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Venga le cuento
Aquello partía el alma. Por primera vez escuché miles de vocecitas de niños y niñas gritando en coro ‘Somos niños’, ‘Somos personas’, ‘¡Justicia!, ¡justicia!, mientras levantaban su mano derecha, con el puño cerrado, golpeando el viento hacia arriba, y...
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