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TIEMPO fuera
Al llegar a San Gil después de 8 horas en bus, comenzó a llover, y no paró hasta que mi novio y yo alcanzamos nuestra ‘yurta’ al fin de un camino lleno de barro, estiércol, y vacas. Los rayos nos aclararon el camino hacia el refugio, pero en un minuto iluminaron los ojos...
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