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Silvia es otra de las lectoras de este Blog, que ha
decidido compartir un testimonio estremecedor con los lectores. Podemos
percibir el dolor en sus palabras. Esa es una de las características
importantes de la admisión de la derrota total ante la adicción, el primer paso
necesario para sobreponerse.

Dejemos que ella comience contándonos su historia:

¿Cuándo arrancó
mi adicción? No lo sé; realmente no lo sé.

Vivo
en Bogotá, aunque no soy de la ciudad de Bogotá.

Comencé
a visitar páginas de chat con el fin de entretenerme, ya que no tengo a nadie
en esta ciudad.

Cuando
era pequeña un primo me tocaba. Para que no dijera nada, me decía que si les
decía a mis padres, se enojarían mucho; hoy sé que me violaba.

Así
crecí con mucho temor y desconfianza hacia las demás personas, aún cuando
aparentaba no tenerlos.

Cuándo
tenía quince años entré a una página de chat, maravillada por este nuevo mudo
que se abría ante mí. El chat era una ventana que ponía al mundo a mi alcance.

Podía
estar en contacto con personas de diferentes países y culturas, sin salir de mi
casa. Entraba entusiasmada y le contaba a mi mami la gente con la cual
chateaba. Para nosotras eran personas sanas.

Al
principio sí lo eran… pero, un tiempo después se descompuso totalmente el perfil
de quienes entraban. Yo ingresaba porque deseaba conocer al amor de mi vida, un
hombre que me valorara, que me quisiera por mis cualidades, por mi carácter,
por ser yo, que viera las posibilidades infinitas de dar amor que yo tenía.
Pero al ver las propuestas constantes de sexo decidí cerrar mi cuenta.

Cuando
llegué a Bogotá a estudiar, ingresé nuevamente; no he podido parar desde ese
momento.

Francamente,
a veces me desconozco; accedo a masturbarme; mi deseo sexual crece, y comienzo
a tener conversaciones sexuales con algunos supuestos hombres, inclusive con mujeres.

He
pasado de las letras a los hechos; ¡he tenido tantos encuentros!… una vez uno
de estos hombres me pago por estar con él… Dios me ha guardado por que he
salido a encuentros a la media noche sin que me pase algo. No puedo seguir
tentando así las circunstancias… Pero no he podido parar. 

Me
siento sola… frustrada… vacía… sobre todo una mujer muy fea, aún cuando muchos
dicen lo contrario.

Mis
temores crecen a cada segundo.  

Pienso
que nadie me quiere por lo que soy… simplemente no me quiero.

Cuando
llego de la Universidad
lo primero que hago es encender el computador.

En
muchas ocasiones he llorado frente al portátil… ¡mi vacío es tan grande!… he
logrado salir un poco de mi depresión… ahora como y salgo.

Antes
me daba pereza hasta bañarme… prefería estar todo el día frente al portátil,
que levantarme a bañarme o a buscar alimento.

Escribo
por que nunca le he contado esto a nadie… es una forma de desahogarme… hoy no
puedo llorar aunque quiera…

¡Mi
vida es una gran mentira! 

Silvia.

Carlos envió un comentario breve pero
elocuente:

Lo ùnico que me gusta hacer toda la noche es tener sexo por
chat con chicas que ni conozco. Y luego me cito con algunas de ellas y tenemos
sexo real. Dejé mis estudios y ahora veo todo mi futuro negro.

¡AUXILIO!
¡No sé cómo parar¡

Andrés, estaba apenas
comenzando, pero se dio cuenta de la fuerza sobrenatural que se apoderaba de
él:

El viernes en la mañana no tenia nada que hacer y me metí a
un chat de esos en los que solo es poner tu nombre y ya, pero me entretuve
tanto que hasta llegué tarde a la U, y allá solo pensaba en volver al
apartamento para continuar chateando.

El sábado me desperté, comí y luego al chat; tenía que ir a
un partido y no fui porque me quede toda la tarde en el chat.

Después, ayer domingo casi todo el día me la pasé en el chat,
y no estudié nada. ¡Ayuda! ¡Dígame por favor qué hago!

Ya no quiero seguir metiéndome al chat a perder tiempo que no
tengo.

Esta es la historia
de Adriana, una mujer casada que también cayó en las redes de la adicción:

Gracias a dios ya senté cabeza. Bueno, no toda, pero casi.

Bueno, a mí me pasó algo grave con el chat. Estaba
completamente absorbida por la adicción porque ni dormía. Solo quería estar ahí
todo el tiempo. Ni siquiera sé qué hacía, pero mi esposo, cuando llegaba,
siempre me encontraba en el computador. Un día me encontró desnuda de la
cintura para abajo y tiró el computador al piso. Volaron pedazos por todos
lados… ¡Y eso que le dije que estaba viendo pornografía!

Ahora tenemos un computador nuevo y ¿Sabes? Todavía me dan una
ganas de levantarme en la noche y entrar, pero no puedo porque casi se me acaba
el matrimonio.

Conocí a dos tipos por el chat y perdí mucho tiempo
fantaseando con ellos; diciéndoles que era una estudiante universitaria
soltera. Interrumpía mis sesiones con ellos, para hacerle el almuerzo a mi
esposo y medio arreglar la casa.

La abstención ha sido muy dura. Pero la relación con mi
esposo pasó de casi acabarse, a tener una vida sexual normal de casados. Al
principio parecía una ninfómana. Quería estar con él todos los días; hasta me
daba pena manifestarle mis ganas… pero ahora, gracias a tu blog, sé que estaba
llenando un vacío y sustituyendo una adicción por otra.

Me he vuelto a encontrar con mis amantes virtuales un par de
veces y me siento muy mal. Temo mucho perder a mi esposo. Solo espero que todo
esto quede en el pasado algún día.

Por su parte, Catalina
se siente menos culpable:

…lo que yo hago es estar aquí cuando él no está en casa, y no
le doy motivos para que sospeche que chateo y todas esas cosas… Las mujeres
somos lo suficientemente inteligentes para… tú sabes, arreglárnoslas, para que
no sospechen nada, así que yo recomiendo a las demás mujeres arreglar sus
horarios, planear bien sus excusas, y planear muy bien todos los encuentros;
¡así él no se dará cuenta de nada! Esto es hasta bueno para el matrimonio. Es
refrescante. Hay cosas que uno no se atreve a proponerle al marido, pero con
desconocidos… ¡Siiiiií!

Por otro lado, hay
quienes manifiestan su incomodidad por la conducta de su pareja. Escuchemos
primero a Liliana:

Mi pareja es adicta a los chats tipo IMVU, Utheverse,….donde
te creas un avatar e interactúas con otros a través de él; te relacionas e
incluso tienes sexo virtual.

Lo malo viene cuando el juego se va de las manos y aparecen
los contactos por Messenger, intercambio de fotos, etc… así lo quiera llamar de
otra manera es cibersexo e infidelidad.

Me sucedió esto con mi novio y estuvimos a punto de romper.
Todo quedó en un susto y volvimos, pero ahora estoy todo el tiempo tratando de
controlarlo.

Le llego de sorpresa; examino el historial de su computador;
cuando me quedo con él y se pone a trabajar, entro intempestivamente a su
estudio. Desde la oficina lo espío todo el tiempo para ver cuándo está
conectado a internet; lo llamo por teléfono; le hago preguntas capciosas para ver si me
miente, en fin, estoy a punto de volverme loca.

Hace poco descubrí una cuenta de correo que él niega haberse
abierto y un chat llamado Utheverse que es sexual… se lo he dicho y lo
niega… ¡por mas veces que se lo pregunte!

La última locura que he hecho para tratar de controlarlo ha
sido registarme en ese chat y ver si él también está. Lo cierto es que está
registrado.

A veces me gustaría hacer lo mismo, pero no soy capaz; no me
nace. Creo que él debería decirme la verdad después de haber tenido la crisis
anterior debida a sus mentiras, pero no me dice la verdad.

No todo en internet es malo. Nosotros nos conocimos así, pero
creo que este problema se me está saliendo de las manos. A veces no sé qué es
normal y qué es una locura.

Sé que pronto le diré que miente de nuevo… quiero averiguar
por qué lo hace.

Estoy segura de que lo negará nuevamente y no sé qué hacer.
No sé si lo que necesito para tomar una decisión radical es encontrarlo desnudo
frente al computador con el pene en la mano. Estoy segura de que encontraría la
forma de convencerme de que no estaba haciendo nada malo ni extraño.

¡Necesito ayuda!

Darío cuanta una
historia parecida:

Soy hombre y mi pareja tiene una terrible adicción a los hot
chat.

Esto ha traído muchos problemas a la relación; de hecho es el
único problema y lo único por lo que nos llevamos mal. Una bobadita…

hace tres años y medio que estamos juntos y hace menos de un
año me enteré de esta conducta.

Se lo he dicho y ella contesta que solo es un juego pero la
verdad, me dan celos y me pone de muy mal humor. Siento que no me quiere, que
quiere más a su chat que a mí, que no me toma en serio, que no pone atención a
mis reclamos… Ya no sé qué hacer… Le he dicho de mil y una maneras diferentes
que no estoy dispuesto a tolerar su conducta ni una vez más, pero siempre
termino siendo el malo del paseo.

Ella se las arregla para decirme que soy un celotípico,
controlador, cantaletoso o cantaletudo, no sé cómo se dice, usted lo corrige y
lo publica bien… que no la dejo ni respirar, que soy el culpable de todos sus
problemas… y termina echándome.     

Le he mostrado artículos, testimonios, de todo, para que se
dé cuenta de lo que produce la adicción al cibersexo, pero es como si le
estuviera hablando a una pared.

Teníamos muchos sueños. Tenemos un perrito… íbamos a montar
un criadero de perros en la finca de mis papás, pero todo lo “nuestro” ha ido
quedando en el olvido. Ahora solo existe “ella” y es como si yo estuviera ante
un ser absolutamente egoísta y egocéntrico.

Cada día que pasa, siento que todos nuestros sueños se
derrumban. No tenemos vida sexual; eso me pone muy mal porque no sé si el
problema soy yo, o si tiene aventuras con otros hombres, o si simplemente se
masturba frente al computador… ella pasa a veces días enteros sin bañarse ni
salir. Esta problemática es definitivamente muy agotadora, tanto física como
psíquicamente.

¡Necesito ayuda! ¡Quiero salir de esta situación, pero me
siento completamente atrapado!

Y para terminar, la
historia de Ángela:

Mi problema es el siguiente. Mi novio y yo mantenemos una
relación a distancia desde hace cerca de un año. Él se fue a hacer un postgrado
y ya falta menos de un año para tenerlo de vuelta. Todo iba bien hasta que hace
unas semanas me metí en su correo, por supuesto, sin que él lo supiera, y me hice
pasar por él. No te imaginas mi sorpresa cuando encontré una carpeta marcada
como María, con fotos de una chica desnuda.  Por los mensajes que han intercambiado, me he
dado cuenta de que se ven todos los días; él le ha dicho que está muy buena y una
cantidad de cosas que desea hacerle, que nunca me dijo a mí. ¡Ya se han visto
por cámara web! No sé qué habrán hecho, pero me imagino que no hablan del clima
ni de política.

Le hice el reclamo y casi terminamos por lo que él consideró
una violación grave a su intimidad y a su correspondencia. Me dijo que allá eso
era considerado un delito federal y además me trata de convencer de que lo que
tienen es una amistad muy normal y que ella está sola y necesita a alguien que
la escuche. Que él lo único que ha hecho ha sido prestarle su hombro para que
llore y escuchar la bobadas que ella dice; que además no tengo nada que temer,
porque ellos nunca han tenido una reunión presencial.

Yo no le creo mucho porque se conectan todos los días. ¿Qué
me aconsejas? ¿Sigo entrando en su correo, o lo dejo tranquilo y trato de
confiar en él?

En este artículo
hemos publicado un collage de historias, para mostrar la ingobernabilidad de la
vida de quien está sumido en una adicción. También, la ingobernabilidad de quien
termina volviéndose adicto a una relación y obsesionándose con la otra persona
al punto en que termina igual de enfermo.

Como hemos visto en
otros artículos anteriores, la adicción es una manifestación superficial de una
problemática mucho más profunda, que es la que al final el adicto debe
trabajar. Si solamente se trata de reprimir la conducta superficial, en el
mejor de los casos, se cambia por otra.

Por otro lado, vale
la pena hacer énfasis en que para poder trabajar sobre las raíces más profundas
de la adicción, es indispensable lograr la abstención primero. Por eso es tan
importante buscar ayuda con un grupo de apoyo o con un terapeuta con
experiencia en adicciones, o los dos. Si no, se corre el riesgo de pasar años
contándole al mejor amigo los conflictos con la abuelita, o con la profesora de
kínder, sin detener la adicción; de convertirse en un adicto “espiritual” y hablador de m…

Algo
importante para tener en cuenta es que la naturaleza de cada adicción es
física, mental y emocional. Se manifiesta como una obsesión mental, acompañada
de una compulsión física, y generalmente va ligada a alguna emoción o
sentimiento, ya sea para taparlo, controlarlo, o exaltarlo.

Espero que
estas pequeñas píldoras informativas, sirvan a quienes tienen una adicción
cualquiera, así como a quienes tienen un familiar adicto, para ir entendiendo
la problemática… Y que las historias de recuperación, de las cuáles hay muchas,
sirvan para transmitirles un poco de fortaleza y esperanza; para que sepan que
aunque la adicción, ya sea a la heroína, a la internet, al ejercicio o a la
vida saludable, es un enemigo insidioso, dañino y mortal, hay muchos
testimonios de recuperación que nos muestran que se puede vencer.

En
esta primera fase, compartiremos con el público experiencias de personas con
algún patrón o conducta adictiva en sus vidas (no solo las conductas, sino algo
sobre el origen o naturaleza de dichas conductas), y por qué decidieron buscar
ayuda. Después compartiremos testimonios de cada una de las diferentes etapas
de la recuperación.

_______________________________

Si deseas compartir tu opinión, experiencia, fortaleza y esperanza acerca del manejo de alguna adicción, siéntete libre de hacer un comentario al final de este blog, o escribiéndome a calderon.ramiro@gmail.com

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Ramiro Calderón (Adicciones del Nuevo Milenio): Después de haber obtenido una de los mayores puntajes del país en las pruebas de estado ICFES y recibir los premios Andrés Bello y Bachilleres por Colombia, lo perdió todo por el alcoholismo. Hace más de veintisiete años dejó el alcohol; en el año 2003 recibió, gracias a uno de sus libros, el Premio al Pensamiento Caribeño otorgado por la UNESCO, ha sido catedrático universitario, asesor de importantes empresas en Colombia, Ecuador, y Perú; ahora es escritor, conferencista y coach (presencial y online) con énfasis en manejo de todo tipo de adicciones. Autor de la novela “Un Favor Antes de Morir”, la primera novela que aborda con profundidad el tema de las adicciones del nuevo milenio (Pornografía, sexo, chat, redes sociales, etc.), y otros libros sobre adicciones (http://unfavorantesdemorir.wordpress.com) disponibles en formato electrónico a nivel global. Email: calderon.ramiro@gmail.com - Twitter: @ramiro_calderon

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18 Comentarios
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  1. Muchas gracias por sus comentarios Juliana y Meneis,
    Es cierto que hay muchas adicciones. Casi tantas, como conductas. Todo depende de si la conducta nace del amor hacia uno mismo y hacia los demás, o del vacío; de la necesidad de llenarlo.
    Como bien lo dice Meneis entre líneas, la naturaleza de la adicción es una sola. Por eso, una persona que ya ha tenido algún tipo de comportamiento compulsivo es más propensa a desarrollar una adicción cualquiera.
    Saludos

  2. Puedo decir que me erizó la piel escuchar estas historias; también que me dio curiosidad ver si realmente es tan adictivo el tema… siempre he pensado que puedo tener problemas de adicción, por eso nunca intento meterme donde creo que puedo quedarme atrapada, no importa que tan normal pueda ser el tema, creo que es forma de protegerme… con mi codependencia es más que suficiente como para sumarle un problema adicional. Gracias por mostrarnos a realidad de otros, es de sabios aprender con las experiencias de los demás, pero de vez en cuando fallo.

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