Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

PREADOPCION-GUSCuando leo cosas que afirman que las personas son más felices o viven más fácil sin hijos, me asalta una duda: ¿cómo alguien puede afirmar que es más feliz o es más fácil la vida sin hijos cuando no los tiene?

Quiero referirme a un escrito de Natalia Gnecco titulado ¿Es más fácil sin hijos?, publicado en la sección de blogs de El Tiempo.

Tengo 40 años. Me casé hace 11 años. En este tiempo he recibido con los brazos abiertos a mis 3 hijos, dos mujeres y un varón. Cada uno de ellos ha representado el anhelo de formar a tres seres humanos, de educarlos, de velar por su bienestar, su salud, su educación, su vida y para que sirvan a otros seres humanos, centrados en el amor, el respeto, la solidaridad; útiles para este mundo convulsionado.

Trabajo y mi salario se centra en cubrir las necesidades de mi familia. Tengo un apartamento, un carro, nunca ha faltado el mercado, pago servicios, colegios y jardines infantiles. Con mi esposa e hijos hemos viajado (a veces por tierra, otras en avión) y compartimos juntos siempre. Es decir, lo mismo que una persona que decidió no tener hijos tiene y hace y como muchos padres de familia.

Con mi esposa vamos a cine, comemos en un restaurante o simplemente damos una vuelta y nos tomamos un café. No importa si es caro o barato, lo que importa es estar juntos y compartir, mantener esa chispa encendida. Nos vemos con amigos y familiares, incluso hemos viajado solos. Y con los niños igual: un parque, la ciclovía, el apartamento de la abuela o el Eje Cafetero. En otras palabras, sí tenemos vida, sí tenemos amigos, sí viajamos, lo mismo que hace una persona que decidió no tener hijos.

No gano millonadas: simplemente, como muchos padres de familia, he aprendido a manejar el dinero, a administrarlo de forma eficiente, cosa que mucho soltero o parejas sin hijos (por su propia voluntad) no hacen.  Pero administrar el dinero bien es fruto de la conciencia que nos dan las prioridades de la vida: en el caso de los padres de familia, sus hijos, aunque algunos no lo tengan en cuenta. No siento a esta altura de mi vida que me haya privado de nada material.

Como miles de padres de familia, somos felices cuando estamos con nuestra familia, así sea en el restaurante caro o compartiendo una promoción de pollo en PPC. Podemos ir a Cartagena a disfrutar de las playas, como también gozarnos un paseo a Mesitas del Colegio, a una finca hermosa llena de pájaros y flores de todos los colores.

familia-na-mao1En un blog titulado «¿Es más fácil sin hijos?», la autora menciona: “Hasta el momento no pienso tener hijos – cuenta Alexandra- . “Esto implicaría dejar a un lado muchas metas que tengo trazadas y no estoy dispuesta abandonarlas”. Algo que  enseña la paternidad (y la maternidad) es a vencer ese egoísmo propio del ser humano, a pensar solamente en el beneficio propio. Y eso no significa dejar de lado las metas personales, por el contrario, se alcanzan una por una, porque ellos, los hijos, son un aliciente, una fuerza interior y real, más fuerte que el egoísta “son mis metas, soy yo”, porque precisamente se traducen en “son nuestras metas, somos nosotros”. Esa es la diferencia.

En ese mismo escrito se asegura que no se puede garantizar la seguridad en el colegio ni en la casa. ¿Y sin hijos si? Si eso fuera así solo nos matarían o atracarían a los padres de familia. También indica que nada le garantiza que ese hijo estará con usted en la vejez. ¿De dónde sale ese concepto? ¿Un hijo es para velar por su vejez? Con todo respeto se equivoca, un hijo debe formar su vida, salir, buscar su futuro, construir y realizar su proyecto de vida, no quedarse a su lado siempre.

Nelson, alguien a quien el escrito cita, afirma que es un “loco el que tenga hijos”. Sí, es una hermosa locura tener hijos, amarlos, entregar la vida, vivir, respirar, sentir por y para ellos.

Respeto la decisión de aquellas personas que por propia voluntad deciden no tener hijos por “sus metas, sus apartamentos, sus viajes y sus joyas”. Pero que no consideren que son más felices y mejores sin hijos. No los tienen así que no saben si es mejor o más fácil. Son felices con sus cosas; nosotros, los padres de familia, somos felices con nuestros hijos, con nuestras cosas, con nuestras metas.

No los voy a invitar a que tengan hijos, pero si los animo a que miren con respeto a quienes los decidimos tener. Yo vivo feliz entre sonrisas, pañales, juegos y mimos; alegre entre personas. Los que decidieron no tenerlos lo son entre sus cosas. Cada cuál en su rollo…

Imágenes tomadas de: www.cem.org.br

P@dres de Hoy:

Sexo, drogas, alcohol…y vallenato

Periodismo de ficción

La sexualización de los niños

Los cinco videojuegos que no deben regalar

Ask…o

Celulares y niños: ¿a qué edad?

El Sínodo y los medios de comunicación

Sexting: ¿en riesgo la intimidad de sus hijos?

Qué hacer si su hijo sufre de cibermatoneo

10 normas antes de publicar información de sus hijos en redes sociales

Una mentira llamada ideología de género

¿Sabe qué hacen con su hijo en el colegio?

¿Somos idiotas digitales?

Rehabilitación televisiva

Las bases para una paz real

¿Puede el matrimonio pasar de moda?

¡A votar por la Familia!

Presidente Santos: ¿Y la Familia qué?

La ONU: ideología, violaciones y papelones

10 mentiras sobre el aborto

Aborto y nazismo

Razones para acabar con la Familia. ¡Apóyenos!

Desoriéntame

Las 10 recomendaciones de Facebook para proteger a los niños

Objetivo: La Familia

Los pequeños ciudadanos digitales

V de Vida

Cría cuervos y te sacarán los ojos

Carta de un padre de familia a Florence Thomas

Cómo se clasifican los videojuegos

La familia florece y da frutos

Twitter y adolescencia: riesgos y usos adecuados

La publicidad perversa y los niños

Facebook para padres de familia

Sexo, Internet e Infancia

La “aTICción”

La TV en casa: estrategias efectivas

¿De qué tribu urbana es su hijo?

Mis hijos son mejores que los suyos

Las sombras

¿Qué pasó con Citytv?

El crudo invierno demográfico

Más hogares reflexivos

¡A defender a la familia carajo!

“El matrimonio es un infierno…”

El matrimonio, un bien común

Los Caínes de la televisión colombiana

La “familia” imposible

Cuando todo se reduce a un clic

Lo realmente importante en la vida

La Ecología humana y la empresa parte II 

La Ecología humana y la empresa parte I

Hija, echa la Soho en el carrito de mercado…

Carta abierta a RCN Televisión

Cuando el trabajo permite tener familia

Educar a los hijos en los tiempos del cólera

Sexo móvil

Los canales privados vs los niños

¿Puede la televisión educar?

El fin de las franjas televisivas para la familia y los niños

¿Existe televisión para los niños en Colombia?

¿Internet es seguro para sus hijos?

¿Hay una Amanda Todd en su casa?

El concepto de la familia líquida

De los noviazgos virtuales y otros demonios

El ejemplo de los padres

La familia interactiva

¿Qué hacer con las emisoras juveniles?

¿Qué están viendo nuestros niños?

Los niños si entienden

Compartir post