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Toda mi vida he estado inmersa en el mundo de las preguntas. Cerca de 20 años en el periodismo y la comunicación organizacional y los últimos 10 en el coaching. En el primero de estos universos, las preguntas se basan en lo que se llama el esquema de las 5 ‘w’ – por sus siglas en inglés- : qué pasó, cuándo, dónde ocurrió, quién(es) y ‘why’: por qué. Y de allí en adelante interviene la sagacidad del periodista para conocer y profundizar en todos los lados del asunto en cuestión.

En el segundo universo, coaching, no hay fórmulas pre establecidas. La indagación es una competencia que desarrolla el coach profesional a lo largo de su formación y experiencia, y con ella  busca, a diferencia del ya mencionado mundo periodístico, no obtener información que va a llegar a un tercero, sino apoyar al otro de manera individual o por equipos, para que este encuentre en sí mismos las respuestas que necesita para avanzar en aquello que quiere lograr. El coach es solo un canal, un puente. De hecho, la base del coaching es la mayéutica, cuyo padre es Sócrates, y se define como el arte donde la partera auxiliaba a la mujer a dar a luz, de hecho la madre de Sócrates, Phaenarete, fue partera.

Ahora, no se trata de decir cuales son las mejores preguntas o el método indicado, se trata de que desde pequeños question-mark-2492009_640nos acostumbraron a preguntar lo estrictamente necesario -Sin ir más hondo, nos enseñaron y enseñan a responder no a preguntar-. Entonces aprendimos a cuestionar con el fin de saber lo que necesitábamos para hacer una tarea, para entender los deberes, para cuestionar al otro, y a veces para exigir al otro lo que uno mismo no he sido capaz de hacer. ¿Qué tenemos que hacer profe -mamá, papá-? ¿Cómo es eso? ¿Dónde lo encuentro? ¿Y por qué no nos lo dijeron? ¿ Y por qué no lo hace usted? ¿Para cuándo? ¿A qué hora?  ¿Quién lo tiene que hacer o quién tuvo la culpa? Y adivinen que: si algo he visto en mi trabajo como coach y formadora en empresas, es que son esas mismas preguntas las que se trasladan al mundo adulto y productivo. Pero ¡obvio! No nos enseñaron a relacionarnos con el poder de la indagación con propósito.

¿En dónde radica ese poder? En sacarnos de conversaciones circulares, como perrito buscando morder la punta de su propia cola ¿si lo han visto?, dando vueltas y vueltas sin poder alcanzarla, para llevarnos a otro donde nos movemos del nivel donde surgió el dilema, la situación o la dificultado, permitiéndonos así crear nuevos mundos y posibilidades.

Sólo imagínenlo un momento: si un joven cuando tiene una dificultad que le parece insuperable, en lugar de preguntarse ¿y ahora qué voy a hacer con mi vida?, tuviera las herramientas para auto indagarse y surgieran inquietudes cómo ¿Y si hubiera una manera diferente de afrontar esto, ¿cuál sería?  o ¿Qué es lo mejor que me puede pasar si me arriesgo a salir de esto, a dar la cara en esto? Para esto, claro, se requiere haber trabajado antes la responsabilidad, es decir la posibilidad de responder y hacernos cargo de las consecuencias de nuestras acciones, sin huir, sin enfrentar, sin culpabilizar, porque solo en ese momento se abre la puerta de la solución.

Nuevamente, traslademos esto a la vida adulta, a nuestros líderes y equipos. ¿No son mejores ese tipo de preguntas que hacer una reunión que gire únicamente alrededor de qué pasó, quién lo hizo y por qué pasó de esa manera?

Si me preguntan, yo diría que en una reunión para solucionar algo que salió mal le dedicaría 20 % del tiempo a las 5W para entender lo que ocurrió sin juzgamientos – Gestión de la realidad– y el 80 % restante a indagar y escuchar, a escucharnos – Gestión de la posibilidad– con el propósito de cuestionar creencias, tomar aprendizajes, generar posibilidades y coordinar acciones concretas – Gestión de los resultados-. Este es el tipo de conversaciones que generamos desde el coaching ontológico profesional.

En fin, no estoy inventando la rueda. En Alemania existe en algunas grandes compañías el título de Direktor Grundsatzfragen, que se traduce como «Director de cuestiones o preguntas fundamentales», el cual está pensando de manera permanente en cuáles podrían ser las próximas preguntas que impactarán el negocio.

Preguntas poderosas o estratégicas

Cuando se está formando un coach, uno de los temas más esperados es el de aprender a hacer «preguntas poderosas«, y cuando he sido formadora de coaches más de uno preguntaba donde encontrar un listado de dichas preguntas y mi respuesta siempre ha sido «googlea, coloca ‘lista de preguntas de coaching’, hay cientos, pero la pregunta poderosa no lo es por su estructura, sino por lo que genera en el otro, y eso solo se puede logras si estás conectado con ese otro, si lo escuchas de manera empática y si realmente te paras frente a él con el deseo genuino de servirle no de lucirte»

No sobra decir que sí hay estructuras, hay técnicas de indagación, hay metodologías, de hecho entreno y formo líderes y equipos en esos temas, pero el primer paso siempre será querer genuinamente entrar a un espacio de respuesta que no había surgido antes porque siempre nos preguntamos lo mismo.

No es la primera vez que lo menciono, ya lo hice el año pasado en dos ocasiones: Suicidio juvenil: ni uno más. Carta abierta a la MinEducación y Señora nueva ministra de Educación, ¿para qué enseñan trigonometría?. Todo esto que hoy trabajamos con adultos en los equipos empresariales, lo que busca es cubrir el vacío que ha dejado una educación centrada en la respuesta adecuada, en la individualidad antes que la construcción colectiva, en el desconocimiento de nuestros mundos emocionales y en la prelación de mi historia (mi razón, mi «verdad») por sobre la posibilidad de descubrir que las otras historias, aunque diferentes a la mía, me complementan, solo que debo saber como preguntar para saberlo.

Nunca es tarde. Señores del Mineducación, secretarías de educación, docentes, rectores…  Y si aún no nos hemos hecho la pregunta adecuada para encontrar la vía  para avanzar en esta materia ¿cómo la podemos descubrir?

 


Noticia que quiero compartir con todos

Emocionada quiero compartirles que hace menos de un año creé la unidad de formación de Facilitar CLIC, y nacióayfic-ecoff (5) con el nombre de Escuela Colombiana de Formación de Formadores, ECOFF, desde donde entrego lo mejor de mi con más de 10 años como formadora y coach, e inicié el proceso de acreditación, de la mano del Instituto Europeo de Formación de Formadores y la Asociación Iberoamericana de Formación y Certificación Aifyc porque estoy convencida que debo estar a la altura de quienes confían en mí.

La semana pasada su presidente, Martín Fernández Diez, en su paso por Colombia, me honró entregándole a ECOFF el aval internacional de la Asociación como Centro Formador, lo cual garantiza a las empresas que confíen en nosotros para entrenar a sus mentores, facilitadores, instructores, una metodología adecuada, ética y con responsabilidad para lograr que cada uno de ellos no solo aprenda a diseñar, ejecutar -con técnicas de conexión que facilitan la transmisión de conocimientos-, y medir el impacto de sus cursos o procesos de inducción o reinducción, sino que, como bien lo sostiene Martín, se convierta en un creador de experiencias de aprendizaje.

Mi pasión es la formación, los juegos para el aprendizaje y el coaching. Te invito a conocer cómo puedo apoyarte a ti o a tu empresa en el desarrollo de competencias en tus formadores e instructores internos y equipos en www.ecofformaciondeformadores.online /   www.facilitarclic.com / Contacto: coach@coachsandramateus.com o en el whatsapp +57 315 4786927

Todos mis libros en Amazon https://www.amazon.com/Coach-Sandra-Mateus

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