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Lo que sucedió en Tasajera, Magdalena, revive, una vez más, que en Colombia hay pobreza extrema. No la vemos y tal vez no la vivimos pero ahí está. Existe en decenas de municipios y de corregimientos colombianos. Y son noticia tristemente cuando, casi siempre, hay una tragedia.
De todos los tipos de pobreza que hay en el mundo voy a resaltar tres que existen especialmente en Colombia desde hace siglos: La pobreza monetaria, la pobreza intelectual y la pobreza social.
La pobreza monetaria se resume en no tener dinero. Ni un peso, ni un dólar, nada. Mucho menos acceso a créditos, tarjetas de crédito, etc.
No es lo mismo no tener dinero en efectivo, pero disponer de una tarjeta de crédito o alguien que le preste dinero mientras usted vuelve a tener ingresos. Hay ‘pobrezas’ temporales y hay círculos de pobreza eternos.
La pobreza intelectual se resume en no haber estudiado nada. No haber tenido acceso a educación, o tal vez sí pero mala educación. Esto va desde el kínder. En Colombia la tasa de analfabetismo ronda el 5 %, según el Dane, es decir, gente que no sabe ni leer ni escribir.
Además, hay millones de colombianos que, si bien aprender a leer y a escribir, no tienen acceso a más y mejor educación.
La pobreza social se puede explicar en no tener contactos. No es la típica palanca para conseguir puesto sino el tejido social que se desarrolla en una comunidad.
Apoyarse los unos a los otros en sociedad. Por ejemplo, si usted es odontólogo y pertenece a una asociación de odontólogos que le ayuda a desarrollarse, a tener mejores oportunidades laborales, de estudio y de crecimiento profesional.
Esto también se da entre vecinos, compañeros de universidad, de trabajo, etc. En Colombia eso casi ni existe. Aquí es primero yo y de malas los demás. El reciente caso del Fiscal y su viaje irregular a San Andrés es otro magnífico ejemplo.
En concordancia con lo expuesto, una persona puede no tener dinero pero si estudió una carrera profesional, tecnológica o técnica su oportunidad de generar ingresos será mucho más alta frente a alguien que no estudió nada. En otro caso, alguien que no estudió puede tener un contacto que le ayude con un trabajo para generar ingresos.
Un colombiano se puede quebrar, pero si cuenta con amigos, conocidos en su misma área de trabajo, es posible que vuelva salir adelante más rápido. Si se queda sin dinero, pero tiene estudios puede mejorar su situación. Lamentablemente hay miles de colombianos que no tienen ni dinero, ni educación, ni capital social. Sinergia que conlleva a la pobreza estructural.
¿Qué debería ser lo ideal?
Un estado de bienestar en un Estado Social de Derecho debe garantizarles a todos sus ciudadanos unos mínimos vitales para que puedan salir adelante.
Resalto dos: salud y educación. La educación debe ser pública, ‘gratuita’ y de calidad.
Escribo gratuita entrecomillada porque realmente gratis no es. La pagamos entre todos con impuestos. Sólo miren cuánto pagan de IVA en -digamos- su recibo de celular. De ahí alcanza para todos y sobra. Si pagamos impuestos es un deber del Estado retribuirlos en su población. Aunque en la tributación en Colombia también hay bastante desigualdad.
Por lo consiguiente, hay muchísima gente en Colombia que sufre las tres pobrezas juntas -entre otras-. Esto se conoce como la trampa de la pobreza y es muy difícil, por no decir imposible, escapar de ahí.
¿Que hay gente que logra escapar? Sí, pero es la mínima excepción no la regla. Curiosamente casi todos los que lo logran, adoptan una tesis equivocada de que “si yo pude, todos pueden”. Nada más alejado de la realidad.
La evidencia científica muestra que la movilidad social en Colombia es muy poca. Es decir, alguien que nace pobre difícilmente superará esa condición.
Además, las personas pobres no sólo sufren su situación, sino el juzgamiento y la discriminación social de quien no lo es, porque estas personas aseguran que son vagos, perezosos, quieren todo regalado, para qué tienen hijos si no tienen cómo mantenerlos, etc. Somos aporofóbicos.
Se ha probado que la pobreza no es una cuestión de actitud, ni que la pobreza está en la mente pero ese discurso ha calado hondo en el imaginario colectivo colombiano.
¿Cómo le va a exigir a una persona vulnerable por pobreza que piense igual o que tenga las mismas habilidades frente a usted que muy seguramente creció en un hogar estable con agua potable y energía eléctrica, tuvo mínimo sus tres comidas al día, estudió primaria, bachillerato e incluso universidad y ahora tienen trabajo?
Y la correlación entre pobreza y crimen existe. Las personas que estudian la pobreza lo hacen para entender cómo afecta a una sociedad y generar soluciones para erradicarla, no para justificar que la gente cometa crímenes.
La pobreza no justifica la delincuencia pero en muchos casos los explica.
Lo que pasó hoy en Tasajera es otro ejemplo más de anomia en Colombia. Comunidades abandonadas a su suerte por siglos, sin salud, ni educación, ni empleo, ni oportunidades, etc.. y con hambre.
Hoy Tasajera es noticia por esa tragedia, pero la pobreza extrema pasa en muchos pueblos, incluso en grandes ciudades. Ni Bogotá está exenta. No lo vemos, ni lo queremos ver.
Y menos, entender.
Esa es mi Colombia, tierra querida.
¡QUÉ LEJOS ESTAMOS!
Sobre el autor de esta columna:
LuisÉ Quintero
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Son unos malditos ladrones que atacan y saquean a quien tenga la desgracia de accidentarse o vararse es esas carreteras….ni mas faltaba que aparezca gente que defienda o justifique semejante comportamiento…por eso aca en colombia la delincuencia jamas cederá porque siempre sera justificada igual que la corrupción….la cultura del vivo y del bobo….robar es robar y no es correcto.
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Aquí la cuestión es pobreza mental y de espíritu, hay que reconocerlo, sobre todos en regiones costeras se acostumbran a la vida sin mayores esfuerzos, quieren que todo les llegue a las manos sin sudarla, no es desempleo, ni el gobierno, ni la economía, sencillamente si quieres surgir tienes que sacudirte de esa modorra. El atraso en las regiones es que se eligen a los mismos gobernantes, que van directamente a robarse los recursos, pero hasta en esto hay pereza para empoderarse en una elecciones y salir a votar, si no votan se auto eligen los mismos de siempre….
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