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¡Cómo duele crecer!
Acostumbrados a tener los ojos en frente de una pantalla, olvidamos qué es vivir en la vida real; nos atamos, bajo voluntad propia, a una notificación y aceptamos que otros tomen el control de nuestras vidas. Estuve casi tres semanas sin celular, debido a un robo. Y, si bien,...
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