cuervos y te sacarán los ojos
Carta de un padre de familia a Florence Thomas
Cómo se clasifican los videojuegos
La familia florece y da frutos
Twitter y adolescencia: riesgos y usos adecuados
Mis hijos son mejores que los suyos
Las sombras
¿Qué pasó con Citytv?
El crudo invierno demográfico
Más hogares reflexivos
¡A defender a la familia carajo!
“El matrimonio es un infierno…”
El matrimonio, un bien común
Los Caínes de la televisión colombiana
La “familia” imposible
Cuando todo se reduce a un clic
Lo realmente importante en la vida
La Ecología humana y la empresa parte II
La Ecología humana y la empresa parte I
Hija, echa la Soho en el carrito de mercado…
Carta abierta a RCN Televisión
Cuando el trabajo permite tener familia
Educar a los hijos en los tiempos del cólera
Los niños si entienden