La Rusia joven y alegre que hospedó el Mundial de fútbol y recibió a los hinchas con afecto, hace parte también de una débil sociedad asalariada que revendió sus entradas pero gozó de la fiesta. Pantallas gigantes, animadores, selfie-spots, souvenirs, comida chatarra y...
Nunca he sido una persona muy apasionada al fútbol, pero cuando era joven y corría en el colegio, e intentaba jugar fútbol, era un hincha cómodo del grandioso América de Calí, que era campeón de Colombia, y donde las estrellas del continente brillaban con su uniforme, como brillaban las estrellas que dejaban en nuestro escudo. […]