A pesar
de su nombre poco común, muchos se sentirán identificados con esta adicción.
¿Has tenido a una compañera de oficina que trabaja como una hormiga, que siempre
responde con todas las asignaciones en el trabajo, que se queda horas extras,
pero aún así muchos no notan su presencia?
Algunos autores llaman a esto el «síndrome del eficiente invisible»; en la mayoría de
empresas hay, no uno, sino muchos «eficientes invisibles». Si no has
identificado a tus compañeros invisibles, probablemente tus compañeros te están
identificando a ti como el «eficiente invisible de la empresa».
Generalmente el eficiente invisible es identificado y explotado por algún otro compañero que
aprovecha su inteligencia, escucha sus tímidos comentarios, se apropia de ellos
y los expone en reuniones robándose los honores.
El «eficiente invisible» se resiente y no entiende por qué en todos los trabajos
le sucede lo mismo; por qué nadie se da cuenta de su valor; por qué no les pasa
nada malo a quienes roban sus ideas… pero muy pocas veces se da cuenta de que
él es cómplice de su explotación; muy pocas veces se da cuenta del
comportamiento compulsivo que lo sumerge en este círculo vicioso de
victimización.
Veamos a
continuación dos historias…
Ramiro
Calderón
http://ramirocalderon.wordpress.com
calderon.ramiro@gmail.com
La
historia de Amelia:
Siempre
me he considerado una mujer muy inteligente, aunque algo tímida. Mi naturaleza
es asocial. Prefiero quedarme en casa viendo una película interesante, a salir
a rumbear con desconocidos. Una vez a la semana mi cuerpo me pide que me
recluya.
Nunca
me costó trabajo destacarme académicamente. Siempre he sido muy inteligente.
Hice toda mi carrera con matrícula de honor. Luego hice un postgrado y una
maestría con becas en el exterior.
En la
parte académica no he tenido problemas. Siempre desperté admiración en mis
docentes y compañeros. El problema mío ha sido en la parte profesional. Siempre
fue muy difícil lograr que me pagaran una suma justa por mi trabajo.
A
menudo pensaba en el estereotipo de la asistente de gafitas que nadie determina
en las películas. Yo no tenía gafas pero… ¡Era esa asistente de gafitas!
Sufrí
mucho porque mi compañera buenona se llevaba todos los méritos. Me sentía
explotada y mal remunerada; era una subremunerada; era incapaz de reconocer y
expresar plenamente mis capacidades y competencias. Si yo misma no las
reconocía, mucho menos podía proyectarlas hacia el mundo.
Toda
mi vida laboral había sido así. Desempeñaba cargos con nombres rimbombantes con
ingresos muy prometedores a medida que fueran creciendo las empresas, para
terminar dos, tres o cuatro años después, renunciando decepcionada y más
arruinada. Siempre pensé que el problema era de las empresas en las que
trabajaba, que mis jefes sentían envidia de mis capacidades y por eso me
ocultaban ante sus superiores.
Me
sentía una víctima de los ladrones de ideas, pues todo el que estaba a mi lado
terminaba presentando como suya alguna propuesta mía.
Mi
vida financiera era un caos. Entré al programa de Deudores Anónimos tratando de
mejorar mis finanzas. Allí me sugirieron no adquirir más deudas, pero mi
problema no era de gasto compulsivo. Era de ingresos.
No ganaba
lo suficiente para vivir. No me daba gustos. Vivía en la privación. Cuando
comencé a llevar un registro de mis gastos, me di cuenta de que en un mes había
dado $ 20.000 en limosnas y solo había comprado una película pirata de $ 1.000 para procurarme algo de placer.
Toda
mi ropa estaba pasada de moda porque comprar ropa simplemente no cabía dentro
de mi presupuesto desde hacía más de cinco años.
Y la
raíz de mis bajos ingresos y mi vida de privación era mi timidez. Mi miedo a la
gente. Mi «adicción a esconderme».
Desde
el día en que descubrí eso y dejé de echarle la culpa a la situación laboral
del país, a la crisis mundial, a mis jefes y a mis compañeros de trabajo, mis
ingresos han mejorado.
Ahora
soy más visible. No es fácil. Todas las semanas hago las tareas que me asignas.
Tengo mucha fe en que me sacarán adelante y la retroalimentación positiva que
recibo me da la fuerza para seguir adelante.
Ahora
mis acciones me sacan de mi zona de confort, apuntan hacia mis sueños o hacia
mejorar mi calidad de vida y mis ingresos, y en general están relacionadas con
romper con ese aislamiento autoimpuesto.
Antes,
cuando sentía la necesidad de correr un riesgo, buscar otro empleo o pedir un aumento,
me evadía en mi trabajo ocultándome como una avestruz, hasta que la necesidad
desaparecía. Ahora, eso ha cambiado.
He
pedido dos aumentos en el último año, y me los han dado. Por supuesto, no es
solo pedir el aumento. Ya tenía el plan B por si no me lo daban. Me iba a
trabajar con la competencia. Cuando uno tiene una alternativa, se le nota la decisión
en la mirada.
Cada
día he ido aprendiendo a valorarme más. Sé que todavía me falta mucho, pero
poco a poco iré haciendo esas cosas que tanto me incomodaban antes, pero que al
no hacerlas, me sumergía en la ruina.
Armando también nos cuenta su historia:
Yo no
sabía ganar dinero. No sabía cobrar por mis servicios. Sé que soy un buen
abogado, pero mi situación financiera parecía mostrar todo lo contrario. Cuando
uno trabaja como independiente, no es suficiente con saber de finanzas y llevar
bien las cuentas. Hay algo que no enseñan en ningún curso de emprendimiento y
me parece que es lo más importante que debe aprender una persona cuando se
lanza como independiente: A vencer las ganas de meterse debajo de la cama para
no enfrentar el mundo; a hacer las llamadas que tiene que hacer; a golpear las
puertas que debe golpear.
Eso
nadie me lo había enseñado y creo que es la principal causa de mis quiebras. Ya no le echo la culpa a la competencia desleal, ni al 11 de
septiembre, ni a Uribe.
En
realidad, yo postergaba y sobre todo, me escondía. Me quedaba en el apartamento
esperando a que me cayera dinero del cielo o a que me llegaran los negocios.
Tuve
dos establecimientos comerciales, pero pretendía que se manejaran solos; que
mientras yo me quedaba escondido en mi apartamento, las niñas que los atendían
solucionaran todos los problemas, los sacaran adelante y de paso me dieran
dinero. ¡Por supuesto que no funcionaron! Quebraron y perdí mucho dinero.
Necesitaba tener unos buenos mecanismos de control y hacer seguimientos.
Necesitaba resolver problemas. Pero no hice nada. Me metí debajo de la cama a
llorar y a esperar que todo se solucionara solo.
Creo
que la consecuencia principal de esta «adicción a esconderse», es la subremuneración,
entendida no solo como bajos ingresos, sino como tú me la has enseñado: Es
sub-lograr, sub-alcanzar o sub-ser sin importar la cantidad de dinero que uno
hace.
Duré
muchos años escondido en la insatisfacción de mis propias circunstancias. Hacía
trabajos que me permitían ganar para medio-sobrevivir, pero que en realidad no
me permitían crecer… y a pesar de la ira y la depresión por mis circunstancias
profesionales, me sentía incapaz de explorar otras opciones o de abrirme a posibilidades que me permitieran cambiar, crecer o mostrarme más.
Por
eso vivía encerrado en el apartamento y quejándome de que no había trabajo.
Pero no hacía nada por conseguir clientes. Ahora me estoy moviendo. No ha sido
fácil… pero esos pequeños movimientos hacia conseguir clientes y ofrecer mis
servicios, han triplicado mis ingresos en tan solo seis meses. Todavía me falta
mucho. Necesito multiplicarlos por diez. Pero ya me subí en el bus de la
recuperación y esto es un proceso de mejora continua. Sé que mientras siga por
este camino, no voy a volver a echar para atrás.
Ya sé
que quedarme escondido no trae sino miseria a mi vida; y lo que más me entusiasma
en este proceso, es que no es solamente para dejar de esconderme, sino para
aprender a vivir feliz sin necesidad de esconderme.
Tiene
mucho que ver con vencer mi miedo al rechazo, al fracaso, a los juicios y a la
crítica… pero ya he aprendido que si me escondo y me dejo ganar por esos
miedos, termino fracasando sin siquiera comenzar… y al fracasar, recibiré el
rechazo, los juicios y las críticas más severos. Mi miedo a esas
eventualidades negativas, termina atrayéndolas a mi vida.
Esta adicción a esconderse, que antes pasaba
desapercibida en el mundo laboral, ahora, en la era de la competitividad se ha
convertido en una de las principales causas de la sub-remuneración, tanto en
profesionales independientes, como en empleados.
Como bien nos decían Armando y Amalia, la
sub-remuneración comprende muchas cosas, no todas relacionadas con el dinero. Tiene
que ver con sub-lograr, sub-alcanzar o sub-ser, sin importar la cantidad de
dinero que la persona hace. Se trata de la inhabilidad para reconocer y
expresar plenamente las propias capacidades y competencias. La consecuencia es
la inhabilidad para satisfacer las necesidades.
La sub-remuneración puede resultar de muchas
cosas, incluyendo no reconocer los propios talentos.
La sub-remuneración se trata de no estar a la
altura del potencial único que tienes, de no perseguir tus sueños y metas; se
trata de renunciar a ti mismo(a)
Hay muchas personas con el conocimiento y la
autoridad para proveer servicios profesionales, que se cohíben compulsivamente
de promocionarse y evitan pedir suficiente dinero para generar unos ingresos
saludables.
Hay muchas formas de esconderse. Hay quienes
se esconden haciendo compulsivamente todo, menos lo que en realidad traería
posibilidades de crecimiento y realización a sus vidas. Hay quienes se escudan
en el perfeccionismo y se refugian en una sola tarea «hasta que la dejen bien
hecha». Hay quienes sienten la necesidad de un curso más, un certificado más, o
un grado más, para evitar pasar a la acción. Hay quienes se mantienen ocupados,
pero no tienen ingresos suficientes y al mismo tiempo no buscan nuevas
oportunidades ni corren riesgos saludables para mejorar sus ingresos. Hay
quienes temen hacerse visibles, hacerse más grandes o promocionarse más. Como
resultado viven en una realidad de tercera categoría, cuando podrían vivir en una realidad de primera categoría. La primera categoría
requiere visibilidad y presencia.
_______________________________
Si deseas compartir tu opinión, experiencia, fortaleza y esperanza acerca del manejo de alguna adicción, siéntete libre de hacer un comentario al final de este blog, o escribiéndome a calderon.ramiro@gmail.com
Sígueme en este blog o en las Redes Sociales.
Ramiro Calderón
Mentorías en el Manejo de Adicciones
- Tel / W-App: +1 (226) 706 4807 o Click en este link
- E: calderon.ramiro@gmail.com
- W: http://ramirocalderon.wordpress.com
- T: @Ramiro_Calderon
- F: Ramiro Calderón
- Skype: ramiro.citta
_________________________________________________________________
Problemas con el manejo del tiempo o para generar ingresos:
Redes Sociales ,Netflix, Internet, YouTube, TikTok, Pornografia, limpieza compulsiva, hipocondria, todo tipo de comportamientos compulsivos o pensamientos obsesivos que te roban el tiempo y te impiden mejorar, crecer, progresar, prosperar o alcanzar tus sueños:
DiverCrecer
Sitio web con instrucciones para unirte: http://divercrecer.com
Página de Facebook haciendo Click en este Link: https://www.facebook.com/divercrecer
Grupo de apoyo gratuito en Facebook: https://www.facebook.com/groups/DiverCrecer/
Contenido AudioVisual: https://www.youtube.com/channel/UCTWI0Ul4L_BpM8hhIJSnSbw/featured
Texto guia en Amazon: https://www.amazon.com/-/es/Eloy-Buendia-ebook/dp/B086433YMZ
Tel/WhatsApp Eloy Buendía – DiverCrecer: +356 9944 2600
_________________________________________________________________
Ayuda a un ser querido. Al comprar un libro, puedes pedir otro completamente gratis para regalar.
Si quieres que se lo hagamos llegar anónimamente, simplemente puedes comprar uno para ti y luego envías a calderon.ramiro@gmail.com su dirección de correo electrónico y nosotros se lo enviaremos con copia oculta para ti, para que te puedas cerciorar de que le llegó.
TÍTULOS (Click en el Link)
- DiverCrecer (Herramientas de AA enfocadas hacia salir de la zona de confort, crecer, progresar, prosperar, buscar la auto-realizacion y alcanzar los suenos)
- Un Favor Antes de Morir (Primera novela que aborda con profundidad el tema de las adicciones del nuevo milenio)
- La adicción al sexo (Adicciones del Nuevo Milenio nº 1)
- Codependencia (Adicciones del Nuevo Milenio nº 2)
- Desórdenes Alimenticios (Adicciones del Nuevo Milenio nº 3)
- Adicciones Tecnológicas (Adicciones del Nuevo Milenio nº 4)
- Compulsiones (Adicciones del Nuevo Milenio nº 5)
CUESTIONARIOS DE AUTODIAGNÓSTICO
- Problemas con el manejo del tiempo o para generar ingresos: Redes Sociales, Netflix, Internet, YouTube, TikTok, Pornografia, limpieza compulsiva, hipocondria, todo tipo de comportamientos compulsivos o pensamientos obsesivos que te roban el tiempo y te impiden mejorar, crecer, progresar, prosperar o alcanzar tus sueños – DiverCrecer
- Preguntas sobre adicción al sexo
- Test para detectar la anorexia – para padres y personas cercanas
- Test Autodiagnóstico – Adicción a la comida
- Test Autodiagnóstico – Alcoholismo
- Test Autodiagnóstico – Postergación Compulsiva
- Test – Investigación Bulimia de Edimburgo
- Síntomas de la subremuneración
- Test autodiagnóstico – Codependencia
- Test Autodiagnóstico – Adicción al juego o ludopatía
- Test autodiagnóstico – adicción a las drogas
- Test autodiagnóstico – adicción al trabajo
- Test autodiagnóstico – Ortorexia
- Test autodiagnóstico – adicción a la internet
- Test autodiagnóstico – adicción a los videojuegos
DIRECTORIO
TESTIMONIOS
- Tres señales de propensión a desarrollar adicciones
- Cómo salir de la zona de confort
- ¿Qué es Zona de Confort?
- ¿Una nueva adicción?
- ¿Por qué los colombianos no prosperan?
- Dos Testimonios de Codependencia
- En la Cabeza de un Codependiente
- Adicción a la Zona de Confort
- Doce pasos para alcanzar la prosperidad
- Adicción a la Religión (La historia de Juanita*)
- Codependencia (La Historia de Marcela*)
- Juan Carlos* y la “adicción a todo”
- Diego* y la adicción a las prostitutas
- Andresito* y la adicción a los juegos de video
- Natalia* y la adicción a las redes sociales
- Ortorexia nerviosa (la historia de Susana*)
- Camilo* y la adicción al trabajo
- Recuperación de la adicción a la marihuana (La historia de Kike)
- Varias historias cortas de adicción al chat
- Varias formas de “tocar fondo” con la adicción al juego
- Adicción a tener un buen estado físico (La historia de Javier)
- Adicción a los Smartphones
- Adicción a una relación
- Anorexia nerviosa (la historia de Mónica)
- Compras compulsivas (la historia de Érika)
- Adicción a la TV (la historia de Sergio)
- Adicción a esconderse ¿En qué consiste?
- Adicción a la pornografía (La historia de Norma)
- Bulimia Nerviosa (la historia de Antonia)
- Adicción al Futuro Negro ¿En qué consiste?
- Adicción a la comida (La historia de Viviana)
- Adicción a soñar
- Adicción al Sexo (La historia de Lucía)
- Adicción a la Perfección (Florentino y Natasha)
- Dependencia Emocional
- Adicción al control
- Recuperación del Alcoholismo (Historia de Humberto)
- Adicción al pasado
- Dependencia Emocional (Historia de Estrella)
- Codependencia (Historia de Mercedes)
- Adicción a una relación (Historia de Liana)
- Adicción a la masturbación (Historia de Josué)
- Postergación Compulsiva (Historia de Paolo)
- Un día con un adicto al sexo
- Comer Compulsivamente – La historia de Adriana
- ¿Cómo es una convención de Comedores Compulsivos Anónimos?
UN GRAN TESTIMONIO DE CODEPENDENCIA
Libro Gratuito con la Historia de Bethy
- Codependencia – Historia de Bethy – 1
- Codependencia – Historia de Bethy – 2
- Codependencia – Historia de Bethy – 3
- Codependencia – Historia de Bethy – 4
- Codependencia – Historia de Bethy – 5
- Codependencia – Historia de Bethy – 6
- Codependencia – Historia de Bethy – 7
- Codependencia – Historia de Bethy – 8
- Codependencia – Historia de Bethy – 9
- Codependencia – Historia de Bethy – 10
- Codependencia – Historia de Bethy – 11
- Codependencia – Historia de Bethy – 12
HERRAMIENTAS DE RECUPERACIÓN
- Herramientas de recuperación de adicciones
- Herramientas de recuperación (Anonimato)
- Herramientas de recuperación (Compartir)
- Herramientas de recuperación (Leer)
- Herramientas de recuperación (escribir)
- Doce Pasos – Herramientas de recuperación
- Primer paso para recuperarte de una adicción.
- Segundo paso para recuperarte de una adicción
- Tercer paso para recuperarte de una adicción
- Cuarto paso para recuperarte de una adicción
- Quinto paso para recuperarte de una adicción
- Sexto paso para recuperarte de una adicción
- Séptimo paso para recuperarte de una adicción
- Octavo paso para recuperarte de una adicción
- Noveno paso para recuperarte de una adicción
- Décimo paso para recuperarte de una adicción
- Décimo Primer paso para recuperarte de una adicción
- Décimo segundo paso para recuperarte de una adicción
- Herramientas de Recuperación (Solo por hoy)
REFLEXIONES
- Una vida útil, feliz y con un propósito
- El motor interno
- Reconciliémonos con los rituales
- Aprendamos
- ¿Has sentido dolor?
- Resignifiquemos el dolor
- La comida nos dice muchas cosas
- Lo que nos dicen nuestras pertenencias
- ¡Puedes cambiar tu vida!
- ¿Cómo pedir para que se nos dé?
- Oración y meditación para agnósticos y ateos
- No te quedes revolcándote en la culpa
- La necesidad de aceptación
- El control te convierte en víctima
- Estás cambiando
- ¿Te has sentido inseguro en momentos de cambio?
- En momentos de oscuridad y confusión…
- ¿Has intentado dormir sin lograrlo?
- Cuando duele la toma de conciencia…
- Cuando sucede lo que queremos pero…
- Ventajas del pit stop
- ¿Los agüeros ayudan?
- ¿Cuando dejas de fumar engordas?
- Desapégate
- Cuando algo nos afecta
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
[…] Adicción a esconderse ¿En qué consiste? […]
Califica:
Muchas gracias por tu comentario y tu honestidad Meneis,
La experiencia de Subremunerados Anónimos les ha mostrado que si una persona se identifica con tres o más de esas características, es bastante probable que padezca lo que ellos llaman «subremuneración compulsiva», que no es más que la consecuencia de la «adicción a esconderse».
¡Te deseo un feliz fin de semana!
Califica:
No sabía que existía esta adicción, o más bien, no sabía que así se llama lo que yo tengo. La gente que lee tu blog pensará que estoy muy mal porque me identifico con muchos de los casos que acá presentas, lo importante es que estoy haciendo algo por salir de ellas, solo que en el camino me encuentro con cosas nuevas como esta, que en realidad no son nuevas, solo que ahora tienen nombre. Hice el cuestionario, pero quisiera saber con cuántas respuestas positivas puedo determinar que padezco este problema. Como siempre, gracias.
Califica: