Al poco tiempo Abelardo empezó a faltar a las reuniones del grupo juvenil, otro seminarista lo reemplazaba. Cierto día, a los dos grupos los convocaron a un evento especial en el salón parroquial del barrio vecino. Aidol asistió puntualmente, se sentó quedando...
En la pequeña explanada donde estaba el templo, los muchachos del grupo juvenil se aglomeraban alrededor de la mesa donde las Damas del Rosario preparaban y vendían empanadas antes y después de la misa. La Ronda se había vuelto una tradición del barrio en aquel improvisado...