Rejuvenecimiento de la piel con láser

El láser mejorará la turgencia de la piel, corregirá manchas, dilataciones venosas, aplanará arrugas y una vez lo consiga, también debe ser usado permanentemente para mantener sus resultados.

El progresivo envejecimiento de la piel y sus consecuencias

La piel pierde brillo desde la segunda década de la vida pues la reflexión de la luz es menor cuando la superficie de la piel es menos turgente. La  “desarticulación” de los periodos de renovación superficial y profunda la vemos así. Estos cambios son  susceptibles a ser modificados por el láser debido a que se puede reorganizar todo el recrecimiento celular a partir del trauma que este genera. El ordenamiento se sostendrá hasta que la piel se mantenga turgente por meses.

Progresivamente, ocurren cambios en la descamación normal de la piel que se convierten en manchas oscuras o blancas, verrugas y pequeños quistes.  Cambios dérmicos más profundos  y tardíos en donde la piel se adelgaza, muestran que la piel ya no fabrica la misma cantidad de colágeno y dan lugar a las arrugas, el aumento de venas por falta de tono dérmico que impida  su dilatación y la presencia de  porosidad de la piel por falta de soporte alrededor de las estructuras foliculares. Cada patrón puede ser selectivamente escogido para escoger la mejor exposición posible al láser.

Las modificaciones de este tipo no reversan por completo y se mantienen por menos tiempo que las superficiales. En la cara, la reubicación de la grasa y los huesos generan los espacios para los rellenos bien colocados. Ni el láser ni el estiramiento corrigen con mayor facilidad estos defectos. La toxina botulínica se indica cuando la pérdida del tono y condiciones genéticas de mayor fortaleza muscular en las expresiones terminan haciendo que la piel se pliegue de forma un tanto exagerada en la frente y patas de gallina. La relajación de los músculos depresores de la ceja con la toxina botulínica corrige un tanto  la caída temprana de las cejas que da la impresión de cansancio.

A mayor edad,  pequeños tumores de la piel van apareciendo en todo el cuerpo y pueden llegar a ser muy numerosos. Ocasionalmente, se ubican en zonas incómodas y dan síntomas. Todos querríamos que su remoción no fuera tormentosa, que cicatrizaran rápido y que fueran removidos todos y que jamás volvieran a salir.  Por desgracia, esto es mucho más difícil con los métodos convencionales.

¿Que se puede sinceramente, ofrecer con el láser?, ¿Cómo funciona?

Todo lo que se refiera a renovación, que incluye remover lesiones y acelerar el recambio de la totalidad de la piel son físicamente realizadas con el láser  mediante combustión, por la condición del láser de poderse controlar la potencia, realizar disparos más pequeños y en rangos de tiempos muy cortos. Ningún otro instrumento puede “quemar” con estas tres premisas.  Existen todas las posibilidades no sólo de remover lesiones sino además de combatir su reaparición con los láseres que se usan para mantenimiento.

El láser se puede utilizar de forma indefinida si se establecen programas a lo largo de la vida, “hasta el último telómero”. Desafortunadamente, tenemos “contados” los telómeros lo que significa que hay límite, pues cada vez las renovaciones serán de menor calidad; aunque esto no parece ocurrir con los pacientes que llevan más de 20 años utilizando láseres fraccionados que actúan en porcentajes de cubrimiento y los médicos tenemos que programarlos.

¿Cúal es la mejor estrategia?

Existen dos fases, la primera es tratar en forma específica los cambios y la segunda, mantener lo logrado. Los procedimientos extensos y agresivos son cada vez menos usados. Conocemos ahora lo que sucede,  cualquier cambio se devuelve y como esto es una realidad no hay ninguna necesidad de forzar lo imposible. Hoy ya es posible mantener resultados de forma más efectiva con inflamación que dura poco y el precio que hay que pagar es tener que tomar más citas.

Dr. Adrián Ríos, Director Científico de Unilaser Médica
Director Depto. Láser Médico de MedicosLideres.com