Herramientas de recuperación (Leer)

Por qué leer podría servir para superar las adicciones? ¿A
qué tipo de literatura nos referimos? ¿Cuál es el mejor momento para hacerlo?
¿Con qué frecuencia se sugiere leer?

Si no eres uno de mis lectores habituales, no te preocupes. No
tienes que haber leído el artículo de la adicción al sexo, a la pornografía o a
la comida para entender. Este blog está escrito para todo el mundo. La
problemática de las adicciones, tal y como se presenta en este blog, prácticamente
nos toca a todos.

Nos aleja de la felicidad y nos sentimos impotentes ante
ella. Ahora estamos presentando algunas herramientas de recuperación comunes a
todos los programas de recuperación de adicciones basados en doce pasos.

Te invito a leer el artículo a continuación para encontrar
la respuesta a estas y a muchas otras preguntas…

 

Ramiro Calderón

Autor de «Un Favor Antes de Morir»

calderon.ramiro@gmail.com

http://ramirocalderon.wordpress.com

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La literatura es el programa de recuperación empaquetado. No
me refiero a leer cualquier cosa, sino a la lectura de textos relacionados con
la adicción o comportamiento compulsivo del cual uno quiere librarse.

La adicción y los comportamientos compulsivos son
enfermedades caracterizadas por sumir al individuo en la negación. Las personas
que las padecen no son conscientes de su problemática ni de la profundidad de
ésta en la mayoría de los casos. La literatura sirve para abrir la mente.

Al leer testimonios de otras personas que han padecido la
misma adicción describiendo con claridad su problemática, el lector se puede
sentir identificado y ver cómo se desvanece poco a poco la venda que le impedía
verse a sí mismo con honestidad.

La literatura brinda el conocimiento necesario para detener
la enfermedad y permite permanecer conectado al programa aunque uno se aleje
del grupo de apoyo, o del terapeuta. Inclusive permite comenzar la recuperación
en un lugar en donde no haya grupos de apoyo ni gente que conozca o padezca la
enfermedad.

En la mayoría de casos la problemática viene de una
percepción distorsionada y negativa que la persona tiene de sí misma, del mundo
que la rodea, de su pasado o de su futuro. La literatura ayuda a la persona a
reprogramarse para ir limpiando esa lente que le hace percibir todo opaco y
comenzar a ver una realidad más luminosa y esperanzadora.

Indira, una codependiente en recuperación nos cuenta cómo la
literatura le ha ayudado:

Por mi trabajo, tengo que viajar mucho, especialmente por zonas rurales
y entrar en contacto con personas víctimas de la violencia.

Durante mis travesías, rara vez tengo acceso a un grupo de
Codependientes Anónimos. A veces hablo con mi consejero por teléfono, pero la
mayor parte del tiempo tengo que recurrir a la literatura.

Lo primero que empaco, cuando hago mi maleta, es mi literatura de Coda.
Siento que en este momento de mi vida es casi tan importante como la comida. Así
como me alimento para mantenerme saludable físicamente, necesito alimentar mi
alma para buscar mi salud espiritual.

En el pasado casi mato a mi espíritu de inanición y por eso ahora estoy
pagando las consecuencias con dolor. La literatura me produce alivio y
esperanza.

Y a pesar de no tener un grupo que me apoye todo el tiempo, he podido
tener, gracias a la literatura, la fuerza suficiente para mantenerme alejada
del abusador, maltratador y destructor que me llevó a contemplar la idea del
suicido.

Desde que estoy en recuperación, nunca más he tenido que aguantar que
alguien me diga «Mírese al espejo. Mire lo fea que es. Nadie la va a querer
así. Yo soy el único que se la aguanta». Tampoco he tenido que darle mi dinero
a nadie para que esté conmigo. Poco a poco me he ido dando cuenta de que soy
bonita a pesar del daño que ese hombre me hizo en el autoestima mediante su
estrategia de destrucción sistemática y prolongada para poder tenerme a merced
suya.

Además, un efecto colateral que no esperaba, es que me ha hecho mejor
en mi trabajo. Me siento mejor preparada para entender y dar consejos a mujeres
que me hablan de sus problemas de violencia intrafamiliar.

Cuando alguien me pregunta cuál es mi secreto, saco mis libros y se los
muestro.

Vale la pena aclarar que cuando hablamos de esta literatura,
lo que sana no es solo leer, ni siquiera entender racionalmente lo que hemos
leído. Lo que más sana es identificarnos con lo que leemos, relacionarlo con
nuestras propias vidas, y sobre todo practicarlo, e interiorizarlo en nuestra
forma de pensar, sentir y actuar.

La lectura no debe ser forzada ni obligada.

Debemos estar abiertos a lo que ella nos trae y disfrutarla.

Ese es el secreto de una lectura sanadora y eficaz, en
términos de recuperación de adicciones.

No es fácil cambiar hábitos, especialmente cuando estos
están fuertemente arraigados en nosotros y llenan algunos de nuestros vacíos.

Por eso la persona que decide comenzar este camino, debe
recibir dosis de programa con mucha frecuencia y la gasolina que recibe le
alcanza para persistir en su propósito solamente por un día o a veces por
algunas horas.

Quienes han experimentado estos programas sugieren asistir a
tantas reuniones como la persona pueda, y al mismo tiempo estar pegados a la
literatura.

Eso permite al interesado estar recibiendo permanentemente
la dosis de conocimiento y autoconciencia que necesita para garantizar
resultados en su proceso.

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Espera el próximo sábado a las 10:30
am, Escribir

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